La universidad latinoamericana en la encrucijada de sus tendencias. Claudio Rama Vitale
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СКАЧАТЬ millones de estudiantes a 21,5 millones. Se podría decir que es un cambio de una dimensión societaria de tal importancia como el que produjo la urbanización entre los años 40 y los 70, o la feminización de los mercados laborales desde los 70.

       Cuadro n.o 3

       Tasa de cobertura de la educación superior

19707,03 %
197512,27 %
198014,22 %
198515,77 %
199016,45 %
199518,43 %
200023,4 %
200520102015201731,7 %41,0 %48,6 %50,6 %

      La demanda por acceso a la educación ha promovido el pasaje de una educación de elites a una educación de masas en la región y, como derivación de ello, ha incentivado múltiples transformaciones en los sistemas universitarios que han desarrollado diversos mecanismos para ajustarse a esas demandas de las familias y para aprovecharse mercantilmente de su sacrificio para cubrir sus expectativas. Esta ampliación de la cobertura de la educación superior ha sido el motor fundamental de los cambios en los sistemas terciarios en las décadas pasadas a través de la diferenciación, la mercantilización, la expansión y la complejización institucional, así como a través de la conformación de circuitos diferenciados de calidad. Han sido evoluciones que fueron acompañadas por diversas respuestas a dichas demandas, pero sobre la base de modelos presenciales, relativamente rígidos, con una diferenciación de mercado en función de ajustes de calidad, precios y flexibilización de horarios. Más aun, la respuesta contribuyó a la deformación institucional y de calidad tanto a través de las macrouniversidades y de las microuniversidades, como de ámbitos de diferenciación de las ofertas disciplinarias y de circuitos de calidad, mostrando que la expansión institucional en este sentido fue una característica conjunta a la propia diferenciación sistémica.

      La expansión de la cobertura de la educación terciaria debería continuar en los próximos años a través del pasaje desde el actual sistema universal (más del 50% de cobertura del año 2017) hacia sistemas mayores, lo cual implicará nuevos cambios y transformaciones institucionales, financieras y educativas para facilitar el ingreso de los nuevos estudiantes cada vez de sectores de menos ingresos económicos, con mercados más competitivos y con demandas más diversificadas.

      La expansión institucional, en general, deriva del ajuste de las instituciones a las demandas del mercado. Sin embargo, muchas de las demandas propias de los sectores estudiantiles, tanto en términos de las disciplinas, de la cantidad de profesionales como de los niveles de calidad, no están ajustadas a las demandas reales de los mercados laborales, sino a demandas potenciales o a expectativas de trabajo. Las instituciones de educación superior, públicas y privadas, se ajustaron a esas nuevas demandas casi automáticamente. En condiciones de mercado como en dinámicas educativas públicas bajo modelos autonómicos, hay una fuerte incapacidad de ajustar la oferta de vacantes universitarias a las reales vacantes del mercado laboral. Este proceso genera en el largo plazo una sobreoferta educativa de profesionales y técnicos universitarios, y un incremento de la competencia en los mercados laborales profesionales. Por su parte, la sobreoferta tenderá al tiempo a aumentar el desempleo profesional, que hoy en la región en general es friccional, y se constituirá en el factor determinante para procesos de selección más competitivos así como en una presión por una sobrecapacitación a través de estudios adicionales con la consiguiente competencia con mejores acreditaciones por los mismos puestos, conformando así un modelo del mercado laboral marcado por una dinámica asociada a mayores certificaciones y competencias. La estrategia de sobrevivencia de los hogares y la libertad de oferta terciaria conforman las bases del mercado de profesionales y técnicos, en tanto requisito a su vez para una acumulación de capital con mayor densidad tecnológica. Las decisiones de cuánto y en qué invertir en educación, sin embargo, no se basan en una información racional y completa sobre los niveles salariales de los diversos mercados profesionales; ya que, en general, se carece de información pública sobre los salarios de las diversas profesiones por carreras e instituciones. Inclusive, la complejidad de las prospectivas laborales en contextos con altas incertidumbres dificulta la existencia de informaciones fidedignas y confiables sobre cuáles pudieran ser los escenarios de las remuneraciones promedio de las diversas disciplinas. La propia alta diferenciación de estas y la creciente especialización de todos los campos profesionales tornan aún más difícil proyectar niveles de remuneraciones salariales.

      La teoría de las colas de Thurow nos muestra que los mercados laborales se caracterizan por una dinámica de incremento de la productividad a través de la sustitución de puestos menos capacitados por puestos más capacitados, a los mismos o parecidos niveles salariales, con lo cual se refuerza la tendencia a la sobreeducación como mecanismo para competir por los puestos de trabajo. Tal proceso es más consistente en dinámicas donde las economías crecen menos que la oferta de nuevos técnicos y profesionales universitarios, tal como ha acontecido en la región en las últimas décadas.

      Si se mantienen las tendencias que significaron un incremento de 1,67 por ciento anual del porcentaje de cobertura de la educación superior respecto a la población de 20 a 24 años, haciendo una proyección para un escenario meta del año 2025, podemos suponer que se alcanzará una tasa de cobertura sobre la población de 20 a 24 años al 65 por ciento para ese año 2025, sobre la base de un escenario tendencial medio. Con relación a la población estudiantil, de los 28 millones actuales, asumiendo un incremento promedio del 5 por ciento (que es la tasa interanual promedio a la cual creció la matrícula terciaria en los últimos 30 años) se produciría un incremento de 14 millones de estudiantes para alcanzar a una población estudiantil total de 41 millones también para ese año 2025.