Calidad de vida en la vejez. María Eumelia Galeano Marín
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СКАЧАТЬ el SGSSS. Igualmente, desafíos asociados a la seguridad en el ingreso, vía pensiones, para satisfacer las necesidades básicas de esta población. Aunado a esto, encontraron que la exclusión y el empobrecimiento de las personas mayores, como fruto de las desigualdades sufridas en los primeros años de la vida, se presentan como un escenario que se desencadena en la adultez mayor, arrastrando con ellos las desventajas de otras etapas de su ciclo vital. Ante estos desafíos, se planteaba que Medellín no contaba con las estructuras sociales, asistenciales y familiares acordes con las necesidades de este grupo poblacional, por lo cual la labor del Estado era fundamental al garantizar los derechos de las personas mayores.103

      Siguiendo esta línea de reflexión, el estudio realizado por María Isabel Zuluaga,104 enfocado en la protección social integral a personas mayores vulnerables de la ciudad de Medellín, puso en evidencia que la seguridad en el ingreso en la vejez está asociada a la trayectoria laboral y de aportes al sistema, y esto solo es posible en la medida en que existan garantías de trabajo decente y si las políticas macroeconómicas favorecen la participación activa de los sujetos en el mercado laboral, planteando escenarios donde los sujetos puedan elegir la forma en la que participarán del mismo.

      En el caso específico de las transferencias del sistema de seguridad social en Colombia, las estadísticas muestran que cerca de la mitad de la población adulta mayor no accede a una jubilación o pensión para enfrentar los riesgos derivados de la pérdida de ingresos en la vejez. Esto se debe, principalmente, a la fuerte orientación de tipo contributiva que han tenido los sistemas de seguridad social y que deja por fuera a un importante segmento de la población –compuesto, entre otros, por mujeres, campesinos, trabajadores informales y migrantes– que, pese a la contribución social que haya realizado durante su vida, no cuenta con una garantía suficiente de tener recursos económicos en la edad avanzada.105

      Según la Política Nacional de Envejecimiento y Vejez, la seguridad en el ingreso está encaminada a reducir la pobreza extrema de los adultos mayores, optimizar el bienestar social e individual generando acciones que ayuden a mejorar y mantener los medios adecuados de vida reflejados en el acceso al sistema de pensiones, transporte seguro, condiciones de educación, vivienda y entornos saludables y seguros. Se proponen acciones tales como: seguridad en el ingreso, cobertura de afiliación, empleabilidad, cadenas productivas, capacidad de las familias y reducción del índice de dependencia económica.106

      Respeto a esto, Deisy Arrubla107 plantea que, en el año 2002, el 50 % de la población mayor de 60 años se encontraba en situación individual de pobreza, cifra superior en las mujeres (51 %). En el año 2005, solo el 15 % de la población mayor de 60 años recibía una pensión. Según S. P. Wallace citado en Deisy Arrubla, la baja cobertura del SGSSS en pensiones conlleva que las personas mayores reingresen al mercado laboral en condiciones precarias, pero es necesario reconocer que la complejidad y la historia de Latinoamérica hacen necesario separar los derechos del ciudadano y sociales de los derechos del trabajador, formal o informal. Los ciudadanos mayores ya han contribuido a la formación del país y, en esa medida, se les debería reconocer el derecho a la subvención por un trabajo ya realizado, contabilizado o no.108

      La Alcaldía de Medellín, a través de la Unidad de Atención a las Personas Mayores (AMAUTTA), para garantizar la seguridad en el ingreso de las personas mayores que no accedieron a la jubilación desarrolla dos programas. El programa protección social para personas mayores (PPSAM) con recursos de la nación consiste en la entrega bimensual de $150.000 ($81 dólares bimensuales). Medellín entrega un subsidio económico con recursos propios a través del proyecto denominado Apoyo Económico, designa para ello la entrega bimensual de $151.000 ($81 dólares bimensuales), es decir, el 23,7 % del salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV) en Colombia en 2012. Pertenecer a uno de los proyectos es excluyente para recibir beneficio del otro; una persona mayor solo puede acceder a un subsidio.109

      Para María Isabel Zuluaga,110 las alternativas ofrecidas a través de los proyectos que integran la dimensión de seguridad en el ingreso logran impacto en la medida en que la sociabilidad primaria se dé, es decir, la respuesta que tengan la familia y las redes de apoyo social. Esta respuesta reduce el riesgo de deterioro, pero además habría una menor probabilidad de que la persona mayor deba ser institucionalizada en modelos de larga estancia. Pero, en ocasiones, no es suficiente con la respuesta que otorgan las familias y las redes de apoyo, lo que deviene un gran reto para el Estado, en la medida en que debe asumir las condiciones de protección social integral de un acumulado de riesgos y de vulnerabilidades que no alcanza a cubrir. Esto corrobora lo que Decsi Arévalo111 plantea, y es que a la exclusión social, producto de la marginalización del mercado laboral, se sumó la proveniente de los bajos ingresos que percibían los trabajadores, generando de esta forma el deterioro de las formas de protección.

      Las personas mayores beneficiarias de los programas públicos, tanto en Medellín como en Colombia, presentan un acumulado de riesgos sociales asociados al no aseguramiento en otras etapas del ciclo vital, ubicándolos sobre la línea de pobreza o por debajo de esta.112

      En Colombia, y especialmente en Medellín, se ha avanzado de manera progresiva y sistemática en la creación de indicadores de condiciones de vida de los habitantes de la ciudad. Se ha trascendido de un modelo donde se medía calidad de vida solamente desde la perspectiva de los recursos materiales, a uno que introduce nuevas dimensiones y metodologías de medición. Esta nueva perspectiva se ha materializado en una encuesta anual sobre calidad de vida, financiada por el municipio de Medellín, la Encuesta de Calidad de Vida de Medellín (ECV), la cual aporta datos sobre la evolución de las condiciones de vida de los residentes en la ciudad desde varias dimensiones. Usando los datos de la ECV 2014 para la población de 60 años o más, caracterizaron algunas dimensiones de las condiciones de vida de las personas mayores. Según estos,113 las personas mayores en Medellín (60 años o más) representaban el 14,9 % (363.714) del total de la población, con una distribución porcentual por género de 58,7 % de mujeres (213.562) y 41,3 % de hombres (150.152).

      Respecto a la distribución por estrato socioeconómico, es importante, primero, aclarar que la estratificación socioeconómica en Colombia se adelanta mediante el procesamiento de la base predial catastral urbana actualizada. La unidad de estratificación es el inmueble residencial (casa o apartamento) y se realiza con el acompañamiento del DANE, para ello existen metodologías urbanas y rurales.114 La Ley 142 o Régimen de Servicios Públicos Domiciliarios de 1994 crea la estratificación socioeconómica, como el indicador que rigiera la política en materia de tarifas. La estratificación socioeconómica ha sido diseñada para facilitar la aplicación de tarifas diferenciales a los distintos usuarios de los servicios públicos domiciliarios, y ayudar a seleccionar una determinada población objetivo entre la de menores recursos con el fin de focalizar algunos programas sociales.115 En la mayoría de los municipios del país, la vivienda es clasificada en uno u otro estrato, entre los seis que existen, como es el caso de Medellín.

      En Colombia, en 2011, los mayores de 55 años representaban el 13,5 % (6.050.552) de la población; de estos, el 87,1 % se encontraba en los estratos 1, 2 y 3; el 12,9 % en los estratos 4, 5 y 6, con una mayor representación del estrato 4 (7,65 %), seguido del estrato 5 (3,2 %) y tan solo un 2% ubicado en el estrato 6. En la ciudad de Medellín en ese mismo año, la mayor parte de la población se ubicaba en los estratos socioeconómicos medios y bajos.116

      Al analizar el grupo de personas mayores de Medellín en términos de distribución por estratos, se observa que, para 2014, las personas mayores de 60 años de los estratos medio, medio-alto y alto (estratos 4, 5 y 6) representan el 33,6 % del total de la población de Medellín, es decir, 112.323 personas.

      La distribución por estrato de la СКАЧАТЬ