Название: Teorías del Imperialismo y la Dependencia desde el Sur Global
Автор: John Smith
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789874066046
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A lo largo de esas infinitas lecturas e indagaciones, prácticamente inabarcables, se destacan, entre muchos otros textos, cuatro obras, tres libros y un artículo: John A. Hobson: Estudio del imperialismo de 1902; Rudolf Hilferding: El capital financiero de 1910 [traducido al ruso en Moscú en 1912]; Rosa Luxemburg: La acumulación del capital de 1912 y el libro, prologado por Lenin como ya mencionamos, de Nikolái I. Bujarin La economía mundial y el imperialismo de diciembre de 1915. A esos cuatro trabajos principales, en su obra finalmente terminada al culminar junio de 1916, Lenin le agrega la utilización de muchos otros, como los escritos y análisis de Heymann, Herman Levy, Vogelstein, Riesser, Kestner, Liefmann, Tafel, Lansburght, Kaufmann, Schulze-Gaevernitz, Lysis (de quien adopta la expresión, tan importante en su obra, de “oligarquía financiera”), Stillich y Sombart entre muchísimos otros.
En los Cuadernos de lectura, Lenin va bosquejando distintos planes de redacción de su futuro libro sobre el imperialismo. En uno de los primeros planes de escritura va enumerando sucintamente posibles temas a abordar (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 189-191) pero más adelante avanza, detalla y desglosa con lujo de detalles el plan definitivo de la obra a lo largo de 15 páginas (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 220-235). Como también está presente en su ya mencionada correspondencia, en dicho plan manuscrito podemos advertir que Lenin tenía en mente, a la hora de escribir su futuro El imperialismo, fase superior del capitalismo, que dicho libro iba a pasar por la censura, por lo tanto tenía que “disimular” los aspectos más políticos, incluso político-militares, que figuraban como consecuencias ineludibles de sus análisis. El propio Lenin hace explícita mención de la censura por cuyo filtro deberá atravesar el libro en cuestión, lo cual explica que ensaye alternativas posibles para cada uno de los títulos, subtítulos y capítulos, ingeniándoselas para poder “eludir” las tijeras y prohibiciones del zarismo (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 220).
En esos mismos Cuadernos, Lenin señala críticas detalladas o diferentes falencias en las obras de Hobson, Kautsky y Hilferding (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 189-191; 254-261; 324-329; T. 2: 221-224; 227-228).
El nombre de Rosa Luxemburg (su seudónimo político “Junius”) aparece en varios pasajes, pero tan solo mencionado (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 278, 300, 373; T. 2: 113, 169, 184, 189-190, 194, 348 y 353). En estos Cuadernos, Lenin no critica en detalle La acumulación del capital de Rosa, pero sí extracta y critica el folleto “La crisis de la socialdemocracia” (redactado en abril de 1915) y, en particular, su apéndice “Tesis sobre las tareas de la socialdemocracia internacional” (fechado en Zürich, 2 de enero de 1916), principalmente por su incomprensión del derecho de las naciones oprimidas a la autodeterminación, en la época del imperialismo. Cabe recordar que en ese texto Rosa cita como fuente creíble y confiable a Karl Kautsky y esgrime una posición “internacionalista” abstracta, contraria a las guerras de liberación nacional antiimperialista de los pueblos coloniales y periféricos, muy diferente a la posición política sostenida por Lenin en su ya mencionada obra Sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación de 1914. Lenin extracta algunos fragmentos y se hace preguntas al margen del texto de “Junius” (Rosa) (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 300-306).
El cuaderno especial titulado “Imperialismo” (que figura aparte de la secuencia de los primeros 15 cuadernos y no aparece foliado, como el resto, con letras griegas), de corta extensión, fue redactado en sus segmentos principales por la compañera de Lenin, Nadezhda Krupskaya. Lenin sí subrayó algunos pasajes de este pequeño cuaderno, hizo la paginación y agregó una inscripción en la portada (Lenin [1912-1916] 1984, T. 2: 278-289).
Si El imperialismo, fase superior del capitalismo incursiona explícitamente en la problemática de la dependencia (¡sic!), donde Lenin ubica precisamente como ejemplo arquetípico a la Argentina (Lenin [1916a] 1960, T. 22: 277; Lenin [1916b] 2009: 483), en sus Cuadernos sobre el imperialismo, había previamente analizado y reseñado el libro del Dr. Robert Redslob Países dependientes (Un análisis del concepto de poder gobernante originario) [Leipzig, 1914, 352 páginas] (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 237-238). De este autor, Redslob, adopta la expresión “países dependientes”, empleada en la fuente original para hacer referencia a países y sociedades bajo dominación colonial principalmente inglesa que logran su posición de supuestos “países libres”, pero en realidad “son países dependientes” [subrayado de Lenin N. K.]. Lenin anota y subraya: “Utilizar para comparar el imperialismo (económico) y la independencia política” (Lenin [1912-1916] 1984, T. 1: 237-238).
Precisamente desde esa perspectiva, en su libro célebre de 1916 empleará el concepto de “dependencia” intentando subrayar el carácter de un tipo de países diferentes a las viejas colonias y semicolonias, con institucionalidad formal propia pero sustancialmente dependientes. Si en la reseña del libro de Robert Redslob que figura en sus Cuadernos, Lenin anotaba principalmente los nombres de Australia, Sudáfrica y Canadá como ejemplos empíricos de este carácter, en El imperialismo, fase superior del capitalismo la categoría teórica de “dependencia” será trasladada y aplicada, en cambio, a... la Argentina (Lenin [1916a] 1960, T. 22: 277; Lenin [1916b] 2009: 483).
Habiendo entonces pasado revista a esa inmensa y abigarrada acumulación de trabajos de investigación encarada por Lenin desde 1893 hasta la primera mitad de 1916, incluyendo sus incontables polémicas con populistas liberales, marxistas legales, catastrofistas y derrumbistas “ortodoxos”, revisionistas neokantianos, partidarios del “ultraimperialismo” pacífico, etc.; además de sus hipótesis sobre la superexplotación (sin utilizar la palabra, pero sí el concepto) del trabajo de los pueblos indígenas por parte de las burguesías nativas de países periféricos en alianza con las potencias imperialistas centrales, sus estudios sobre los derechos a la autodeterminación de las naciones oprimidas y pueblos coloniales, sus lecturas sobre la lógica dialéctica en El Capital (siguiendo el hilo en Marx desde la Ciencia de la Lógica de Hegel hasta la Metafísica de Aristóteles), sus cuadernos de notas sobre Clausewitz y la guerra como continuación de las contradicciones económicas y políticas por medios violentos, sus apuntes y síntesis críticas sobre Hobson, Hilferding, Luxemburg y Bujarin, su reflexión sobre la dependencia como un fenómeno consustancial a la época del imperialismo, llegamos, por fin, a la obra madura El imperialismo, fase superior del capitalismo.
En ella, Lenin, atento a la lectura de la juventud y la militancia revolucionaria (como reconoce en la mencionada carta a M. N. Pokrovsky), termina sintetizando en forma pedagógica lo que considera los cinco rasgos fundamentales del imperialismo:
(1) La concentración de la producción y del capital llegada hasta un grado tan elevado de desarrollo, que ha creado los monopolios, los cuales desempeñan un papel decisivo en la vida económica;
(2) La fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base de este «capital financiero», de la oligarquía financiera;
(3) La exportación de capitales, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia particularmente grande;
(4) La formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo, y
(5) La terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes (Lenin [1916a] 1960, T. 22: 280-281 y Lenin [1916b] 2009: 487).
Esta enumeración, aparentemente simple, “escolar” y “popular”, en realidad sigue un hilo completamente metódico, como ha destacado Rodolfo Banfi en A propósito de «El imperialismo» de Lenin (Banfi, en Santi et al [1969] 1971: 94). СКАЧАТЬ