Calidad de vida en la vejez. María Eumelia Galeano Marín
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СКАЧАТЬ de calidad de vida y condiciones de salud en personas mayores en la ciudad de Cali, en el año 2008, hallando que existe un deterioro importante en la calidad de vida relacionado con factores de riesgo de morbilidad. Las puntuaciones más altas se presentaron en los dominios vitalidad, salud mental y salud física. La puntuación se dio en los dominios rol emocional y función social.

      Por su parte, Cinara Maria Feitosa Beleza y colaboradores76 consideran además que el acto de envejecer implica cambios constantes y saber afrontar las pérdidas, buscando nuevas adquisiciones durante todo el proceso de envejecimiento para que se torne saludable. La satisfacción en esta etapa de la vida será mayor en la medida en que las personas tengan mayor capacidad de asimilar los cambios físicos, psicológicos y sociales que tuvieron lugar durante el transcurrir de su vida. Por estas razones, señalan que es necesario conocer qué determinantes de la calidad de vida de las personas mayores pueden ser estimulados y cuáles se deben intervenir.

      Según Doris Cardona y colaboradores,77 el estado de salud de las personas mayores es influenciado por el resultado completo de tres factores: las condiciones de salud de la infancia, los perfiles de riesgos conductuales (hábitos de vida) y el uso y acceso a los servicios de salud. Respecto al estado de salud en Colombia, según resultados de la encuesta de Profamilia del año 200578 citada por Deisy Arrubla, se encontró que el 47 % de la población entre 60 y 69 años califica su estado de salud como regular o malo, valor que aumenta en edades avanzadas. El 68 % de los pensionados califica su estado de salud como bueno o excelente. El 15,7 % de las personas entre 60 y 69 años refiere haber estado enferma en el último mes. Este porcentaje fue inferior en el grupo de pensionados (14 %). En relación con la afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), se encontró que el 20 % de la población mayor de 60 años no tiene ningún tipo de afiliación al sistema, valor que es superior en el grupo de 80 años o más.

      Respecto al estudio de discapacidad del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE),79 en el año 2007 el 6,3 % de los colombianos vivía en situación de discapacidad, prevalencia que es mayor en la población mayor de 60 años.80

      Colombia tiene un acumulado del que no se ha desatrasado, relacionado con las formas históricas que adoptó el proceso de pago salarial, las modalidades de construcción de Estado, el proceso de aseguramiento en salud y pensiones y la configuración de los intereses sociales. Para el caso de Medellín, la estructuración y diseño de las alternativas de protección social integral para las personas mayores debería basarse teniendo en cuenta este histórico, con el fin de configurar escenarios de protección social más incluyentes, que cierren la brecha social que caracteriza a la ciudad.81

      La protección social para la población mayor en Colombia, devenida de la respuesta política del país al envejecimiento plasmada en la Constitución Política de 1991,82 quedó diluida en el sistema de seguridad social, en el apoyo a la sociedad y la familia, y en la responsabilidad del Estado de garantizar la alimentación solo para las personas de la tercera edad en condición de indigencia. Deisy Arrubla83 plantea que en estos enunciados se puede observar que la Constitución se contradice, dado que liga la obligación del Estado a garantizar los derechos sociales a la condición de indigencia, entregando un mensaje erróneo a la población frente a los mecanismos de protección social integral, al hacer ver que la protección social no es un derecho que el Estado debe garantizar, sino una dádiva. En ese sentido, se desvirtúa el enfoque de derechos que plantean las políticas de envejecimiento, tanto nacional como municipal.84

      Si en Colombia se observa un panorama de dificultades y retos, para Antioquia y Medellín la situación no se muestra muy diferente, sobre todo si se siguen aspectos de la calidad de vida como la seguridad de ingresos, el estado de salud, el empleo y la educación, la sociedad y el entorno. En el libro Situación de salud y condiciones de vida del adulto mayor. Departamento de Antioquia, 2012,85 publicado por la Universidad CES, se mostró un departamento envejeciente, en el cual, para el año 2012, las personas mayores de 60 años representaban ya el 10,8 % de la población, con una edad promedio de 70,4 años. La mayoría (72,8 %) eran mujeres. Y la gran mayoría (91,3 %) residía en el área urbana del departamento y más de la mitad en Medellín (52,9 %). En el departamento, la mayoría (83 %) de las personas mayores tiene un mínimo de educación, y reportó haber realizado mínimamente estudios de primaria.

      En términos de seguridad en el ingreso, un elemento importante que muestra esta investigación es que un poco más de la mitad (54,8 %) de las personas mayores del departamento reportó haber tenido un ingreso económico en el último mes, lo que es preocupante, ya que el restante 45,1 % no reporta recibir algún tipo de ingreso económico, lo que cuestiona su capacidad de manutención y autocuidado. Para quienes reportaron ingresos, la pensión y las ayudas de familiares eran las principales fuentes.86

      Aunque la seguridad económica es un elemento a tener en cuenta, se encontró que, en términos de acceso a la salud y de afiliación al SGSSS, el 95,7 % de los adultos mayores estaba afiliado a salud, un poco más de la mitad (50,6 %) estaba en el régimen contributivo y 47,2 % se encontraba en el subsidiado. Sobre las actitudes de autocuidado y uso preventivo del sistema de salud, se encontró que solo uno de cada tres adultos mayores consultaba de manera preventiva al médico. El 62,4 % no hace ninguna visita a un profesional de la salud sin estar enfermo. La mayoría (79 %) presenta riesgo nutricional.

      Respecto a la percepción subjetiva de la calidad de vida, el 80 % de los adultos mayores del departamento de Antioquia consideraba que su calidad de vida era entre aceptable y buena. La región con más baja valoración de la calidad de vida fue el Urabá antioqueño, con solo un 28,3 % que la valoró positivamente.

      Al analizar indicadores objetivos de calidad de vida se encontró que, en términos de la capacidad funcional, la mayoría (81,7 %) eran personas mayores independientes y la prevalencia de discapacidad física o menor capacidad funcional era del 18,3 %. Respecto a instrumentos aplicados para describir riesgos emocionales o cognitivos, se encontró que un cuarto de las personas mayores del departamento presenta riesgo de depresión, más de un tercio presenta riesgo de ansiedad y una gran mayoría presenta algún tipo de deterioro cognitivo.

      Por último, vale la pena destacar de esta investigación sobre Antioquia que se evidenció todo tipo de maltrato contra los adultos mayores, siendo mayor el maltrato psicológico, con mayor prevalencia en Urabá y Medellín.87

      Al analizar la situación de las personas mayores en la ciudad de Medellín, se encontraron varias investigaciones que, desde distintos enfoques, aportan una visión sobre su calidad de vida. Son Doris Cardona y Alejandro Estrada88 quienes contribuyen con los primeros indicios para este mapeo de la calidad de vida en la ciudad. En su estudio sobre la calidad de vida de la población adulta mayor de la ciudad de Medellín, en los años 1997, 2001 y 2002, en términos de características económicas, familiares, sociodemográficas, de seguridad social y de condiciones de salud, se encontró una población cada vez más envejecida.

      El incremento de las personas mayores de 65 años, respecto a la población total en Medellín entre los años 1964 y 2001, fue del 168 %. Para 2001, el índice de dependencia senil de la ciudad era de 11,2, es decir, por cada 100 personas económicamente activas existían 11 personas de 65 y más años consideradas como población económicamente inactiva,89 cifra que una década después no ha variado, con un índice de dependencia senil de 12,5.90 El índice de masculinidad era de 85 hombres por cada 100 mujeres,91 el cual descendió de una manera importante en 2011, cuando cayó a 70 hombres por cada 100 mujeres. En el grupo entre 65 y 75 años era de 72, y en el grupo de mayores de 75 años era de 60, evidenciando así de manera contundente la feminización СКАЧАТЬ