Historia y nación. Alexander Betancourt Mendieta
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Название: Historia y nación

Автор: Alexander Betancourt Mendieta

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Ciencias humans

isbn: 9789587844597

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СКАЧАТЬ la unión temporal de las entidades administrativas y políticas que después de 1830 se convertirían en Ecuador, la Nueva Granada y Venezuela ninguno de estos entes fue predominante. La República de Colombia (1821-1830) fue incapaz de controlar y satisfacer los intereses específicos de cada una de estas sociedades y sus territorios. Tampoco fue competente para crear una memoria común, pese a los intentos del neogranadino José Manuel Restrepo.

      La Historia de la revolución de Colombia (1827) constituyó el primer esfuerzo sistemático por darles forma a los sucesos de la Independencia, de los cuales el autor fue testigo presencial. Restrepo tuvo conocimiento directo de muchos de los hechos que narró debido al ejercicio de varios cargos como alto funcionario del naciente Estado. Esta participación y la decisión de elaborar un relato sobre la Independencia tuvieron implicaciones enormes para el destino que se le reservó a este fruto inicial de aproximación a los “orígenes” de la República.

      El repertorio interpretativo y la construcción formal de la obra de José Manuel Restrepo compartieron el clima de las ideas ilustradas que circularon por América Latina a fines del siglo XVIII. Formado en el Colegio de San Bartolomé, donde obtuvo en 1808 el título de abogado de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada, sus inquietudes intelectuales lo llevaron a establecer una estrecha amistad con Francisco José de Caldas, director del Real Observatorio Astronómico de Santa Fe de Bogotá, miembro de la Expedición Botánica (1783-1807) y prócer del movimiento de la Independencia. Los principios ilustrados que compartió con su maestro se manifiestan con claridad en un fruto temprano de la pluma de Restrepo: Ensayo sobre la geografía, producciones, industria y población de la Provincia de Antioquia (1808). Sus tendencias de criollo ilustrado se mantuvieron intactas hasta el final de sus días como lo demuestra la publicación del opúsculo sobre el Cultivo del café (1858).

      La moldura ilustrada del autor neogranadino tiene expresión en un punto de partida muy claro de su obra: “la esclavitud degradante” de los pueblos americanos durante los trescientos años de dominio español. La reacción hacia la Colonia y la defensa de la República esgrimida por el escritor neogranadino fue una actitud compartida por una manifiesta mayoría de los criollos ilustrados del subcontinente que impulsaron la ruptura independentista. Restrepo hizo una somera enunciación comparativa entre el mundo colonial con la dirección y los beneficios que suponían los esfuerzos republicanos. Por eso, la intención última que impregna a la Historia de Restrepo fue la defensa de las instituciones recién forjadas por la Independencia y, en particular, la justificación de la Gran Colombia. De allí que la Historia se haya escrito para que “la posteridad pueda juzgar imparcialmente sobre los inmensos beneficios que la revolución debe traer a los pueblos de Colombia, y para que vea los progresos del espíritu humano en estos países, [por lo que] es necesario fijar el punto de donde partió”.1 Restrepo consagró la Independencia por medio de la historia como el origen de la República. La Colonia y todo lo que ella representaba debía caer en el olvido; es decir, la desconoció completamente y cuando se refirió a ella, la evocó en términos de inmovilidad y oscurantismo.2

      El relato que transcurre en toda la obra de José Manuel Restrepo solo se desenvuelve en el periodo de la Independencia, con lo cual hay una definición del inicio de la memoria histórica republicana. Al establecer el “origen” de la República en la Independencia, este nudo temporal se torna en un punto axial desde donde se seleccionan e interpretan los demás segmentos del pasado nacional.

      En la República neogranadina del siglo XIX la determinación de los orígenes de la comunidad nacional se constituyó en una de las tareas más importantes en el ámbito cultural y político. Esta labor debió partir de la comprobación de los principios sobre los cuales descansaba la nación. Fijar el comienzo de la “nación colombiana” implicaba plantear la explicación de la naturaleza misma de esa sociedad.

      En el ámbito de la escritura de la historia, la delimitación del comienzo supone una tarea fundamental: el ordenamiento de los acontecimientos del pasado de acuerdo con ciertos principios que profesa el relator del pasado. Precisar ese punto inicial en el siglo XIX estuvo ligado a las concepciones e interpretaciones de la sociedad de las que participaron los ejercicios de escritura de la historia como productos intelectuales de miembros de una capa de la sociedad. En el caso de la Nueva Granada, los escritos que fijan el origen de la República corresponden a la capa social que elaboró los proyectos políticos para la nueva república, pero que también tuvo la posibilidad de construir relatos sobre la coyuntura de la Independencia y sobre el pasado en general. La escritura de la historia decimonónica plantea la necesidad de definir el “principio” como un acto de legitimación y de jerarquización de la memoria histórica. Al mismo tiempo, instaura la existencia de una cierta comunidad nacional con semblantes característicos consolidados o en avanzado proceso de formación.

      José Manuel Restrepo consagró entonces una fe inmutable en los orígenes de la República —en el sentido de que al reconocer el origen se ha dicho todo—3 y desarrolló la animadversión a lo que él llamaba las “anomalías” que registró con desagrado, como las aspiraciones de carácter federalista o la oposición y los obstáculos que representaron las regiones al sur de la Nueva Granada para los proyectos independentistas.4

      El establecimiento de los “orígenes” determinó ciertas interpretaciones de Restrepo con relación al desenvolvimiento de los acontecimientos posteriores a la disolución de la Gran Colombia. La política adquiere una importancia radical por la mediación de los militantes en la escogencia de los objetos de estudio por parte de los hombres de letras que estudiaron el pasado, más aún si se tiene en cuenta que la formalización de los dos partidos políticos predominantes en el espectro político colombiano se dio a mediados del siglo XIX. Esta situación se consolidó en torno a las discusiones sobre temas como los modelos administrativos y económicos que debía aplicar la República naciente, la caracterización de las fuerzas sociales y sus relaciones con las militancias partidistas, el lugar de la Iglesia en el ámbito nacional y su vinculación con los estamentos de gobierno. Estas cuestiones, unidas a la del régimen político, el centralismo o el federalismo, acapararon la atención y contextualizaron la aplicación de las primeras aproximaciones republicanas hacia el pasado, para convertirlo en un pasado nacional.

      La aparición de la Historia de Restrepo coincidió con el principio del fin de la labor bolivariana, así como con el cuestionamiento profundo a la consolidación de un Estado central grancolombiano; por eso, Restrepo tuvo que realizar una segunda edición de la obra casi treinta años después de su aparición.5 El desarrollo de los acontecimientos en torno a la disolución de la Gran Colombia llevó a que la obra de José Manuel Restrepo resultara como un infructuoso intento por anudar el supuesto “destino común” de las sociedades que conformaban la Gran Colombia. La segunda edición se publicó en una época propicia para los relatos sobre el pasado y en la que varios hombres de letras con la publicación de trabajos dedicados al pasado participaron de las querellas políticas en el contexto que se impulsa en la mitad del siglo XIX.

      El escritor neogranadino argumentó en la segunda edición de su Historia a favor de la conformación de un Estado centralista. Este hito temático no era nuevo en los escritos del autor neogranadino, que opinaba a favor de una monarquía constitucional encarnada en Simón Bolívar en los días finales de la Gran Colombia y que tuvo a bien militar en el recién fundado Partido Conservador (1848). Por eso, no es extraño que en la Historia los esfuerzos centralistas tengan por centro básico la tarea de Simón Bolívar, a quien fue dedicada la obra y a quien Restrepo llegó a proponer como el “dador de una base fija y eterna a la República”. Restrepo acusó con reiteración a las ideas federalistas como causantes de los males más serios de la República. La Historia entró de lleno y con una postura definida en la polémica acerca de la configuración administrativa y política de la República recién forjada por las guerras contra España. En el marco de la segunda edición de su Historia afirmaba:

      Tan grande apatía y egoísmo provincial СКАЧАТЬ