Название: Tres perspectivas sobre el milenio y el más allá
Автор: Darell L. Bock
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781629462271
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Isaías 2:2-4 no apoya el posmilenialismo de Gentry. No habla del desarrollo gradual de una situación, sino como notó Alexander (citado por Gentry con aprobación), de una situación permanentemente fijada, y permanentemente visible. Además, la descripción es en verdad una de permanencia. En todo este pasaje no dice que estas condiciones son temporales, prontas para ser reemplazadas por algún orden espiritual y eterno. Una interpretación literal y contextual del tema del reino en Isaías muestra que el establecimiento del reino seguirá después de los juicios del Día del Señor, que el reino será presidido por el Mesías, y que se puede describir de dos maneras: mortal e inmortal.
Como otros posmilenialistas, Gentry afirma que las parábolas del reino en Mateo 13 le apoyan. Él llama nuestra atención primordialmente a la parábola de la semilla de mostaza y a la de la levadura en la masa de pan. Estas parábolas contrastan el comienzo del reino, inaugurado por Cristo en su ascensión, y la manifestación final del reino, que muestra la extensión mundial de acuerdo con las promesas proféticas. El aspecto inaugural es la nueva revelación acerca del reino. Dicho reino está siendo colocado de una manera complementaria a la par de lo que fue revelado previamente (ver la parábola del padre de familia). Sin embargo, estas parábolas no hablan acerca del desarrollo gradual del reino. Solamente hablan del contraste entre el comienzo y el fin. Podemos inferir que el comienzo y el fin están conectados orgánicamente, pero con la excepción de la parábola de la cizaña y el trigo (y posiblemente el sembrador), las parábolas no hablan de cómo el proceso se mueve del principio al fin.
Cuando prestamos atención a la parábola del trigo y la cizaña, Gentry se ve forzado a reconocer que la “manifestación historica del reino siempre incluirá una mezcla de los justos y los injustos”. Él trata de minimizar el tamaño de este elemento injusto, debido a que la presencia de este, va en contra de sus expectativas posmileniales. Pero el Señor describe tanto al trigo como la cizaña creciendo juntos hasta la cosecha. Muchas parábolas del Reino advierten sobre el juicio de aquellos que no estén preparados para recibir al Señor en su venida.
La parábola del sembrador también obra en contra de las expectativas de Gentry, porque al contrario de su exposición, no es la semilla sino los terrenos los que representan la gente que oye y responde. La semilla en la parábola representa la Palabra de Dios (13:18-23). La cosecha abundante es el resultado de la Palabra en la vida de una persona, no un número grande de personas que responden a Cristo. Si la parábola de los terrenos representa la recepción de la predicación del Evangelio en esta época, entonces esta muestra que solamente uno de cuatro verdaderamente responde —lo cual no es una buena noticia para el posmilenialista.
Finalmente, tenemos que notar que en la parábola del trigo y de la cizaña, el Señor habla de una transición entre dos fases del reino en su venida. En Mateo 13:41, se recoge la cizaña y se saca de su reino cuando el Señor viene. Después, en 13:43, el trigo brilla en el reino del Padre. La primera fase del reino habla de las condiciones entre las dos venidas —tanto los buenos como los malos estarán presentes. No habrá una nueva fase del reino, ciertamente no una en la cual la actividad del diablo de sembrar cizaña haya cesado, sino hasta que Cristo venga.
Juan 12:31-32 es un texto precioso, en donde el Señor declara que atraerá a todos a sí mismo cuando sea levantado de la tierra. Pero el Señor no dice que antes de su venida los seres humanos y la cultura humana se hará más y más cristiana, eventualmente alcanzando «un tiempo universal de adoración, paz, y prosperidad anhelado por los profetas del Antiguo Testamento».
Mateo 28:18-20 también proclama la autoridad universal del Señor y nos manda a discipular a las naciones. Pero una vez más, el Señor no promete que antes de su venida las naciones serán discipuladas completamente, experimentando el cumplimiento de las promesas del reino.
Gentry tiene razón en dirigirnos al libro de los Hechos para observar como este mandato de discipular fue obedecido. Ciertamente, la predicación del reino se mantiene hasta el final del libro (Hechos 28:16, 31). Curiosamente, Gentry no menciona Hechos 1:6, donde después de una discusión de cuarenta días sobre el reino de Dios (1:3), los discípulos preguntaron a Jesús, «¿Restaurarás el reino a Israel en este tiempo?» La referencia a Israel es importante porque Israel no tiene lugar en el posmilenialismo de Gentry. Sin embargo esta idea de una restauración del reino a la nación de Israel está completamente de acuerdo con las descripciones de los profetas del Antiguo Testamento del reino futuro escatológico (ver Isaías 2). La pregunta está puesta estratégicamente al comienzo de Hechos. La respuesta del Señor tiene que ver con el tiempo de cumplimiento, no con la naturaleza, del reino.
Pedro explica más el tema temporal en Hechos 3. El Señor ascendido permanecerá en el cielo «hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo». Los profetas hablaron de la venida del reino escatológico a la nación de Israel. Ellos hablaron de la restauración del reino a Israel. Jesús cuando ascendió, enseñó que esto se cumplirá después de algún tiempo. Pedro, su apóstol, enseña que esto acontecerá después de la segunda venida. No hay implicación alguna que esto contradiga la gran comisión en ninguna manera. Al contrario, esto la coloca en la perspectiva del plan global de Dios, un plan que no tiene nada que ver con el posmilenialismo.
1 Corintios 15:20-28 no provee apoyo para el posmilenialismo. Gentry comete un error exegético cuando dice, «según Pablo, la venida de Cristo significa “el fin”». En realidad, en los versículos 23-24, Pablo establece una secuencia: Cristo, las primicias, luego [epeita, el próximo paso en la secuencia] los que son de Cristo, en su venida, luego [eita, el próximo paso en la secuencia] el fin. La venida de Cristo señala el segundo paso, no el tercero (cuando sucede el fin). ¿Cuánto tiempo pasará entre los pasos? Casi dos mil años han pasado entre el primero y el segundo paso; entonces no se debe eliminar la posibilidad de que algún período de tiempo pasará entre el segundo y el tercer paso, también.
Gentry es mas acertado al analizar las dos cláusulas que comienzan con «cuando» y las que comienzan con «porque» en 1 Corintios 15:24-25. Cristo reinará sobre sus enemigos hasta el fin. ¡No hay nada aquí que hable de una extensión gradual y progresiva de las condiciones del reino hasta que alcancen un tiempo cuando dichas condiciones prevalezcan en el mundo —y todo esto antes de la venida de Cristo!121
En mi opinión el trato de Gentry de Apocalipsis 20 es la parte más decepcionante de su ensayo. El libro de Apocalipsis fue escrito como un mensaje del Señor ascendido, Jesucristo, a las iglesias (1:1; 22:16). No hay que tratarlo a la ligera, sino con respeto. Mientras lo hacemos, busquemos un entendimiento gramatical, histórico, y literario del texto que concuerde con un compromiso evangélico a la autoridad de las Escrituras.
Quiero enfatizar que no es raro que solamente aquí el Señor nos hable de la verdad de un reino milenial entre la segunda venida y el día de juicio; al contrario, esto es consistente con la verdad de la revelación progresiva. Sin duda, hay muchas otras cosas que el Señor solamente nos las revelará cuando Él venga. Sencillamente sucede que al final de la revelación canónica, el Señor ha revelado este asunto adicional al escenario profético. ¡No es nuestra posición el pelear con Él sobre el asunto porque él haya elegido no revelárnoslo antes!
Que el Apocalipsis СКАЧАТЬ