Название: La universidad latinoamericana en la encrucijada de sus tendencias
Автор: Claudio Rama Vitale
Издательство: Bookwire
Жанр: Учебная литература
isbn: 9789506232184
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Cuadro n.o 3
Tasa de cobertura de la educación superior
1970 | 7,03 % |
1975 | 12,27 % |
1980 | 14,22 % |
1985 | 15,77 % |
1990 | 16,45 % |
1995 | 18,43 % |
2000 | 23,4 % |
2005201020152017 | 31,7 %41,0 %48,6 %50,6 % |
La demanda por acceso a la educación ha promovido el pasaje de una educación de elites a una educación de masas en la región y, como derivación de ello, ha incentivado múltiples transformaciones en los sistemas universitarios que han desarrollado diversos mecanismos para ajustarse a esas demandas de las familias y para aprovecharse mercantilmente de su sacrificio para cubrir sus expectativas. Esta ampliación de la cobertura de la educación superior ha sido el motor fundamental de los cambios en los sistemas terciarios en las décadas pasadas a través de la diferenciación, la mercantilización, la expansión y la complejización institucional, así como a través de la conformación de circuitos diferenciados de calidad. Han sido evoluciones que fueron acompañadas por diversas respuestas a dichas demandas, pero sobre la base de modelos presenciales, relativamente rígidos, con una diferenciación de mercado en función de ajustes de calidad, precios y flexibilización de horarios. Más aun, la respuesta contribuyó a la deformación institucional y de calidad tanto a través de las macrouniversidades y de las microuniversidades, como de ámbitos de diferenciación de las ofertas disciplinarias y de circuitos de calidad, mostrando que la expansión institucional en este sentido fue una característica conjunta a la propia diferenciación sistémica.
La expansión de la cobertura de la educación terciaria debería continuar en los próximos años a través del pasaje desde el actual sistema universal (más del 50% de cobertura del año 2017) hacia sistemas mayores, lo cual implicará nuevos cambios y transformaciones institucionales, financieras y educativas para facilitar el ingreso de los nuevos estudiantes cada vez de sectores de menos ingresos económicos, con mercados más competitivos y con demandas más diversificadas.
b. Los nuevos estudiantes latinoamericanos
El incremento de la cobertura de la educación superior se produjo en términos absolutos y relativos asociado al cambio en la estructura de la pirámide poblacional en la región, que se mueve hacia su envejecimiento y que, por ende, se deriva en un corrimiento de la media de la población. En el marco de estos cambios en la estructura poblacional, se ha producido la reducción del crecimiento de la población de entre 20 y 24 años de edad en casi toda la región (25). Las proyecciones muestran que la variación del grupo etario de 20 a 24 años continuará lentamente decreciendo, como derivación de la reducción de la tasa de fecundidad, del mantenimiento de las tasas de emigración, de la casi desaparición de las corrientes migratorias extracontinentales y del aumento de la esperanza de vida. Tales procesos en el largo plazo podrían inclusive transformar la dinámica expansiva de la educación superior, ya que la población comenzará a estabilizarse hacia la década del 20 de este siglo (26). Así, los crecimientos futuros de la matrícula terciaria no estarán asociados a los procesos demográficos, sino a la masificación y a la universalización dentro y fuera del grupo etario, así como a la educación permanente que promoverá a su vez un cambio en la pirámide estudiantil por medio del aumento de la educación continua con el objeto de recertificar competencias y saberes. Estas demandas de estudios, que están recién en sus inicios, están siendo motorizadas por la expansión y la obsolescencia de los conocimientos y de los marcos normativos que comienzan a plantear la recertificación.
La expansión institucional, en general, deriva del ajuste de las instituciones a las demandas del mercado. Sin embargo, muchas de las demandas propias de los sectores estudiantiles, tanto en términos de las disciplinas, de la cantidad de profesionales como de los niveles de calidad, no están ajustadas a las demandas reales de los mercados laborales, sino a demandas potenciales o a expectativas de trabajo. Las instituciones de educación superior, públicas y privadas, se ajustaron a esas nuevas demandas casi automáticamente. En condiciones de mercado como en dinámicas educativas públicas bajo modelos autonómicos, hay una fuerte incapacidad de ajustar la oferta de vacantes universitarias a las reales vacantes del mercado laboral. Este proceso genera en el largo plazo una sobreoferta educativa de profesionales y técnicos universitarios, y un incremento de la competencia en los mercados laborales profesionales. Por su parte, la sobreoferta tenderá al tiempo a aumentar el desempleo profesional, que hoy en la región en general es friccional, y se constituirá en el factor determinante para procesos de selección más competitivos así como en una presión por una sobrecapacitación a través de estudios adicionales con la consiguiente competencia con mejores acreditaciones por los mismos puestos, conformando así un modelo del mercado laboral marcado por una dinámica asociada a mayores certificaciones y competencias. La estrategia de sobrevivencia de los hogares y la libertad de oferta terciaria conforman las bases del mercado de profesionales y técnicos, en tanto requisito a su vez para una acumulación de capital con mayor densidad tecnológica. Las decisiones de cuánto y en qué invertir en educación, sin embargo, no se basan en una información racional y completa sobre los niveles salariales de los diversos mercados profesionales; ya que, en general, se carece de información pública sobre los salarios de las diversas profesiones por carreras e instituciones. Inclusive, la complejidad de las prospectivas laborales en contextos con altas incertidumbres dificulta la existencia de informaciones fidedignas y confiables sobre cuáles pudieran ser los escenarios de las remuneraciones promedio de las diversas disciplinas. La propia alta diferenciación de estas y la creciente especialización de todos los campos profesionales tornan aún más difícil proyectar niveles de remuneraciones salariales.
La teoría de las colas de Thurow nos muestra que los mercados laborales se caracterizan por una dinámica de incremento de la productividad a través de la sustitución de puestos menos capacitados por puestos más capacitados, a los mismos o parecidos niveles salariales, con lo cual se refuerza la tendencia a la sobreeducación como mecanismo para competir por los puestos de trabajo. Tal proceso es más consistente en dinámicas donde las economías crecen menos que la oferta de nuevos técnicos y profesionales universitarios, tal como ha acontecido en la región en las últimas décadas.
Si se mantienen las tendencias que significaron un incremento de 1,67 por ciento anual del porcentaje de cobertura de la educación superior respecto a la población de 20 a 24 años, haciendo una proyección para un escenario meta del año 2025, podemos suponer que se alcanzará una tasa de cobertura sobre la población de 20 a 24 años al 65 por ciento para ese año 2025, sobre la base de un escenario tendencial medio. Con relación a la población estudiantil, de los 28 millones actuales, asumiendo un incremento promedio del 5 por ciento (que es la tasa interanual promedio a la cual creció la matrícula terciaria en los últimos 30 años) se produciría un incremento de 14 millones de estudiantes para alcanzar a una población estudiantil total de 41 millones también para ese año 2025.
Las profundas transformaciones ocurridas en las universidades latinoamericanas, expresadas entre otras en la masificación, feminización, privatización, regionalización y diferenciación, sumadas a los propios cambios de esas sociedades sumidas en un proceso de urbanización, de reestructura demográfica y de transformación productiva por la vía de la apertura económica, han cambiado sustancialmente el rol y las características de los estudiantes. La masificación estudiantil ha sido el eje protagónico, en tanto ha sido causa y efecto a la vez. Tal proceso de expansión matricular se ha producido desde fines de los 80, y se ha acelerado desde mediados de los 90. Así, el crecimiento estudiantil СКАЧАТЬ