Название: Acto matrimonial
Автор: Tim LaHaye
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9788482676371
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La diferencia entre hombres y mujeres puede contribuir a sentimientos de incompatibilidad después de la boda. Una mujer no pierde nunca su necesidad de ser tratada en forma romántica, mientras que un hombre ni siquiera posee esa necesidad. Sus emociones están cerca de la superficie y son fácilmente encendidas; las de ella están en profundidad y arden lentamente. Es ese amor romántico el que hace responder a una mujer a pequeñas expresiones de consideración por parte del esposo, tales como abrirle la portezuela del coche, tomar su brazo al cruzar la calle o expresando la «Rutina de Sir Walter Raleigh», o sea, brindar con ella. Puede ser que a veces el esposo así atento se sienta un poco raro, pero la respuesta de su esposa valdrá la pena el poco esfuerzo.
Recuerdo que un domingo íbamos entrando con el coche frente a la iglesia. Había cinco hombres observándome cuando caminé en torno del coche para abrir la portezuela a Beverly. Francamente, me sentía raro, pero valía la pena, no sólo por el suave apretón de mano que mi esposa me hizo sentir mientras nos encaminamos hacia la puerta de la iglesia, sino también más tarde, por la noche. Después de haber predicado cinco veces ese día estaba agotado cuando aparqué el coche frente a la casa. Eran como las once de la noche y llovía un poco. Cuando apliqué el freno de mano me sorprendí de ver a mi esposa abrir la portezuela y correr en la lluvia frente a los focos para levantar el doble portón del garaje. ¿Por qué lo hizo? A las cinco de la tarde tuvo una necesidad romántica de ser honrada y atendida frente a nuestros cinco amigos; a las once de la noche demostró su aprecio y respondió a mi necesidad.
No se dejen engañar pensando que las mujeres de hoy son diferentes sólo porque muchas entre ellas visten una moda poco femenina y muchas veces actúan como si poco les importasen los modales y etiqueta de los hombres. Algo en las profundidades del corazón de mujer clama por el amor romántico.
Jeri es un caso en ese sentido. A la edad de veintiún años aceptó a Cristo por medio de una señora joven de nuestra iglesia, con la cual habían estudiado juntas en la Universidad. Cuando recién había comenzado asistir a los servicios religiosos, vestía blue jeans y camiseta blanca. En su exterior era algo áspera y muy independiente. Al crecer su fe en el Señor, comenzó a vestirse con más cuidado y arregló su peinado. Sorprendentemente, resultó ser una mujercita sumamente atractiva. Muy pronto Roy la conoció, pidió conocer a sus padres y comenzó a salir con ella. Como un año después, Jeri vino a mi oficina para hablar sobre los planes de matrimonio. Cuando le pregunté qué era lo que le gustaba en Roy, respondió: «Me trata como una dama. Es el primer tipo que se molestó en caminar hasta mi puerta al venir a buscarme, o que abrió la portezuela del coche para mí, o apartó una silla para que me siente a la mesa.» Al indagar cómo era que le gustaba este tipo de trato, sus ojos se llenaron con lágrimas al susurrar: «¡Me encanta!» Ella había salido con chicos durante siete años, pero el primero que la trató como a una dama logró ganar su corazón. La razón es simple: las mujeres necesitan un amor romántico.
d)Amor afectivo. La mayoría de las mujeres tienen ansias de besos de aprecio. El lector tal vez conozca algunas excepciones —así como nosotros—, pero si mira el asunto con más profundidad, encontrará que tal carencia de afecto es vivamente sentida. Algunas veces es motivado por un esposo que demanda sexo rápido en lugar de hacer el amor lentamente. Algunos hombres poco considerados pueden ser satisfechos con eso, pero la mayoría de las mujeres no. Para ellas, un tierno roce, un cálido abrazo y la cercanía del objeto de su amor resulta casi tan grato como un contacto más íntimo. En efecto, muchas esposas responden a una mirada de aprecio y a palabras de admiración. Sabio es aquel esposo que rompe con la rutina frecuentemente para decir una palabra de aprobación a su esposa. Tales hombres no carecerán de satisfacción sexual, porque han aprendido que sus mujeres se encienden con las pequeñas expresiones de afecto que a ellos a menudo les parecen insignificantes.
A mí personalmente no me interesan las flores en absoluto. Aunque jamás tuviera flores en casa, no las echaría de menos. Pero casi todas las veces que regreso de un seminario un sábado por la noche compro un ramo de rosas para Bev en el aeropuerto de San Diego. ¿Por qué? Porque me gusta la respuesta que crean en ella. Francamente, tardé varios años en descubrir las recompensas que obtendría al ajustar mi comportamiento a su necesidad de afecto. No es que sólo sea por las rosas amarillas que a ella le gustan mucho, sino que está agradecida de que yo haya pensado en ella al regresar.
e)Amor apasionado. El amor apasionado le es natural al hombre debido a su instinto sexual más potente. La mayoría de las mujeres tienen que cultivar el apetito del amor apasionado, pero el lector puede estar seguro de esto: tienen la capacidad de aprenderlo. El esposo que confiere amor efectivo a su cónyuge, puede enseñarle a amar de manera apasionada. Y todo hombre que así procede podrá dar testimonio de que el tiempo invertido era bien empleado.
Como veremos más adelante, las pasiones de la mujer son más periódicas que las del hombre. En ciertas ocasiones, según que el lugar sea adecuado, en la privacía y por la calidad del afecto, ella puede gozar totalmente del amor apasionado. Hay una cosa más a recordar: es más fácil para la mujer expresar un amor apasionado después que las otras cuatro necesidades de amor hayan sido satisfechas.
Cuando estas cinco necesidades en el corazón de la mujer hayan sido propiamente cumplidas le darán seguridad en el amor de su esposo, lo que llega a ser cada vez más importante en una época cuando hombres y mujeres han de rozarse cada día en el mundo comercial. Un sinnúmero de hombres se ve rodeado por secretarias u otras empleadas que despliegan sus atractivos físicos durante las horas de trabajo. Cuando un marido se ve confrontado por otra mujer que resulta serle simpática, la mejor defensa contra problemas morales es la relación de cálido amor con su esposa. «El erotismo masculino, bien satisfecho dentro del hogar, no tendrá hambre fuera.»1 Esto vale también para la mujer casada. Ya que para ella es preciso saber que su esposo la necesita, hacer el amor llega a ser el medio necesario para asegurarle ese amor.
Este anhelo de seguridad fue hermosamente compartido por un amigo íntimo, cuya encantadora esposa contrajo una enfermedad que gradualmente disminuía su movilidad física hacia una invalidez total. Amándola él entrañablemente y sabiendo que ella sufría grandes dolores, se abstuvo valientemente de hacerle el amor. Una noche, cuando él se hallaba acostado al lado de ella tratando de conciliar el sueño, sintió que la cama temblaba. Escuchando por un momento, oyó sus sollozos sofocados. «Cariño, ¿por qué estás llorando?» Ella respondió titubeante: «Porque creo que ya no me quieres.»
Naturalmente, estaba atónito. «¿Qué he hecho yo?»
«Es lo que no has hecho —decía llorando—. Ya no me haces el amor.»
Primero se contestó en su interior: «¡Dios mío! ¡Qué mayor confirmación de mi amor que negarme a lo que cada órgano en mi cuerpo reclama!» Mas entonces se dio cuenta de que su esposa, a pesar de su dolencia, necesitaba desesperadamente que le asegurase su amor mediante el acto marital. Toda mujer lo desea.
3.Satisface su instinto sexual. A pesar de que una mujer puede no poseer un instinto sexual tan fuerte y consistente como un hombre, de hecho tiene instinto sexual. Las investigaciones indican que casi todas las mujeres están más apasionadas justo en mitad del período libre de su menstruación y, naturalmente, en el tiempo cuando su fertilidad es más alta. Más aún, su placer va aumentando a través de los años. Al entrar en mayor familiaridad con su esposo aprende paulatinamente a experimentar orgasmos, y su aprecio y deseo de esa experiencia va creciendo también.
Una mujer no parece ser fácilmente tentada a fantasear como su esposo. Sin embargo, sí que tiene la capacidad de recordar románticamente aquellas experiencias fantásticas del pasado. En consecuencia, cada vez que experimenta el acto en forma de éxtasis aumenta su instinto sexual, del mismo modo que cada experiencia frustrada СКАЧАТЬ