Acto matrimonial. Tim LaHaye
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Acto matrimonial - Tim LaHaye страница 14

Название: Acto matrimonial

Автор: Tim LaHaye

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия:

isbn: 9788482676371

isbn:

СКАЧАТЬ obra creativa ingeniosa de Dios puede verse en la hermosa compatibilidad de los sistemas reproductivos masculino y femenino.

      Los genitales de la mujer (u órganos sexuales, término derivado del latín que significa «parir») caen en dos categorías. El grupo externo, localizado fuera del cuerpo y fácilmente visible, es el acceso al segundo grupo, interno, situado dentro del cuerpo; este segundo grupo, interior, abarca dos ovarios, dos oviductos o tubos, el útero y la vagina.

      Fig. 2.Los órganos reproductivos femeninos.

      Los órganos reproductivos son formados varios meses antes de nacer, pero permanecen inactivos hasta la pubertad (normalmente entre los dos y quince años), cuando reciben una señal para entrar en madurez sexual. La señal importante es dada por la glándula pituitaria, la diminuta glándula situada en la base del cerebro.

      Ovarios. Organos llamados así por la palabra latina ova, que significa «huevos», óvulos. La mujer tiene dos ovarios, cada uno del tamaño de un huevo de zorzal, uno en cada lado de su abdomen. Estos ovarios, correspondientes a los testículos masculinos, producen el óvulo femenino. Al nacer una niña sus ovarios contienen entre 300.000 y 400.000 pequeños folículos llamados ova. Solamente unos tres o cuatro cientos de ellos alcanzarán la madurez para ser expelidos del ovario. A medida que la niña va madurando, sus ovarios comienzan a producir una secreción de las hormonas sexuales femeninas, las cuales promueven su desarrollo. Sus senos comienzan a aumentar de tamaño, un fino vello crece debajo de sus axilas y sobre sus órganos genitales, se ensanchan sus caderas, por todo lo cual va adquiriendo su apariencia femenina y curvilínea. A unos intervalos de aproximadamente un mes un óvulo llega a madurar hasta alcanzar el tamaño de unas dos centésimas de pulgada en diámetro, para ser expulsado entonces por el ovario al tubo falopiano.

      Los tubos falopianos. Algunas veces llamados «oviductos», que significa conductos de óvulos; son tubos de cerca de cuatro pulgadas de largo, conectados con los ovarios, los cuales llevan el óvulo hasta el útero durante el período aproximado de setenta y dos horas. Si durante ese período ocurre un coito, es muy probable que al menos uno de los espermatozoides activos se abrirá camino a través de la vagina y el útero hasta el tubo falopiano y se unirá al óvulo. En aquel momento se concibe vida. Si el óvulo no es fertilizado por el espermatozoide dentro del tubo falopiano, pasa al útero y se disuelve.

      Utero o matriz. Organo firme y muscular (de la palabra en latín uterus, que significa «matriz» o «barriga»), se le describe normalmente como del tamaño y forma de Una pequeña pera, de cerca de cuatro pulgadas de largo. El interior del útero es una cavidad estrecha, de forma triangular, rodeada de gruesas paredes musculares. Los dos tubos falopianos entran en la parte superior. La parte inferior de la cavidad uterina que forma su base estrecha es llamada canal cervical. El útero, capaz de una inmensa expansión, es el área en la cual el bebé crece durante la preñez.

      Cérvix o cuello. El cuello del útero, de la palabra latina cervix, que significa «cuello». El cuello rodea el canal cervical, formando el extremo angosto en la base del útero. Aproximadamente la mitad del cuello se proyecta en la vagina y por ello puede ser examinado por el médico casi con tanta facilidad como el oído o la nariz. Antes de la gravidez el cuello se palpa como la punta de la nariz; después del alumbramiento, como la punta del mentón. La apertura del cuello dentro de la vagina se llama os cervical (significa «boca o apertura cervical», en latín). Este canal es tan estrecho que no puede pasar por él nada más grueso que una mina de lápiz. El canal, normalmente cerrado herméticamente, ayuda a mantener el interior del útero virtualmente libre de gérmenes, especialmente porque una leve y constante corriente de flujo húmedo y purificador fluye a través de él hacia fuera.

      Vagina. Organo primario femenino para el coito, comparable al pene masculino y diseñado para recibirlo. Deriva su nombre de la palabra latina vagina, que significa «vaina»; es un canal muy elástico, en forma de vaina, que sirve de paso desde y hacia los órganos situados dentro del cuerpo. Mide entre tres a cinco pulgadas de largo, y sus paredes interiores, de delicados tejidos musculares, tienen la tendencia de recoger su superficie lisa en pliegues «drapeados».

      Las paredes de la vagina contienen muchas pequeñas glándulas que producen continuamente una húmeda película de efecto lubricante y purificador, de modo que la vagina es autolimpiadora (similar en este respecto al ojo). En su parte superior la vagina forma un abultamiento curvado que encierra la punta del cuello.

      Cerca de la apertura exterior de la vagina hay una concentración de nervios sensores. La apertura está circundada por un músculo contractor que responde a la comunicación de estos nervios sensores. Este músculo puede ser contraído o relajado a voluntad. Implantadas en el músculo constrictor hay dos glándulas del tamaño de una letra O mayúscula, o levemente mayor —las glándulas de Bartholin—, las que producen una cantidad muy pequeña de lubricante adicional, principalmente al recibir estímulo sexual.

      La primera respuesta al estímulo sexual en una mujer involucra lubricación de la vagina, lo que normalmente ocurre dentro de diez o treinta segundos. Se ha descubierto recientemente que esta excitación hace que las paredes de la vagina se cubran con gotas de lubricante, muy parecidas a la humedad sobre un vaso frío, teniendo esto una aplicación muy práctica en el momento de la misma inserción del pene durante el coito. Podría ser necesario que el esposo tocase suavemente la entrada de la vagina para recoger algo de este lubricante, o bien en muchos casos preferirá aplicar un lubricante artificial, soluble en agua, tal como la gelatina K-Y de Johnson & Johnson, que se obtiene en farmacias. De ésta es suficiente una ínfima cantidad aplicada sólo a la cabeza del pene o la parte exterior de la vagina, por existir normalmente suficiente lubricante natural dentro de ésta.

      Area de la vulva. Apertura exterior de la vagina que contiene varios órganos, incluyendo los labios exteriores, llamados labios mayores. Los labios están formados del mismo tipo de piel rugosa como el saco de escroto masculino. Bajo excitación sexual estos labios se hinchan, aumentando su grosor. Al abrirse revelan los labios interiores, llamados labios menores, que son unas membranas sumamente delicadas por delante de la estructura de la vulva. Estos labios interiores consisten en un tejido muy similar al del glande del pene.

      Himen. Su nombre se deriva del dios mitológico del matrimonio, y es una membrana en la parte de la apertura externa de la vagina que puede ser relativamente dura. Sin embargo, el himen puede faltar totalmente desde el nacimiento y ello no es necesariamente una indicación de pérdida de la virginidad La apertura del himen en una virgen es aproximadamente de una pulgada de diámetro, pero para una introducción cómoda debe tener una pulgada y media de diámetro. El 50 por ciento de las recién casadas admiten haber experimentado algún dolor en el primer coito; el 20 por ciento no haber tenido dolor alguno, y un 30 por ciento declara haber sentido dolores más bien fuertes.

      Previamente al matrimonio cada mujer joven debería someterse a examen médico, y a discreción de éste y con el consentimiento de ella, el himen puede ser abierto para evitar demora innecesaria en el coito después de la boda. En caso de que la joven tuviese serias objeciones a este procedimiento, se puede programar un examen físico para el día siguiente a la boda. Si ella prefiere que sea su esposo el que extienda el himen en la noche de boda, es de suma importancia el uso de la gelatina lubricante, aplicada generosamente al pene y en torno de la apertura vaginal. Entonces debe ser ella quien haga el papel de pujar a fin de controlar mejor el grado de presión que pueda tolerar; y esto en cualquier posición de coito que hayan elegido, preferentemente una en la cual el pene sea dirigido hacia abajo y hacia la parte posterior de la apertura vaginal. Puede ser que sean necesarios varios intentos para penetrar por el himen; si no se logra tras unas cuantas tentativas no debe seguir exponiéndose a lastimar esa área y arriesgarse a que llegase a ser tan doloroso que СКАЧАТЬ