Shakey. Jimmy McDonough
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Читать онлайн книгу Shakey - Jimmy McDonough страница 27

Название: Shakey

Автор: Jimmy McDonough

Издательство: Bookwire

Жанр: Изобразительное искусство, фотография

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isbn: 9788418282195

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СКАЧАТЬ ya que Koblun estaba tan metido en ella como Neil, hasta el punto de que cuando tocaban: «Ken parecía que estaba en trance, y sin drogas de por medio», recuerda el batería Ken Smythe.

       Ken era un chaval huérfano que vivía con una familia inglesa, los Clayton. Creo que sus padres tenían problemas y por eso no vivía con ellos —había alguna historia de su pasado que no quedaba nada clara— y estaba en mi clase en el colegio; él era uno de los más empollones, y yo, de los más raritos; hicimos buenas migas de inmediato.

       Trabajábamos bien juntos, nos apoyábamos mutuamente. Ken era un buen amigo, siempre dispuesto para lo que fuera, y se lo tomaba todo en serio. Era un buen bajista; cuando Ken se lo proponía, era la hostia de bueno.

       Lo que sí recuerdo es que me cabreaba con él, porque a veces tardaba un rato en contestar, y yo me ponía en plan: «Oye, te estoy hablando, ¿de qué cojones vas…?». Y sigue igual, solo que ahora lo entiendo. Por aquel entonces no entendía nada; por lo visto, yo debía de ser una buena pieza, je, je. Creo que al hacer un repaso a la vida de uno todos pensamos: «Buah, ¡menudo cambio!». O, como diría William Bendix: «Menudo cambio asqueroso». 24

      Koblun y Young se conocieron en Earl Grey en la clase de matemáticas del Sr. White. «Los dos íbamos por el mismo camino», comentaba Koblun. «Era lamentable cómo suspendíamos casi todas las asignaturas.» También tenían algo más en común: procedían de familias desestructuradas. «Ken no tenía padres y Neil estaba sin padre», decía Allen Bates. «En cierto modo aquello los unía.»

      «Yo pensaba que Neil era un tío guay», comentaba Koblun. «No es que pensara que fuera guay por llevar el pelo engominado. Neil era diferente: llevaba el pelo rapado y era el único chaval de clase que llevaba suéter… Me decepcionaba un poco que fuera con los que fumaban.» En el colegio, ser amigo de Neil salía caro. «Sé que algunos de nuestros compañeros de clase eran muy anti Neil», recuerda Koblun. «Una vez me metí en una pelea con Sid Rogers por eso.» Koblun no recuerda que Neil se metiera en muchas peleas —«era demasiado astuto para eso»—, pero sí se acuerda de «una chavala del centro cívico de Earl Grey que dijo que nos iba a partir la cara. Menuda mole de tía».

      Koblun, un guitarra amateur que ya había debutado en un programa de la televisión local acompañando a un acordeonista, se dio cuenta de que Neil también era un novato. «Le pregunté si podía ir a oírlo tocar, pero se mostró reacio», comentaba Koblun, que recuerda un tema que Young tocaba con su primera guitarra eléctrica de verdad, una Les Paul Jr. de segunda mano que le había comprado Rassy. «Le dije: “Cómo mola eso, ¿qué es?”. Neil me dijo: “Es algo que he compuesto yo”.»

      Young ya había formado un grupo en Earl Grey, los Jades —con dos guitarras, un vibráfono y los inevitables bongos—, que duró exactamente una actuación en el centro cívico de Earl Grey, donde tocaron hits de los Fireballs y los Ventures. Luego pasó brevemente por una banda llamada los Esquires.

      El Esquire Larry Wah ha declarado que Young tocaba tan mal que lo echaron, pero el resto del grupo no opina lo mismo, y recuerda que Young tocó con ellos en unos cuarenta o cincuenta bolos en un período de seis meses. A Ken Johnson lo había dejado plantado su cuarteto vocal, así que formó una banda con la ayuda del batería Don Marshall. Gary Reid, además de una guitarra, también tenía un Oldsmobile del 57 rojo y blanco que les podía servir como medio de transporte, así que entró al grupo. A Neil Young lo reclutaron para tocar la guitarra rítmica. «La primera vez que quedé con Neil, fui a verlo a su apartamento del 205 de Hugo», recuerda Marshall. «Tenía una guitarra muy cutre y no tenía ampli, así que la enchufaba al tocadiscos.»

      Los Esquires dieron su primer bolo en el Instituto Churchill, en el baile que se celebraba después de un torneo de básquet. Los miembros del grupo, tranquilizados en un principio al ver que no había acudido mucha gente a su primera actuación en público, se quedaron atónitos al abrirse el telón y descubrir que había centenares de espectadores. «Casi nos cagamos encima», comentaba Reid. Con un repertorio a base de instrumentales de los Shadows y los Ventures, unos cuantos temas roqueros y alguna balada pop interpretada por Johnson, el grupo consiguió salir airoso del aprieto. Los Esquires empezaron a conseguir bolos y los sábados por la tarde tocaban en Paterson’s Ranch House, un antiguo club de música country.

      Johnson recuerda a Young como «el chaval flaco con el pelo rapado que no tenía mucha pinta de músico molón». La aptitud de Neil para la guitarra era rudimentaria, siendo generosos. «Recuerdo que lo sentía mucho por él, porque no daba la talla», decía Ken Koblun. «No sabía qué hacer con él», comentaba Reid. «Era un lobo solitario, absorto en su propio universo; hacía las cosas a su manera. Yo estaba casi siempre encima de él, gritándole: “¡Neil, por el amor de Dios, cambia de acorde!”.»

      Cuando Don Marshall fue a visitar a Neil en Gray Apartments tuvo la impresión de que Young se estaba poco menos que criando solo. «Pensándolo ahora, creo que pasaba solo mucho más tiempo del debido», comentaba.

      Por lo que respectaba a los Esquires, la madre de Neil era un elemento a evitar a toda costa. Ken Johnson recuerda que Rassy «arremetió contra mí un día diciendo que Neil ni siquiera debería estar en un grupo, que por mi culpa salía hasta más tarde de lo que debiera un chico de su edad, que ni siquiera tenía dieciséis años y tenía que estar en la escuela. Fue muy dura conmigo, me dejó acojonadísimo».

      La relación de Young con los Esquires tocó a su fin tras una escapada protagonizada por Neil y Don. «Oímos en la radio que los Fendermen tocaban en Portage la Prairie, a unos ochenta y cinco kilómetros, y pensamos: “Venga, vamos”», recuerda Marshall. Hicieron autoestop y un alma caritativa al volante de un Corvair familiar marrón del 64 se ofreció a llevarlos al concierto. A la vuelta no tuvieron tanta suerte; se quedaron colgados en Manitoba a altas horas de la noche y Neil llamó a su madre. A Don le dio la impresión de que Neil ni siquiera le había dicho a Rassy dónde iba. «Rassy se pegó la paliza de venir a recogernos y no estaba de buen humor. Creo que no habló en todo el camino de vuelta, y que pensaba que yo llevaba a su hijo por el mal camino. Una vez en casa, le dijo a Neil que dejara de perder el tiempo con esta chorrada porque nunca iba a sacar ni un duro, así que aquella fue la última vez que tocamos con él.»

      Cuando Scott se enteró de que Neil se había quedado colgado haciendo autoestop a las tantas de la noche, le montó una buena a Rassy. Mirando atrás, Scott se arrepentía de haberse inmiscuido. «La relación entre Rassy y Neil —y la visión de la vida que tenía Neil— era algo que ya escapaba a mi control, así que me equivoqué entrometiéndome.»

      «Rassy hacía lo que fuera por Bob o Neil», comentaba Scott. «Pero a cambio exigía una especie de lealtad férrea, algo que no creo que fuera mucho con Neil. Nunca me ha dicho una palabra al respecto, pero yo lo sé.»

      «Y por supuesto que Rassy nunca ejercía sobre Neil ningún tipo de control. Al final me di cuenta de que no lo necesitaba, sabía de sobra lo que hacía, instintivamente.»

       Cuando era un chaval, Rassy era realmente la única persona con la que podía contar. Me apoyó mucho al principio, muchísimo. Lo pasábamos muy bien juntos, aunque se exaltaba con demasiada facilidad; si hacías que se cabreara mucho, acababa hecha un basilisco.

       Mamá me encanta, era tan ácida y tan cañera. Cuando la peña me decía: «Tu madre está loca, es odiosa a más no poder», yo pensaba: «Me cago en Dios; si ella piensa que hace gracia». Su sentido del humor se volvió tan cáustico, que se le olvidaba que estaba de broma.

       Se echó novio durante un tiempo, Bill Trebilcoe. Fue su último amor, creo. Un tipo grandote, alto, calvo; llevaba gafas de concha y camisas a topos. Un tipo muy majo; supercariñoso. Fue la última vez que la vi contenta de СКАЧАТЬ