Название: Tres perspectivas sobre el milenio y el más allá
Автор: Darell L. Bock
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781629462271
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Jesús en ningún lugar predice un futuro glorioso sobre la tierra, antes del fin del mundo, como dicen los posmilenialistas. Al contrario, las cosas que Él mismo experimentó son las cosas que su iglesia experimentará. Un discípulo no es mayor que su maestro, ni un esclavo mayor que su dueño. Solamente en la etapa venidera los discípulos del Señor recibirán toda bendición juntamente con la vida eterna (Mateo 19:27; cf. 5:3-12; 8:19-20; 10:16-42: 16:24-27; Juan 16:2, 33; 17:14-15; etc.).100
Y el resto del Nuevo Testamento es uniformemente consistente con esta enseñanza de Jesús. Cuando el apóstol Pablo piensa de esta etapa presente, él piensa en los sufrimientos como su característica sobresaliente (Romanos 8:18;101 ver tambien Juan 16:33; Hechos 14:22; Romanos 8:36; 2 Corintios 1:5-10; Filipenses 1:29; 3:10; 1 Pedro 4:12-19). Gentry apela a Deuteronomio 7:22 y la conquista de Canaán como un modelo de la obra de Dios para conquistar el mundo a través de la iglesia en la etapa presente. Pero cuando el Nuevo Testamento localiza a la iglesia en la historia de la redención, el patrón al cual se refiere es a la experiencia del desierto, no a la de la ocupación de Canaán (Hebreos 3:7-19). La iglesia de Cristo hoy sigue siendo la iglesia en el desierto, y el dominio gradual del mundo no ocurre en el desierto. Canaán y el descanso quedan aún por delante. Como el padre Abraham, los creyentes siguen siendo «extranjeros y peregrinos» (Hebreos 11:13), sin una ciudad perdurable acá, sino que buscan una venidera (Hebreos 13:14).
Y no solo es verdad que la iglesia todavía vive en esta etapa presente, también es verdad (según el Nuevo Testamento) que la iglesia vive en los «últimos días» de esta etapa presente. Es razonable pensar que según la Biblia, «esta etapa» comenzó justo en el mismo principio de la Historia, y desde el punto de vista del Nuevo Testamento, los «últimos días» comenzaron con la primera venida de Cristo. Por eso, los dos conceptos se unen en parte, porque los últimos días son la parte final de esta etapa presente. Como John Murray ha observado, «Esto explica una característica de ambos. Esta etapa es mala, y la mucha maldad caracteriza los últimos días. En ellos, hay abundantes escarnecedores, y los tiempos son peligrosos».102
El apóstol Pablo escribió, por inspiración del Espíritu, «también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados» (2 Timoteo 3:12-13). Persecución, apostasía, Anticristo — estos no encuentran lugar en la visión posmilenial, pero son elementos esenciales en el retrato de los últimos días en el Nuevo Testamento. Por medio de su interpretación preterista del discurso sobre el Monte de los Olivos (Mateo 24 y pasajes paralelos), 2 Tesalonicenses 2, y el libro de Apocalipsis, Gentry trata de asegurar a los cristianos que los días peores de persecución, apostasía, y el Anticristo ya pasaron (con la excepción del período breve de rebeldía satánica inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo, periodo el cual Apocalipsis 20:7-9 parece requerir como un bocado molestoso en el esquema posmilenial).
El preterismo requeriría un capítulo de respuesta en sí mismo, pero menciono estas tres cosas aquí. (1) En Mateo 24, la destrucción del templo parece anticipar el juicio final de Dios en forma tipológica; el rescate final del los elegidos ocurrirá solamente cuando Cristo vuelva al final de la era (Mateo 24:3), mientras la tribulación, guerras, hambrunas, y terremotos son «representados como características del período antes de su venida».103 (2) Nerón no puede ser «el hombre inicuo» a quien el Señor destruirá con el «resplandor de su venida» (2 Tesalonicenses 2:8). (3) Tampoco puede ser Nerón la bestia de Apocalipsis, que será destruido solamente después de su derrota por el jinete del caballo blanco en la batalla final de Armagedón (Apocalipsis 19).104
La idea del Anticristo en general y la apostasía en especial nos hace recordar que no podemos esperar un progreso sin interrupciones de la evangelización del mundo hasta la parusía [palabra griega que significa «venida»]. Mientras el reino de la verdad se extiende, también aumenta la fuerza de la maldad, especialmente hacia el fin. No se puede esperar que resulte el reino universal de Dios solamente del esfuerzo misionero; eso requiere la imposición escatológica de Dios.105
El Nuevo Testamento en todo lugar aclara que el enfoque de la esperanza del creyente es la segunda venida de Cristo. Claro que, inmediatamente nos recordamos de muchos textos al respecto:
«Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.» 1Tesalonicenses 1:9-10
« . . . vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.» Tito 2:12-13
«Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan». Hebreos 9:28
«Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor». Santiago 5:7
«Y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;» 1 Pedro 1:13
«¡Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios,» 2Pedro 3:11-12
El contraste entre la esperanza en el Nuevo Testamento y la esperanza posmilenial parece clara e innegable. Como Cornelis Venema ha observado:
El posmilenialismo altera el enfoque de la esperanza del creyente para el futuro. Mientras el Nuevo Testamento representa la iglesia en esta era presente como una iglesia continuamente participando en los sufrimientos de Cristo y ansiosamente esperando la venida de Cristo al final de la era, el punto de vista posmilenial promueve una perspectiva del futuro que está enfocada en un período anticipado de bendición casi sin estorbo durante el reino milenial... El posmilenialista tiene la vista puesta sobre la edad de oro que está por venir, en lugar de sobre el retorno de Cristo al final de la era.106
El Nuevo Testamento no permite fijar la fecha de la venida de Cristo, ni siquiera en los términos generales que el posmilenialismo requiere. Por definición (vease otra vez la definición de Gentry) el posmilenialismo anticipa «un tiempo en la historia antes de la segunda venida de Cristo» que es «una época extensa» —«en la cual la fe, justicia, paz, y prosperidad prevalecerán en los asuntos de personas y naciones». ¿Cómo es posible que esa esperanza no quite nuestros ojos de la esperanza bendita de la manifestación de Cristo? Compare las dos afirmaciones que siguen respecto a la expectativa del creyente: La primera está escrita por un posmilenialista teonómico; la segunda es la última oración de la Confesión de Fe de Westminster:
Cada día nos acerca a la realización del conocimiento de Dios cubriendo el mundo entero...107 Dios promete [Deuteronomio 7:9] que Él bendecirá a su pueblo por mil generaciones. Por la analogía de la Escritura, esto significa que un número de cuarenta mil años seria lo mínimo. Este mundo tiene decenas de miles, quizás centenas de miles de años de creciente piedad por delante, antes de la segunda venida de Cristo.108
Como Cristo quiere que estemos persuadidos ciertamente que habrá un día СКАЧАТЬ