Название: Acto matrimonial
Автор: Tim LaHaye
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9788482676371
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Tal como ocurre en el hombre, el sistema nervioso femenino está intrínsecamente ligado a los órganos reproductivos. Dios hizo posible para las esposas de toda época disfrutar de una experiencia saludablemente relajante en su lecho marital. El acto conyugal existe para la propagación de la raza y para el placer personal, que con su satisfacción promueve la fidelidad conyugal, es cierto; pero también provee un factor relajante, muy necesario para el sistema nervioso.
5.La experiencia cumbre. Al ser propiamente consumado hasta el orgasmo, el amor marital confiere a la mujer la experiencia más desbordante de la vida. Una joven madre refutó esta afirmación como excepción, insistiendo en que dar a luz ofrecía una experiencia mucho más desbordante. Pero nosotros nos referimos a la experiencia femenina sobre una base regular y frecuente. Simplemente no existe experiencia alguna comparable al acto conyugal —tanto para la esposa como para el esposo—, que se necesitan el uno al otro para obtener los máximos beneficios.
EL SIGNIFICADO MAS HERMOSO DE TODOS
Un significado más importante del acto conyugal es presentado, a propósito, al final del capítulo. Creemos que es el más hermoso de todos. Simplemente dicho, es la provisión de una experiencia única y continua por toda una vida que esposo y esposa comparten única y exclusivamente entre ellos. En todas las demás actividades de la vida somos impelidos a compartir cosas unos con otros. Si un esposo es un maestro, o mecánico, comparte con otras personas fuera del hogar los frutos de sus habilidades. Si la esposa es buena cocinera, o una mujer atractiva, el esposo no es el único que disfruta de estos dones. Pero detrás de la puerta de su alcoba la pareja experimenta la unión completa, uniéndolos durante un momento sublime en una entrega íntima y exclusiva que no es compartida con nadie más en el mundo. Esta es la mayor razón para que el acto marital tenga una influencia tan comprometedora, unificadora y enriquecedora sobre la pareja.
El significado de la unión que resulta del acto común es mucho más importante que el tiempo empleado en la experiencia. Si una pareja típica emplea alrededor de treinta minutos en el acto de amor, como promedio tres veces por semana, el acto de amor significaría sólo una hora y media por semana, o sea apenas el uno por ciento de su tiempo. Sin embargo, no hay otra experiencia repetible que tenga más importancia para esa pareja. Los cónyuges que disfrutan de sus relaciones viven muchas horas en armonía mental y emocional en anticipación de la experiencia y la siguen con muchas horas de mutua satisfacción a medida que se acerca, debido a su amor. Probablemente ningún encuentro humano, por poderoso que sea, es capaz de consolidar una relación más firmemente que el acto conyugal.
Notas
1 Jerome Rainer y Julie Rainer, Placer sexual en el matrimonio (Nueva York, 1959), pág. 30.
* Este es el objetivo no sólo de los libros de psicología, sino falaz y engañosamente también de los de astrología, que tanta demanda tienen en nuestro tiempo. — (Nota de la Red.)
4 | Educación sexual |
Dios nunca puso un premio a la ignorancia, y esto incluye la educación sexual. Su declaración: «Mi pueblo se destruye por falta de conocimiento» es válida en esta área de la vida tanto como en el ámbito espiritual. Millones de parejas casadas se conforman con una experiencia de segunda clase porque no saben mucho sobre los órganos reproductivos y las funciones sexuales, y no quieren estudiarlos.
Muchos de los que han acudido a mi oficina matrimonial jamás habían leído un libro cristiano sobre el tema, o un consejo adecuado al respecto, por ser «tabú» en los círculos religiosos. Tan persistente ignorancia dio oportunidad a los sexólogos inescrupulosos para ir al otro extremo e inundar a los menores, desde el parvulario hasta los cursos superiores, con educación sexual para adultos. Ambos extremos llevan a la frustración y además imposibilitan la felicidad.
Las escuelas públicas han demostrado su incompetencia en el campo de la educación sexual al hacer dos presunciones erróneas:
1.Insisten en la enseñanza de la educación sexual sin resguardo moral, excusando su omisión con la declaración de que la separación entre iglesia y estado requiere que las normas morales sean excluidas. Esto no sólo resulta ridículo, ¡sino peligroso! Enseñar educación sexual sin principios morales es como verter gasolina sobre fuego. Las investigaciones demuestran que el varón experimenta su instinto más fuerte entre los dieciséis y veintiún años. Lo menos que necesita a esa edad es ser expuesto a una información sexual incitante, de la cual no debe hacer uso sino varios años después. Más aún, el joven precisa un raciocinio moral para controlar esos instintos hasta que tenga edad suficiente para asumir la responsabilidad para su ejecución.
2.Estos «expertos» suponen erróneamente que la educación produciría la felicidad sexual en forma natural. Tal presunción emana del concepto humano según el cual el hombre es un animal, y siendo un animal, ha de vivir como tal. La filosofía materialista ha promovido la promiscuidad antes del matrimonio, lo que ha hecho, a su vez, que las enfermedades venéreas lleguen a ser el problema mayor de sanidad para la nación para personas por bajo de los veinticuatro años y ha aumentado los complejos neuróticos de culpabilidad después del matrimonio. Podemos predecir angustias sin paralelo para la próxima generación, debido a esta destrucción despiadada de la juventud.
La ignorancia sexual, sin embargo, no es la alternativa. La juventud debe ser instruida en el sentido de que el sexo es sagrado, una experiencia reservada por Dios para el matrimonio. Ciertamente se les debe enseñar a los jóvenes el alto costo de la promiscuidad y los peligros de las enfermedades venéreas; y al salir con chicas, deben ser muy conscientes de que los cuerpos de ambos son templos del Espíritu Santo. La mayoría de las iglesias creyentes en la Biblia enseñan, naturalmente, estos valores inequívocamente en campamentos y en muchas reuniones juveniles.
APRENDIENDO POR LA PRACTICA
Un estudio en profundidad sobre el sexo está indicado en particular inmediatamente antes del matrimonio. Veámoslo, la materia en sí no es tan complicada. Dios no dio a Adán y Eva un manual sobre el comportamiento sexual; lo aprendieron, sin duda, en la práctica. Estamos convencidos de que los Adanes y Evas modernos pueden hacer lo mismo, siempre que sean lo suficientemente altruistas para tomar en consideración la satisfacción del cónyuge más que la propia. Unos cuantos buenos libros sobre el tema, estudiados cuidadosamente dos o tres semanas antes del matrimonio; una conversación franca con el médico de familia, y un consejo pastoral, constituyen normalmente una preparación adecuada.
Otra fuente de ayuda es un diálogo sincero con uno de los padres, del mismo sexo. Como padres, hemos disfrutado en compartir nuestro criterio con dos de nuestros vástagos. Tanto con estas conversaciones como por la lectura sugerida, ambos hicieron, al parecer, una hermosa adaptación. Lo que sigue en este capítulo incluye algunos aspectos de lo que conversamos con ellos acerca de ellos mismos y de sus cónyuges. El estudio de estos aspectos resulta extremadamente fascinante tanto para las parejas casadas como para las por casarse. Cuando esta información es considerada a la luz de los propósitos designados para el matrimonio —concepción, placer y comunicación marital—, el lector tiene que persuadirse de que Dios creó al hombre de forma admirablemente СКАЧАТЬ