A la salud de la serpiente. Tomo I. Gustavo Sainz
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Название: A la salud de la serpiente. Tomo I

Автор: Gustavo Sainz

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Biblioteca Gustavo Sainz

isbn: 9786078312047

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СКАЧАТЬ como carta? Un gran abrazo, Emir.

      Y después:

      Por supuesto que te harás de la vista gorda ante la cantidad de faltas —debido por supuesto al odio que me tienen las máquinas de escribir—, que tendrán mis interesantísimas y sugestivas cartas sociológicas sobre la ciudad, el arte, la cultura política y los chismes del canibalismo intelectual. Por lo pronto has de saber que la tensión y la violencia de la ciudad han disminuido notablemente. La Junta de Gobierno le rechazó la renuncia al rector, Javier Barros Sierra. El rector decidió quedarse porque contó con el apoyo de toda la comunidad universitaria. La tropa salió el 30 de septiembre, y los directores e investigadores están tratando de convencer a los adolescentes siniestros de que la huelga ya está obsoleta, y no es necesaria para ­triunfar con el movimiento. Esperemos que los estudiantes lo entiendan, porque de lo contrario nos pueden llevar a otra situación muy peligrosa para la Universidad. Te llegaron dos libros de Emir Rodríguez Monegal, dedicados. Uno es El viajero inmóvil, sobre Pablo Neruda, y el otro El desterrado, vida y obra de Horacio Quiroga. El suplemento de Siempre! trajo dos ensayos regulares sobre la invasión del ejército a la Ciudad Universitaria. Uno es de Juan García Ponce, un poco ingenuo y pedante. Dice que los estudiantes son la única “conciencia pensante”, lo que resulta una estupidez, porque da a entender que los demás grupos de la sociedad no piensan. El otro es de Monsiváis y está lleno de indignación y sentimentalismo, que por supuesto comparto, pero no ve los errores tácticos y estratégicos del movimiento rebelde de los estudiantes. Además le faltó encuadrarlo dentro del contexto de la clase media, que sigue siendo autoritaria y maniquea. Luis Guillermo, en su Mesa de Redacción pontifica sobre Marcuse, sin haber leído más que las solapas. Dice que no se entiende y que no se explica su influencia. Luis Guillermo sigue pensando que todos los libros se leen con la misma lógica, y no es lo mismo leer una novela que un sesudo ensayo de sociología. Desde luego ofrecí mi conferencia, brillante, lúcida, rica en información —como que era un collage de excelentes ensayos sobre Carlos Fuentes. Fue más gente de la que yo esperaba. Fue hasta doña Alaíde Foppa. Ese día Genaro me dijo —dentro de la psicología del rumor—, que la policía me andaba buscando. Le dije que era absurdo, porque no soy estudiante, ni he sido líder, ni participé activamente en el movimiento, pero de todos modos fui absolutamente aterrado a la conferencia. Me acompañaron los niños. A la salida los fuimos a dejar en el carro de Mario. Terminé de leer La traición de Rita Hayworth. Me entusiasmó sobre todo porque recrea el lenguaje, la visión y las obsesiones sexuales de los niños y los jóvenes que se formaron con una visión cinematográfica de la realidad. O sea, nosotros. La red más extensa del mundo, Air France, ofrece un viaje de ocho días a Nueva York con hotel y dos cenas, y además una entrada a una comedia musical por sólo tres mil pesos, y además pagados en abonos —la única posibilidad de cosmopolitismo que tiene la clase media— y entonces he decidido hacerlo si no me niegan la visa en la embajada. Pienso salir el 12 de octubre, y desde luego en diciembre quiero volver a ir, para reunirnos y no olvidarnos de nuestros rostros de máscaras mexicanas. A las librerías no ha llegado nada importante. Me habló Athanasio Bustamante, que está jugando a los policías y los ladrones, y no se deja ver porque dice que lo andan buscando. Dice que no sabe qué hacer y que esá confuso sobre su futuro. Estoy escribiendo esta carta en tu máquina, y los niños y Balmori están hablando con Balmori sobre la película que acaban de ir a ver. Se llama Las infieles, y tiene un reparto multiestelar, encabezado por Norma Lazareno y la Tigresa de la canción. Seguramente hará las delicias de Jorge Ayala Blanco. Bueno, como ya me cansé de escribir, me despido. Arquímedes Kastos.

      Y por otra parte:

      Por Roger Strauss y por Eugenio Villicaña sé que estarás en Iowa una temporada. Te deseo el mayor de los éxitos a la salida de Gazapo; en Estados Unidos encontrarás la crítica auténtica: la que se ocupa del libro y no del cuate o del hijo de la chingada que, alternativamente, somos todos y cada uno de los aztecas para los demás miembros del consorcio sacrifical. Sahagún cuenta en detalle la vidaza principesca que daban al supliciado veinticuatro horas anteriores al acto, ejemplo que Georges Bataille utiliza para fundar su teoría del consumo “maldito”. Te reitero la invitación. Desde el 26 de julio estoy instalado en París, en la casa que me deja por todo un año James Jones. Hay aquí un departamento aislado. Si tú y alguna de tus amigas se animan a dar el salto, serán bienvenidos. Es una casa en la isla Saint-Louis, sobre el Sena y con la vista inconmovible e inconmovida (por más que la f­riegue M. Malraux) de Nôtre Dame. Además allí estaremos todos: García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, Sarduy, Cabrera Infante, Goytisolo, Carpentier, Donoso, you name it. Ojalá y te animes. Strauss y Laffont deberían de ayudarte a cruzar el Atlántico y, una vez en París, no tienes de qué preocuparte. Este otoño en París será una educación como para dejar enano a Frédéric Morel y tú, que tanta percepción tienes de lo que hacen y sienten y dicen los jóvenes, no deberías perderte esta revolución que ellos protagonizan. Además quiero hablarte; me parece fascinante lo que he leído de tus Obsesivos días… Fais-moi signe… Un abrazo de tu amigo Carlos.

      Y al final:

      Amigo, no sé si sabes que te van a publicar Gazapo en Italia, que la editora es de prestigio (Il Saggiatore, de Alberto Mondadori) y que el traductor soy yo. Estas líneas sirven como presentación, ya que el resto te lo escribiré en cuanto se acabe de perfeccionar el contrato tuyo y mío, y en cuanto yo acabe de resumir los problemas que encontré en tu libro y que discutiremos en otras cartas. Lo que te ruego en seguida, si no quieres que la versión salga perfecta, es que no me dejes plantado y que me contestes en seguida cuando pido tu ayuda, ya que el libro tiene que salir bastante pronto. ¿Algo más? ¿Quién soy yo? Bueno, soy el traductor oficial de Vargas Llosa, de García Márquez, de Cabrera Infante, me estoy enloqueciendo sobre mi versión de Paradiso, de Lezama Lima y tengo en proyecto la Opus omnia de Onetti senior. Por allá me conocen Vicente Leñero, Carlos Valdés y Jorge ­Ibargüengoitia (el cual te dirá mierdas de mí porque nos peleamos). Aprovecho los sellos y empiezo a mandarte unos problemitas para que me los resuelvas. Perdóname, pero soy italiano —como te habrás dado cuenta leyendo mi castellano—, y no conozco varios de tus matices. Me refiero a la séptima edición de Gazapo, la que tengo yo.

      Página 1: Sanborns. ¿Es un café? Dime más o menos de qué clase.

      11: ñis

      12: “Se rajó” ¿Se acobardó?

      13: “En esas cosas no jalo”. ¿No me meto?

      14: “¡No mames!”

      14: “Yo que él”

      19: “Cómo eres sacón”

      24: “¿Qué tal si hemos entrado?”

      25: “Corcholatas” ¿Son los tapones de las coca-colas?

      31: “El niñito parecía tlacuache”

      33: “Portabustos” ¿Es un sostén?

      42: “¡Entíbale, ñeris!”

      43: “Cubita” Es únicamente una cuba libre o puede ser cualquier otra bebida?

      46: “Vieja loca”

      46: “En la madre” ¿Quiere decir y no decir “me cago en la madre”?

      47: “Pinche ciudad”

      48: “de faul”

      51: “No seas mamón” ¿Algo como pendejo?

      53: “Gayola” ¿Sin pagar?

      Nada más hasta la página 53. Varias de mis preguntas te van a parecer idiotas, ya lo creo, pero yo nunca estuve en México СКАЧАТЬ