Название: Teorías del Imperialismo y la Dependencia desde el Sur Global
Автор: John Smith
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789874066046
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Siguiendo el hilo rojo de los descubrimientos y tendencias expuestas por Marx en El Capital, Lenin pudo actualizar la teoría marxista, articulando una reflexión coherente y profunda sobre el desarrollo desigual de las formaciones económico-sociales dentro de un sistema mundial capitalista ya dominado por el imperialismo y los grandes monopolios, trusts y cárteles que, motorizados por el capital financiero (fusión del capital bancario con el industrial) operan a escala global, a través de..., según sus propias palabras, una “red internacional de dependencias” [subrayado N. K.] (Lenin [1916a] 1960, T. 22: 252 y [1916b] 2009: 458).
Su papel central, hoy ya inocultable, en tanto fuente de inspiración de la teoría marxista de la dependencia, no se reduce exclusivamente a sus investigaciones sobre: (a) la comprensión del capitalismo imperialista como sistema mundial, radicalmente diferenciado de los estudios económicos convencionales sobre “el comercio internacional” entre Estados-naciones, concebidos como entidades recíprocamente autónomas; (b) la tesis del carácter asimétrico y el desarrollo desigual de las distintas formaciones económico sociales, operante a escala internacional (y dentro de cada una de las formaciones sociales); (c) la corroboración del reparto del mundo colonial, semicolonial y dependiente entre países, sociedades y empresas oligopólicas multinacionales y (d) la diferenciación topológica de países, sociedades y naciones imperialistas, coloniales, semicoloniales y dependientes.
Además de estas tendencias propias del capitalismo imperialista entendido como sistema mundial, comunes a la teoría del imperialismo de Lenin y a las obras clásicas de la teoría marxista de la dependencia, en sus múltiples textos encontramos también otra reflexión fundamental del principal pensador bolchevique, mayormente “descuidada” o inobservada, por parte de sus críticos, sus partidarios e incluso hasta en sus exégetas.
Se trata de (e) la hipótesis leninista que describe y denuncia la “superexplotación” o “explotación redoblada” [Lenin no utiliza explícitamente ninguna de estas dos palabras, aunque sí hace referencia al concepto teórico que aquellas designan. N. K.] de los pueblos coloniales, periféricos y dependientes, en particular, los pueblos indígenas.
Reseñando los debates del Congreso Internacional de Stuttgart [1907] sobre el capitalismo mundial y el papel fundamental de la lucha contra la política de conquista de las grandes potencias imperialistas (escandalosamente justificado por los “socialistas” colonialistas Eduard Bernstein de Alemania y Hendrick Van Kohl de Holanda, por entonces dos de los principales líderes del revisionismo a escala internacional), Lenin escribe: “La burguesía establece en las colonias un régimen de auténtica esclavitud, somete a los indígenas a escarnios y violencias sin precedentes y los «civiliza» difundiendo el alcohol y la sífilis. ¡Y se propone que, en tales condiciones, los socialistas se dediquen a pronunciar frases evasivas sobre la posibilidad de reconocer en principio la política colonial! [Lenin se refiere a las tesis de
E. Bernstein y H. Van Kohl. N. K.]. Ello equivaldría a adoptar abiertamente el punto de vista burgués. Ello significaría dar un paso decisivo hacia la supeditación del proletariado a la ideología burguesa, al imperialismo burgués, que ahora levanta la cabeza con particular altivez” (Lenin [1907] 1960, T. 13: 70). Más adelante agrega: “Tales condiciones crean en ciertos países una base material, una base económica para contaminar el chovinismo colonial al proletariado de esos países” (Lenin [1907] 1960, T. 13: 71). Y finalmente, polemizando contra la arrogancia del “socialismo” colonialista difundido en la Segunda Internacional, Lenin aporta una teorización de una importancia incalculable a los fines de este estudio. Entonces escribe: “Pues bien, la vasta política colonial ha llevado en parte [subrayado de Lenin. N. K.] al proletariado europeo a una situación por la que no [subrayado de Lenin. N. K.] es su trabajo el que mantiene a toda la sociedad, sino el trabajo de los indígenas casi totalmente sojuzgados de las colonias [subrayado de N. K.]” (Lenin [1907] 1960, T. 13: 71).
Si observamos detenidamente su razonamiento, resulta que, en el capitalismo imperialista comprendido como sistema mundial, no sería el trabajo de las clases obreras europeas y occidentales —aquellas que operarían con mayor nivel de “productividad” y tecnología— el que mantendría a toda la sociedad, permitiendo su reproducción social, sino... “el trabajo de los indígenas casi totalmente sojuzgados de las colonias” (sic).
Esta reflexión de Lenin, quien jamás escribe “a vuelapluma” ni formula juicios de manera puramente retórica, sino precisando y puliendo de manera obsesiva cada uno de sus conceptos, hipótesis y categorías, plantea la tesis según la cual la explotación de “los indígenas” (es altamente probable que mediante este término el líder bolchevique no se esté refiriendo exclusivamente a los pueblos originarios, tal como los entendemos hoy en día [2022], sino a todos los pueblos explotados de las sociedades coloniales y dependientes) permite reproducir no solo el capitalismo colonial, semicolonial y dependiente, sino también... a las sociedades metropolitanas, occidentales y “civilizadas” del capitalismo imperialista.
En el conjunto de su obra, Lenin no profundiza ni desarrolla con lujo de detalle esta hipótesis suya, de altísimo valor teórico y político para los estudios contemporáneos, formulados desde el Sur Global. Se concentra prioritariamente en el análisis, la crítica y la denuncia de las empresas, sociedades y naciones imperialistas. Pero evidentemente tenía muy en claro el papel fundamental de esta explotación de “los pueblos indígenas” por parte de sus burguesías nativas y del régimen imperialista, en tanto sistema mundial, al punto que llega a afirmar que ese trabajo indígena... brutalmente sojuzgado... es el que “mantiene a toda la sociedad” (¡sic!).
Semejante hipótesis de 1907, aún sin desarrollar al detalle, está presente en sus planteos sobre el derecho de las naciones oprimidas a la autodeterminación (de 1914) y, sobre todo, en la política radicalmente antiimperialista y anticolonialista que adoptará la Internacional Comunista bajo su liderazgo, en sus primeros congresos (Schlesinger [1967] 1977: 46-48).
Aun sin haber empleado la palabra textual “superexplotación” ni haber recurrido a la expresión “explotación redoblada”, resulta innegable que dicho concepto teórico explicativo se encuentra en su teoría crítica y en la denuncia económica y política que Lenin hace del imperialismo. Aproximadamente seis décadas antes de que lo empleara y desarrollara Ruy Mauro Marini como una de sus categorías centrales en la teoría marxista de la dependencia.
Habiendo entonces superado y dejado atrás aquellos antiguos debates y polémicas contra populistas liberales y marxistas legales de la última década del siglo XIX, a inicios del siglo XX, Lenin se introduce de lleno en nuevas controversias de largo aliento y alto nivel teórico. Ahora centradas en la presunta teoría del “derrumbe” automático del capitalismo, que algunos quisieron encontrar en El Capital para cuestionar a Marx y su proyecto revolucionario, tratando de derivar el socialismo, no de la teoría de la crisis capitalista y la organización revolucionaria imprescindible para intervenir políticamente en el campo de probabilidades que abren sus contradicciones antagónicas sino a partir del... ¡iluminismo de la ética kantiana!
A varios kilómetros de distancia de ese reformismo revisionista, Lenin nunca se desbarrancó por la pendiente de las unilateralidades de quienes creyeron toparse en los estudios de Marx con una consoladora teoría del “derrumbe”, ineluctable y automático, del sistema capitalista (sea por sus desproporcionalidades endógenas, propias de la acumulación capitalista; СКАЧАТЬ