Shakey. Jimmy McDonough
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Название: Shakey

Автор: Jimmy McDonough

Издательство: Bookwire

Жанр: Изобразительное искусство, фотография

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isbn: 9788418282195

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СКАЧАТЬ con el despliegue de medios que había supuesto la gira de Ragged Glory, la de Harvest Moon era minimalismo puro: un equipo técnico compuesto por un puñado de tíos, Shakey y su autobús. El golf pasaría a ocupar el lugar de los ensayos, y Young parecía deleitarse con lo imprevisible de los conciertos. Me acerqué al backstage con la esperanza de conseguir una entrevista; lo que no me imaginaba ni de lejos es que aún tendría que perseguir a Young durante otro año y medio. Por allí pululaban los típicos famosillos de tres al cuarto: desde los cómicos cansinos del momento hasta la última sensación efímera del rock, todos babeando. Pero había un invitado cuyo nombre se mencionaba únicamente entre susurros cargados de respeto: Bob Dylan.

      Dylan estuvo presente en los seis conciertos del Beacon y frecuentaba el autobús de Young entre las actuaciones. Allí estaban dos de los mayores iconoclastas del rock, de palique, como buenos colegas. Ambos son amigos desde hace décadas y, desde mediados de los setenta, han tocado juntos en algún que otro concierto benéfico; Young también se ha presentado, guitarra en mano, en varias actuaciones de Dylan. Young ha hecho versiones de Dylan, siendo «All Along the Watchtower» la más notable; Dylan, que yo sepa, nunca le ha devuelto el favor (aparte de hacer los coros en una versión patatera de «Helpless» en un concierto benéfico en 1974). Cuatro años mayor que Young, Dylan ya lo había hecho todo antes y mejor, y sin él no habría Neil Young, que tiene muy claro cuál es el lugar que ocupa respecto a Dylan. «Yo no soy más que un mero alumno aplicado de este tío, joder. Él es el verdadero maestro.» Pero, en estos momentos, ¿quién quedaba a parte de Dylan?

      Elliot Roberts ha ejercido de mánager de uno y otro. «Los dos son muy veleidosos. Tienen exactamente las mismas costumbres cuando salen de gira, se preparan de la misma manera. Son parecidísimos en cuanto al objeto de su satisfacción: para ellos solo existen buenos conciertos y malos conciertos. En otras cosas son diametralmente opuestos. A Bob le gusta tener cerca a la familia y estar con los suyos. Es culo de mal asiento, no le gusta quedarse en un sitio mucho tiempo; Neil, si pudiera, se quedaría en el mismo sitio para siempre.»

      «Neil es un excéntrico con un objetivo en mente; Bob es un excéntrico con un objetivo en mente, pero no me queda muy claro de qué objetivo se trata, y la única persona que puede que tenga claro cuál es, es Bob», comentaba el tour manager Richard Fernandez, que ha trabajado para ambos. «Los demás solo podemos elucubrar al respecto.»

      ¿En qué se diferencia su música? Sandy Mazzeo, un amigo de Neil de toda la vida, lo resumía así: «Las canciones de Dylan tratan de lo que sucede a su alrededor, mientras que Neil escribe sobre lo que ocurre en su interior».

      La interacción Dylan/Young por antonomasia se produjo en junio de 1988, cuando Dylan estaba de gira por California y Neil decidió participar en un par de conciertos. «Neil llegaba al volante de su Cadillac descapotable con su ampli Silvertone en el asiento de atrás», recuerda Fernandez. ¿Se sentía Young intimidado al aparecer junto a uno de sus ídolos en el escenario? «Nunca lo he visto sentirse intimidado por nadie en el plano musical», me dijo David Briggs. Si Willie toca con Neil, es Willie el que sigue a Neil. Si Neil toca con Waylon, Waylon sigue a Neil. Cuando empuña su guitarra, su aura se magnifica. Es él quien aprieta el gatillo.»

      Hasta con Dylan apretó Young el gatillo, y a pesar del gran aprecio que Bob siente por Neil, no tardó en verse atrapado en la línea de fuego. «Neil acaparó todo el protagonismo del concierto», dijo Elliot Roberts, que después del concierto escuchaba a Dylan manifestar su temor ante la intervención de Young la noche siguiente, cuando Neil se le acercó dando saltos. «¡Un concierto genial! ¿Nos vemos mañana, Bob?» «Sí, Neil», dijo Bob con resignación. Ni siquiera Dylan era capaz de decirle que no.

      En el Beacon se había colocado una guitarra de más al final de la última actuación y corría el rumor de que Dylan iba a salir a acompañar a Young en un par de temas, pero no fue así.

      «El otro día estaba pensando en la voz de Neil», escribe Rickie Lee Jones. «Titubeante, quejumbrosa, masculina y femenina… toda esa tristeza y esa indecisión [en su voz expresan] cómo se siente un adolescente. Le estás diciendo adiós a la niñez en esos años.» Para Jones, Young ejemplifica el sonido de ese adiós, es una voz que habla de manera libre y espontánea, ajena al comedimiento típico de los adultos. El estilo improvisado y sin editar característico de la música de Young no hace más que subrayar esta realidad, donde importa tanto lo que queda fuera del lienzo como la pintura que salpica su interior.

      «Sus canciones nunca fueron obras acabadas. Echaba un vistazo a algo, decía algo, sentía algo; pero lo normal era que al final no hubiera un significado moral claro en todo aquello; no había un chiste que pillar, no había una razón de ser para aquel despliegue lírico…» En estas simples frases Jones resume de manera casi perfecta lo que hace que este tipo sea tan especial. Para ella, como para tantos otros, Neil Young es de una «integridad incuestionable».

      A pesar de haberse suavizado con los años en su progresiva tendencia a la melancolía, la de Young es una voz que expresa dolor. Su inusitada visión de la historia de Estados Unidos desde la perspectiva de un canadiense resulta tan evocadora y sobria como cualquier fotografía de Walker Evans. Sus canciones no proporcionan respuestas, se limitan a hacer hincapié en las preguntas.

      El catálogo de Young es impresionante. Entre 1967 y 2001, ha publicado cuarenta y seis álbumes, siete de los cuales han sido disco de platino certificado, y nueve, disco de oro (a partir de 1997). Tiene en su haber más de cuatrocientas canciones: canciones de confesiones en primera persona, canciones de viajes a través del tiempo, canciones sobre personajes varios, canciones lisérgicas, canciones de broma; canciones de lo más dispares, y aun así en todas ellas se le reconoce al instante. «Expecting to Fly», «Mr.Soul», «Cowgirl in the Sand», «Helpless», «I Believe in You», «Harvest», «Tired Eyes», «On the Beach», «Star of Bethlehem», «Will to Love», «Like a Hurricane», «Danger Bird», «Powderfinger», «Transformer Man», «Depression Blues», «Rockin’ in the Free World», «Fuckin’ Up», «Unknown Legend», «My Heart», «I’m the Ocean».

      Y esas son solo algunas de las más destacadas de lo que tiene publicado. En los Archivos permanecen ocultas canciones y actuaciones que son indudablemente de lo mejor que ha hecho en su vida, pero que nunca han visto la luz. Existen discos enteros que acabaron en un cajón porque Neil cambió de idea, a los que hay que añadir tres largometrajes, dos bandas sonoras, montones de proyectos de vídeo y un número incontable de giras. Todo lo que toca Young lleva su marca inconfundible, poco importa que sea una canción, la portada de un disco, un coche o una guitarra. Neil Young es un visionario y, para muchos, uno de los pocos vestigios, Dylan aparte, que nos recuerda que sí, que algo ocurrió en los sesenta.

      RANDY NEWMAN: La mayoría de gente produce sus mejores trabajos en su juventud. Neil Young sigue siendo tan bueno como siempre, que ya es mucho decir… Y no parece haber trampa ni cartón. No creo que haya nadie mejor que venga del mundo del rock and roll.

      LINK WRAY: Neil es un fuera de serie, pero no deja que eso le afecte. Podría venderse si quisiera, pero él no es así. Ha decidido no hacerlo. Neil siempre ha mantenido la integridad.

      LINDA RONSTADT: La mayoría de nosotros solo dispone de un año para llegar a lo más alto de las listas de ventas; luego dejas de estar de moda. Neil ha tenido una carrera increíble.

      ELTON JOHN: Neil siempre se ha entregado al máximo en todo lo que ha hecho; no hay mucha gente de la que se pueda decir esto. Consigue emocionarme con cualquier tipo de música que toque, da igual que sea potente, suave o country. Neil es muy polifacético, y creo que por eso lo respeta tanto todo el mundo, desde los músicos más veteranos como yo hasta las generaciones más jóvenes, como Pearl Jam y compañía; sabe cómo salir ahí fuera y darlo todo.

      JAMES TAYLOR: Me encanta su actitud. Ha significado mucho para mí. Su posición СКАЧАТЬ