Acto matrimonial. Tim LaHaye
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Название: Acto matrimonial

Автор: Tim LaHaye

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788482676371

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СКАЧАТЬ porque se sentía derrotado. Muchos maridos temen en su subconsciente que sus esposas soportan el acto sexual debido a un sentido del deber o a una motivación de interés. Lo que cada hombre necesita, especialmente durante el período de derrota, es convencerse de que su esposa le quiere por lo que él es, y no por lo que hace por ella. Yo conocía bastante bien a su esposo, dinámico y colérico, para darme cuenta de que no sospecharía nada malo de su esposa, antes al contrario, cualquier manifestación de cariño por parte de ella le proporcionaría un sedante moral que le haría mucho bien. Más adelante, su esposa me informó que no lo había tomado a mal, sino que dentro de cinco minutos después de hacer el amor comenzó a compartir una nueva idea comercial con ella. Aunque esa idea nunca se materializó, lo encaminó hacia arriba. Pronto encontró su sitio y hoy goza de una posición bien lograda.

      Uno de los aspectos instructivos de este caso es el hecho de que ahora su esposo reconoce que su mujer le ayudó a «volver a ser él mismo». Naturalmente, jamás se refiere a su experiencia sexual, ignorando que yo lo sé; pero dice cosas como: «¡Mi esposa es toda una mujer! Cuando estaba aplastado y aniquilado, ella seguía teniendo fe en mí. Fue su confianza la que encendió la mía.» De hecho, antes de que ella viniera a pedirme consejo, había expresado su confianza en él muchas veces, diciéndole algo así: «No te dejes aniquilar, hombre; puedes empezar de nuevo.» Pero no pudo comunicarle su confianza en términos entendibles para él hasta que le hizo el amor. Mucho más adelante ella me ofreció un comentario muy interesante para mí. Me dijo que no pudo recordar que su esposo la hubiera abrazado jamás tan estrechamente durante el acto como aquel día. Mas esto no es muy difícil de comprender. Los hombres son muchachos crecidos, y el fracaso de ese hombre quebrantó su hombría y acentuó el niño que se esconde en el corazón de cada hombre. Pero el amor volvió a triunfar una vez más cuando todo lo demás en su vida había fallado.

      Algunas mujeres probablemente tacharán esta manera de hacer el amor como «explotación del sexo». Nosotros preferimos pensar de ello como expresión de amor altruista. Por amor a su esposo, esta esposa creó una atmósfera sobre la base de las necesidades de su marido, no sobre sus sentimientos propios. Es un hermoso cumplimiento de la descripción del amor en la Biblia: «No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros» (Fil. 2:4).

      Una mujer compartió con nosotros lo siguiente: «No importa en qué consista nuestra vida amorosa, hay un tiempo cada mes cuando siempre trato que mi esposo me haga el amor: la noche después que él ha pagado las cuentas de la familia. Parece ser la única cosa que lo vuelve a lo normal.» Su esposo merece una calificación inferior por su falta de confianza en Dios respecto a sus negocios (1.ª Tes. 5:18), pero ella es acreedora a la nota máxima por ser una mujer sabia y amante, que sabe aprovechar y completar los buenos momentos de su marido.

      Estas historias aparecen en fuerte contraste a lo que pasa normalmente cuando el ego del marido sufre una baja por fracasos, deudas o problemas. La mayoría de las esposas egocéntricas es escandalizan de tal manera a la vista de un esposo inseguro durante el período de prueba, que están muy mal preparadas para ser apoyo durante el tiempo de desastre. No os engañéis por la delgada capa de densa masculinidad que lleva la mayoría de los hombres; por debajo hay muchas necesidades emocionales que únicamente una esposa amante puede llenar.

      El viejo «tabú» victoriano según el cual «una dama no ha de actuar como si disfrutase del amor» está en conflicto con la necesidad que tiene el marido de saber que su mujer goza plenamente de su amor sexual. Los victorianos no parecían distinguir entre tabúes premaritales y maritales. Naturalmente, una mujer muy cristiana no se jactará de su goce sexual; eso es un asunto personal. Son muchas más las mujeres inseguras que se engañan pensando que deberían tener apariencia y actitud sexy en público. ¡Esto es un sex appeal distorsionado! Una mujer verdaderamente segura reservará su sex appeal y satisfacción únicamente para su esposo. A él le da un inmenso gozo. De hecho, hace que su propio placer sexual sea mucho más satisfactorio cuando está seguro de que el acto ha sido disfrutado mutuamente. Una mujer sabia y comprensiva hace todo lo posible para hacer saber a su marido que lo encuentra un amante excelente y que disfruta de sus relaciones en común. Esto es muy bueno para su ego y promueve una comunicación honesta entre ellos. Sólo una modestia falsa, y no sincera, ocultaría un conocimiento tan vital a su pareja. El amor genuino florece dándose. Es por eso que un esposo entregado encuentra gran deleite en saber que su esposa disfruta cuando le hace el amor.

      Los beneficios de un amor de esta índole no sólo intensifican la solidaridad de los amantes, sino que se derraman sobre los hijos, bendiciéndoles. Un hombre seguro será un padre mejor, juzgará con más acierto y mejorará su capacidad de amar a toda la familia.

      3.Intensifica su deseo amoroso hacia su esposa. Estamos familiarizados con la palabra «síndrome», mas por lo general la asociamos con cosas negativas como la depresión, ira o temor. Sin embargo, su uso es apropiado en relación con el amor. Un síndrome de amor nunca ha hecho daño a nadie, y un síndrome es creado entre cónyuges cuando su amor sexual es satisfactorio para ambos.

      Por haber Dios conferido al hombre un intenso instinto sexual, pero además conciencia moral, la liberación satisfactoria de ese instinto sin provocar su conciencia intensificará su amor por la persona que le da esa posibilidad. Pero solamente una persona en el mundo puede hacerlo: su esposa.

      Invitamos al lector a que siga nuestro razonamiento. El instinto sexual del hombre sólo puede ser aliviado mediante la eyaculación. Esta es lograda por medio de: 1) coito, 2) masturbación, 3) emisión nocturna, y 4) homosexualidad. Más allá de toda comparación, el coito con una mujer es el medio más satisfactorio de eyaculación; mas éste, a su vez, puede ser logrado de tres maneras: por el acto marital, la prostitución o el adulterio. De estas tres, solamente una va acompañada por una conciencia clara y tranquila: el amor marital. Nuestro capítulo de preguntas y respuestas (capítulo 14) tratará sobre las experiencias sexuales ilegítimas, mas debemos señalar aquí que todas tienen un factor común: Aunque proporcionan alivio biológico, no garantizan disfrute duradero, porque la conciencia dada por Dios a todo hombre le «acusa» cuando viola las normas divinas de moralidad (lea Romanos 1). Cuando el sexo proporciona únicamente placer, pero va seguido del sentimiento de culpabilidad, resulta una burla de lo que Dios quiso que fuera una experiencia satisfactoria. Por el contrario, el acto marital, al ser llevado a cabo debidamente, es seguido por relajamiento físico basado en la inocencia. Por ser el sexo parte tan necesaria de la vida humana y porque el amor marital preserva la inocencia y la conciencia, la mujer que proporciona esto al hombre se convertirá en forma creciente en el objeto de su amor.

      Bobbie era una típica belleza sureña que vino a solicitar consejo porque le parecía que Joe ya no la quería. Aunque no pudo probarlo, se descargó así: «Estoy segura de que tiene otra mujer.» Parecía increíble que existiese un hombre que pudiese poner sus ojos en otra mujer teniendo una esposa tan bella y con un acento de voz tan encantador. Pero en el curso de la entrevista salió a luz el hecho de que ella usaba el sexo como una recompensa, racionándolo de acuerdo con el buen comportamiento de Joe. Como cualquier hombre normal, Joe encontró esto intolerable. Nunca sabremos si realmente llegó a ser infiel, porque tras una conversación muy al grano en nuestra sala de consejo Bobbie se marchó a casa para amar a su esposo incondicionalmente. Este, al comienzo se encontró estupefacto al ver a su esposa sexualmente agresiva, pero como hombre que era se ajustó rápidamente a los deseos de ella. Encontró el acto legítimo con su esposa de tal manera satisfactorio que no sentía más tentación para poner sus ojos en otra parte.

      Un esposo satisfecho lo resumió de una manera más bien gráfica al ser preguntado si alguna vez había sido tentado a probar experiencias extramaritales: «Cuando tienes un “Cadillac” en el garaje, ¿cómo puedes ser tentado de robar un “Volkswagen” de la calle?»

      La actitud femenina a este respecto ha cambiado para bien en años recientes. Anteriormente era común que muchas mujeres consideraran el acto sexual como «parte necesaria del matrimonio», СКАЧАТЬ