Acto matrimonial. Tim LaHaye
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Название: Acto matrimonial

Автор: Tim LaHaye

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788482676371

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СКАЧАТЬ clase de gente. Llegamos a esta conclusión no solamente por haber aconsejado a cientos de personas sobre estos temas íntimos y por haber recibido muchas cartas y preguntas durante veintisiete años de ministerio, o por haber llevado a cabo más de cien Seminarios de Vida Familiar, sino porque es cierto el hecho de que el mutuo placer y gozo son los propósitos de Dios, al diseñarnos tal como lo hizo. Esto lo ha hecho claro por medio de Su Palabra.

      Notas

      1 James Strong, «Diccionario de las palabras en el Testamento griego» (Nueva York: Abingdon-Cokesbury Press, 1890), pág. 42.

      2 Joseph Henry Thayer, Enciclopedia griego-inglés Thayer del Nuevo Testamento, edición revisada (Marshalltown, 1899), pág. 352.

      3 Tim LaHaye (Wheaton, III.: Tyndale House Publishers, 1968).

2 Lo que el acto de amor significa para un hombre

      Enfocar la vida a través de los ojos de otro es la llave a la comunicación en cualquier nivel. La falla de muchas esposas en comprender lo que el acto de amor realmente significa para el hombre lleva, muchas veces, a una conclusión errónea, que a su vez sofoca su capacidad natural de responder a las iniciativas de su esposo.

      Susie comenzó nuestra entrevista de consejo quejándose: «Nuestro problema es que ¡Bill es una bestia! ¡Todo lo que piensa siempre es sexo, sexo, sexo! Desde que lo conocí no hago otra cosa que resistirle. ¡Tal vez sufre de sobreexcitación sexual!» ¿Qué tipo de hombre imagina el lector después de oír su descripción de Bill? Probablemente un tipo de gigante bronceado transpirando virilidad por todos los poros de su cuerpo, y ojos hipnóticos que coquetean con cada chica que le viene enfrente. ¡Nada más lejos de la realidad! Bill es un hombre tranquilo, dependiente y amante de su familia, trabajador y cariñoso. Un hombre que a los treinta años aún conserva algo de inseguridad juvenil. Al preguntar yo con qué frecuencia hacían el amor, ella respondió: «Tres a cuatro veces por semana.» (Hemos descubierto que por lo general las mujeres dicen que hacen el amor con más frecuencia que lo que declaran sus esposos, y un esposo insatisfecho normalmente subestima la frecuencia de sus experiencias amorosas. Al establecer un promedio de ambos informes, obtenemos una cifra aproximadamente exacta.) De hecho Bill no es anormal; en efecto, de acuerdo a nuestras encuestas, funciona bien dentro del promedio de esposos de su edad.

      Susie tenía tres problemas: no le gustaban las relaciones sexuales, no comprendía las necesidades de Bill, y le interesaba más su propia persona que la de su esposo. Cuando hubo confesado su pecado de egoísmo y supo lo que el amor realmente significaba para él, esto cambió su vida de alcoba. Hoy disfruta del acto amoroso, y recientemente nos envió una nota de agradecimiento por el tiempo que le habíamos dedicado, concluyendo: «La otra noche Bill me dijo: “Cariño, ¿qué te ha pasado? Durante años te he perseguido en torno de la cama, y ahora ¡eres tú quien me persigues!”» Sin duda, ella no tuvo que perseguirlo muy lejos.

      El acto conyugal es vitalmente significativo para el esposo al menos por cinco diferentes razones:

      1.Satisface su instinto sexual. Existe el convencimiento general de que el macho, en todas las especies de criaturas vivientes, posee un instinto sexual más fuerte, y el homo sapiens no es ninguna excepción. Esto no quiere decir que las mujeres carecen de un fuerte instinto sexual, pero como veremos en el capítulo siguiente, el suyo es esporádico, mientras que el del hombre es casi continuo.

      Dios diseñó al hombre para ser el iniciador, proveedor y jefe de su familia. De alguna manera esto está atado a su instinto sexual. La mujer a quien le disgusta el instinto sexual de su esposo, a la vez que disfruta de su inteligencia e iniciativa, hará mejor enfrentándose con el hecho de que no puede tener una cosa sin la otra.

      Para ilustrar las causas físicas del instinto sexual masculino presentaremos la evidencia científica de que «cada gota de fluido seminal contiene aproximadamente como 300 millones de espermatozoides».1 Ya que el hombre tiene la posibilidad de llegar a tener de dos a cinco eyaculaciones por día, dependiendo de su edad, resulta obvio que su sistema reproductivo elabora diariamente un enorme depósito de sémenes y muchos millones de diminutos espermatozoides. Si éstos no quedan liberados mediante el coito, pueden causarle gran frustración para su bienestar físico y mental. Un autor dice: «Un hombre normal y sano tiene una acumulación de sémenes cada 42 a 78 horas, lo que produce una tensión que precisa ser liberada.» La frecuencia de esa tensión será determinada por varias condiciones. Por ejemplo, si sobre su mente pesa algún trabajo psíquico o algún problema familiar, no estará tan consciente de tal presión como cuando está libre de preocupaciones. Numerosos estudios indican que los hombres procedentes de áreas rurales desean el coito con más frecuencia que los de áreas urbanas, dentro de la misma escala de edades. Las investigaciones explican que esto ocurre debido a que los urbanos están sujetos a mayores presiones psicológicas que sus congéneres rurales. Existe otra posibilidad, y es ésta: que el hombre rural de toda edad tiene tendencia a ejecutar trabajos físicos más duros, de modo que se encuentra en mejores condiciones físicas que el hombre de la ciudad, que suele gozar de una vida más sedentaria.

      Uno de los conceptos erróneos más comunes en la mente de jóvenes esposas son los relacionados con las necesidades sexuales de sus esposos. Debido a su falta de experiencia, a nociones preconcebidas y, sobre todo, a su temor al embarazo, muchas esposas jóvenes no comparten el entusiasmo de sus esposos para hacer el amor. Este hecho parece ocurrir al revés en los matrimonios avanzados en edad; pero en los primeros años la frecuencia del sexo es, a menudo, causa de conflictos y desacuerdos. Las jóvenes esposas pueden interpretar la pasión juvenil de sus esposos como bestialidad, sin percatarse de que tales instintos no son únicos, sino característicos de la mayoría de hombres normales. Estos instintos son un don de Dios para promover la procreación, que sigue siendo el propósito social primario de la humanidad. Ese don no sólo influencia su comportamiento sexual, sino también su personalidad, trabajo, motivación y casi todas las demás características de su vida. Sin ello él no sería el hombre del cual ella se había enamorado. Sabia es aquella mujer que coopera con esa necesidad en lugar de combatirla.

      2.Otorga plenitud a su hombría. Normalmente el hombre posee un ego más fuerte que la mujer. Si no se considera un hombre en sus propios ojos, no es nada; y de alguna manera su instinto sexual parece estar intrínsecamente ligado a su ego. Nunca conocí a un hombre impotente o sexualmente frustrado que haya gozado de una fuerte imagen de sí mismo. Un esposo sexualmente satisfecho es un hombre que rápidamente desarrollará la confianza en sí mismo en otras áreas de su vida.

      La mayoría de los hombres no echan la culpa de su inseguridad a la frustración sexual porque, o son demasiado orgullosos, o bien no se percatan de la conexión entre una y otra cosa; pero lo he observado tan a menudo que, dondequiera que encuentre un ego masculino quebrantado, busco su causa en la frustración sexual. Un hombre es capaz de llevar frustraciones académicas, laborales y sociales mientras que él y su esposa tengan buenas relaciones en la alcoba; mas el triunfo en otros campos se convierte en burla si fracasa en el lecho. Para un hombre, fracasar en la alcoba significa fracasar en la vida.

      Había una esposa cariñosa que me preguntó lo que podía hacer por su esposo cuyo negocio acababa de sufrir un colapso. Estaba más deprimido que jamás lo había visto, y se sentía incapaz de llegar a él. «Confío que volverá a ser como antes —decía—; es un hombre demasiado dinámico como para dejar que este único fracaso arruine su vida.» Ya que ella hizo oración con él, encargando su futuro económico a Dios, le sugerí que le hiciese el amor en forma agresiva, que se vistiese de manera provocativa, haciendo uso de su encanto femenino para seducirlo. Ella preguntó espontáneamente: «¿No cree que sospecharía? Siempre ha sido él quien ha llevado la iniciativa СКАЧАТЬ