Historia y nación. Alexander Betancourt Mendieta
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Название: Historia y nación

Автор: Alexander Betancourt Mendieta

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Ciencias humans

isbn: 9789587844597

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СКАЧАТЬ de historia agraria y económica en Colombia, que fueron reunidos en Ensayos de historia agraria colombiana (1987) e Historia económica y desarrollo (1995). Sin embargo, dentro del espíritu de una preocupación más general por el quehacer histórico, es clarificadora la exposición de sus inquietudes en el extenso y provocador artículo: “Guía de perplejos: una mirada a la historiografía colombiana” (1997), que apenas mereció ciertas menciones superficiales en el Congreso Nacional de Historia del año 2000, pero que en general no despertó una respuesta crítica como la que merecía. Bejarano afirmaba allí la necesidad de “enjuiciar” la manera de hacer historiografía; es decir, “la capacidad para evaluar el estado de la disciplina”. Quizás sea este el momento de iniciar un diálogo vivificador con el historiador que fue víctima de las violencias colombianas.

      A diferencia de los balances realizados por estas importantes figuras de la producción histórica profesional colombiana, el trabajo que el lector tiene entre manos no tiene como finalidad la enumeración y catalogación de obras y autores. Tampoco constituye un intento de reflexión abstracta sobre la crisis de una disciplina. El escrito pretende abordar “textos innovadores” de la historia colombiana y cómo ellos participaron y enriquecieron una tradición cultural y de conocimiento sobre la realidad nacional. Entiendo por tales aquellos textos que en determinado momento constituyeron la síntesis de un desarrollo o inauguraron una determinada tendencia dentro del quehacer histórico en el país. Como elementos de ruptura dentro de una tradición de conocimiento, estos trabajos y sus autores abrieron nuevas vías temáticas y metodológicas a la escritura de la historia. Su innovación, por supuesto, debió ser discutida y trabajada por otros estudios posteriores, que hicieron de ellos hitos importantes dentro de la tradición histórica, por los avances y reacomodos que implicaron para el conocimiento del pasado; aunque ello no signifique la presencia constante y adecuada del debate y la lectura crítica dentro del gremio de los historiadores colombianos.

      Desde este aspecto conceptual y metodológico, parto de la certeza de que la escritura de la historia en Colombia se caracteriza por la coexistencia de diferentes corrientes que cohabitan en los espacios institucionales y públicos como tendencias excluyentes o, por lo menos, que ocupan estos espacios de manera simultánea sin dialogar entre sí. La ausencia del diálogo crítico entre estos modos de trabajar e interpretar el pasado colombiano plantea el problema de “la simultaneidad de lo no simultáneo” y del paralelismo de proyectos académicos y políticos, que si bien no comparten los “modos” de escribir la historia, convergen en ciertos puntos de partida que todavía esperan esclarecimientos y, sobre todo, que se hagan evidentes a través del ejercicio historiográfico.

      El carácter simultáneo de las corrientes de escritura de la historia en Colombia permite formular cuatro tendencias principales en el siglo XX, desarrolladas en cada uno de los capítulos que encontrara el lector a continuación. Ninguna de ellas se ha agotado totalmente en el panorama nacional actual, con independencia de la posibilidad de que en el horizonte cronológico unas hayan sido primero que otras o que en un determinado momento unos u otros modos de escritura hayan ejercido un dominio “hegemónico” sobre los demás. Por otra parte, este planteamiento no desconoce que en sí mismo, cada uno de estos “modos” de escritura es vasto y complejo. No se pretende de ningún modo alcanzar la exhaustividad; por eso, el lector no puede esperar otra cosa que el señalamiento de ciertas obras nodales dentro de cada una de las corrientes abordadas, que sirve para indicar la forma en la que ellas pueden ejemplificar un “modo de hacer” la escritura de la historia en Colombia. También los textos que sirvieron de objeto de estudio al presente trabajo se encuentran relacionados con la injerencia que dichos trabajos tuvieron en la conformación y arraigo de ciertos prejuicios e imágenes sobre la conformación de la sociedad colombiana. Ellos instauraron ciertos periodos, ciertos autores y personajes como los símbolos de la unidad nacional colombiana y fundamentos del Estado nacional.

      Este libro pretende dejar sentado que la escritura de la historia en Colombia construyó un pasado nacional incapaz de constituir una imagen inclusiva de la nación. Prácticamente ninguna tradición histórica ha sido absolutamente inclusiva, y la colombiana ve hoy la necesidad de historiar al conjunto de los grupos sociales que conforman el país, de derrumbar los mitos que se han establecido sobre cada uno de esos grupos, y presiente la importancia y la urgencia de acuñar categorías que pudieran facilitar esta labor. Las últimas publicaciones históricas permiten creer en la necesidad de reconocer la complejidad de la estructuración social de Colombia. De esta manera, puede afirmarse que el libro quiere hacer un balance crítico de carácter global que pondera tanto los factores metodológicos como los diversos usos políticos de la escritura de la historia dentro del ámbito social y cultural colombiano del siglo XX.

      Es un hecho insoslayable que la historia no es la única vía para la constitución de imágenes inclusivas de la nación. Existen otros caminos: la geografía, los museos, las conmemoraciones, las festividades patrias, que siempre están relacionados con el pasado. Por esta razón, el siglo XIX aparece acotado de la forma en la que se hizo. Si se tuviera en cuenta esta amplia problemática en torno a la búsqueda de la unidad nacional, sería necesario detenerse en los antecedentes y el desarrollo de un proyecto como la Comisión Corográfica (1850-1859) y los estudios que surgieron de allí. También sería necesario aproximarse al desenvolvimiento de la Academia Colombiana de la Lengua (1871) y las obras publicadas por su principal artífice, José María Vergara y Vergara, especialmente la Historia de la literatura de Nueva Granada (1867); igualmente, sería necesario examinar algunas de las obras de José María Samper en particular, establecer un contraste entre los Apuntamientos para la historia política y social de la Nueva Granada (1853) y el Ensayo sobre las revoluciones políticas y la condición social de las repúblicas colombianas (hispano-americanas) de 1861. También tendrían que analizarse los alcances de proyectos educativos como los de la reforma de 1870, en comparación con las propuestas educativas de la Regeneración y la República Conservadora que les siguieron. Pero todos estos aspectos hubieran alejado al presente estudio del camino sobre el ejercicio de escritura de la historia en Colombia.

      Si se miran con cuidado los procesos históricos y sociales de Colombia, se hace evidente que el reconocimiento y la pertenencia a la nacionalidad colombiana ha tomado caminos diferentes a los de la memoria histórica elaborada por los historiadores. La constitución de una identidad nacional colombiana ha sido mucho más efectiva dentro del círculo de la predicación eclesial y partidista, y en el impacto que significó el surgimiento, la cobertura, la permanencia y el prestigio social que han guardado hasta hoy los medios masivos de comunicación, empezando por el periódico, pasando por la radio y terminando con la televisión. Ello sin olvidar los referentes construidos por el éxito de obras literarias como María, La Vorágine o Cien años de soledad. Si bien los historiadores no aparecen como monopolizadores de la memoria nacional, sí han desempeñado un papel fundamental en la construcción de los fundamentos de esa memoria nacional.

      La escritura de la historia produjo una caracterización de la nación en la segunda mitad del siglo XIX que creía percibir la esencialidad de la sociedad colombiana. Sin embargo, el desenvolvimiento de los procesos históricos sociales demostró que dichos esfuerzos desconocían las delimitaciones entre las categorías de “cultura” y “región” y sus variantes con relación al Estado y la nación. Vistos a la distancia, puede afirmarse que los letrados decimonónicos escribieron poco más que crónicas de los acontecimientos de la capital y sus alrededores y prescindieron de la realidad de los demás territorios que llegaron a conformar el Estado colombiano. El carácter que se les ha atribuido a algunos de estos trabajos como “textos canónicos” dentro de las tradiciones disciplinares se debe a una recepción posterior que los convirtió en referentes básicos. Este fenómeno es el que pretendo explorar en el caso de la disciplina histórica.

      En el presente hay una clara conciencia sobre los límites de la unidad nacional propuesta por la constitución del Estado central colombiano a fines del siglo XIX. Esta situación deja abierta la posibilidad de ponderar las dificultades de las instancias regionales para los proyectos de unidad nacional y la forma como esta problemática emerge en el campo de СКАЧАТЬ