Shakey. Jimmy McDonough
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Название: Shakey

Автор: Jimmy McDonough

Издательство: Bookwire

Жанр: Изобразительное искусство, фотография

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isbn: 9788418282195

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СКАЧАТЬ día; estaba cagado. Tocábamos en un colegio; montamos todo el equipo y tocamos allí mismo, en la cafetería. Creo que tocamos «It Won’t Be Long» y «Money». Y luego nos fuimos a clase.

       —¿Se te pasó el cague después de cantar?

      —Ajá. Después de exponerme de aquella manera, creí oír a alguien gritar algo del tipo: «Chaval, no vuelvas a hacer eso». Je, je. La verdad es que no recuerdo bien cuál fue la reacción; recuerdo más bien cómo me sentí yo, que me sentí genial por haber cantado.

       —Y seguirías cantando.

       —Sí, aunque no lo describiría como una prueba, en plan que iba a cantar y si me salía bien, seguía, je, je. Cuando te pones a cantar —a no ser que todo el mundo te grite a la cara: «No vuelvas a hacer eso»—, creo que ya no paras. Yo seguí intentando cantar; lo estaba intentando, je, je. Mi propia voz me resulta un puto misterio. No sé qué pasa, pero suena distinta todo el tiempo. Puedo cantar en plan tranquilo y sonar de una manera, y puedo cantar alto y berreando y sonar de manera completamente distinta. Llevo varias voces diferentes en mi interior, y cuanto más me suelto, más canto y mejor lo hago.

      Canadá estaba bastante al día en el tema musical. Podías conseguir muchos discos raros en Canadá que ni siquiera llegaban a Estados Unidos. Los primeros discos de los Beatles, por ejemplo. Nosotros ya los conocíamos mucho antes de que aparecieran en El show de Sullivan. Los Beatles fueron número uno en Canadá antes que en Estados Unidos. Todos los singles del principio, «From Me to You»; «She Loves You» fue número uno, y nunca llegó a ser número uno en Estados Unidos; total, que nos llegaba todo el rollo inglés de inmediato.

      Pero yo creo que estaba mucho más metido en mogollón de música rara que me molaba. Wolfman Jack; Dick Biondi, que era un disc-jockey la hostia de importante en Chicago por aquel entonces. En la WLS, emisora que se pillaba desde Winnipeg. American Bandstand Shindig, con Leon Russell26, teníamos acceso a todos aquellos programas. Vi a los Crickets después de que muriera Buddy Holly. Con Glen Hardin al piano, Sonny Curtis, Jerry Allison; eran fantásticos. Lo único es que no tenían a Buddy con ellos. Tocaron en una pista de patinaje en Winnipeg Beach. Recuerdo ver cómo montaban el equipo ellos mismos; llevaban un Cadillac y una furgoneta de alquiler. ¡Qué tiempos aquellos!

      Fui a ver un programa de Dick Clark Caravan of Stars con Fabian de presentador27. Esto era cuando el tío ya estaba de vuelta de todo; salía y no paraba de decir: «No os preocupéis, no voy a cantar». Vi a Roy Orbison cuando estaba en lo más alto, joder, en el 61 o el 62; en Winnipeg. Roy and the Candymen. Se salieron.

       Los Beatles molaban porque eran un grupo; pusieron de moda las bandas, por eso me afectaron los Beatles. Me dejaron muy impresionado al principio, pero no siguieron juntos mucho tiempo, así que perdías un poco la pista de lo que hacían. Los Beatles aportaron muchas cosas en muy poco tiempo; fue brutal. Dejaron la hostia de material.

       ¿Qué pensaba de John Lennon? Que era increíble; un tipo curioso, tan idealista. Nunca llegué a verlo en directo. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de tocar con él; seguro que habría molado.

      Los Rolling Stones, aquello ya era otra cosa, porque siguieron en el ajo, en vez de durar solo cinco años. Tardaron más en aportar algo grande. Los Beatles tardaron unos cinco años en hacer su aportación; visto y no visto, ¿verdad? Los Rolling Stones sacaron «Miss You» mucho después, años después de que se separaran los Beatles. Y si piensas en los Rolling Stones, ese es uno de sus mejores LP, Some Girls; con Ron Wood, ya sabes. Habían pasado por un montón de cambios. Me molaba el hecho de que los Stones duraran tanto y no dejaran de hacer música que resulta imprescindible.

       Lo que realmente me molaba de los Stones era cuando Brian Jones y Keith Richards tocaban juntos. A pesar de que Brian Jones no era más que un niñato al que le tiraba el blues guarro, tenía un punto exótico. Tío, al principio Brian Jones aportaba algo muy marciano al grupo; ¿qué me dices de las virguerías con el slide y toda la pesca? Era muy cañero, Jones; una lástima que estuviera tan loco. Menudo drogata. Todos eran jóvenes y estaban experimentando mogollón de cambios rapidísimo. Brian no logró vivir para contarlo.

       «Satisfaction» era un disco buenísimo y «Get Off My Cloud», aún mejor. Más suelto, no tan comercial. Se dejaban llevar a saco. Ya sé que «Get Off My Cloud» es peor canción, y que la ejecución probablemente tampoco sea tan buena como la de «Satisfaction», o puede que sí, pero lo que tiene es que obviamente no deja de ser una puta canción improvisada de camino al estudio o la noche anterior, ¿entiendes? Eso es lo que me gusta de ese tema, que suena a los Rolling Stones de verdad.

       Recuerdo escuchar uno de sus singles muy del principio: «I’m a Man». Era tope duro, muy crudo… Salió en la época en que estaba aprendiendo a tocar, y le prestas mucha atención a las canciones, estás aprendiendo. Entonces te planteas las cosas de manera algo distinta, no te importa tanto lo que dice la canción como si es fácil o difícil de tocar. Si es fácil, entonces ¿significa que no saben tocar? ¿Son buenos o no? Todavía intentas sacar todo eso en claro. Lo que pasa es que te llegas a quedar tan pillado con unos cuantos acordes y cambios que pierdes la perspectiva… Te olvidas de que esas chorradas son las más difíciles; hacer de ellas algo grande.

       Hace muchos años, cuando iba al instituto, intentaba decidir lo que quería hacer… Pensaba que a lo mejor me gustaría llegar a ser como uno de esos guitarras de rock que estiran las cuerdas, se ponen a tocar de rodillas y vuelven loco al personal. Pero luego pensé que también quería ser como ese otro tipo de tío, el que sale al escenario con una guitarra acústica sin más, y cantar un puñado de canciones, cantar sobre cosas que sentía muy en mi interior y sobre lo que veía que sucedía a mi alrededor.

       Y luego vi a Bob Dylan, y a tantos otros: Phil Ochs, Tim Hardin, Pete Seeger, y se me empezaron a aclarar las ideas; sin embargo, no conseguía olvidarme del tipo aquel que tocaba la guitarra dando saltos… Me quedó claro lo que quería hacer con mi vida.

      FRAGMENTO DEL DISCURSO QUE DIO NEIL YOUNG EN 1998 CON MOTIVO DE LA ENTRADA DE WOODY GUTHRIE EN EL SALÓN DE LA FAMA DEL ROCK.

      «Neil acababa de descubrir a Bob Dylan», comentaba Joni Mitchell. «Estaba en una etapa de transición entre el rock and roll y el folk. Se le acababa de ocurrir la idea de escribir letras más poéticas, así que empezó a frecuentar el circuito de los cafés.» Joan Anderson también era otra cantautora folk en ciernes que hacía la ronda de los garitos del mundillo cuando coincidió por primera vez con Neil Young en el Fourth Dimension a mediados de 1965. Situado muy a las afueras de Winnipeg, cerca de la universidad, el club formaba parte de una cadena, un «pequeño circuito que comprendía tres o cuatro ciudades, así que podías tocar en todos los 4-D del tirón», explicaba Randy Bachman. Una experiencia de lo más bohemia para un joven Squire. «Luz tenue, muchas velas y mucho incienso, y mogollón de tías sin sujetador», dijo Allen Bates.

      Mitchell y Young eran una especie de almas gemelas; ambos eran jóvenes, muy apasionados y únicos donde los haya, de manera exasperante. El encuentro debió de ser como dos marcianos que se reconocen el uno al otro en medio de la pradera. Si bien nunca estuvieron tan unidos como algunos creen —básicamente, porque ambos son lobos solitarios—, sus caminos se cruzarían con frecuencia en los años venideros. «Neil y yo tenemos mucho en común: somos canadienses, Escorpio, contrajimos la polio durante la misma epidemia y nos hizo mella en las mismas partes del cuerpo; y los dos tenemos un humor bastante negro», comentaba Mitchell. «Los típicos canadienses.» Mitchell recuerda acabar asistiendo a un acontecimiento deportivo con Neil para ver a Rassy jugar al curling. «Rassy era chabacana y de armas tomar. Auténtica denominación СКАЧАТЬ