Название: Miserias del poder
Автор: Óscar Rodríguez Barreira
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Història i Memòria del Franquisme
isbn: 9788437093345
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El marco de injusticia actuaba y los costes de oportunidad iban decreciendo inexorablemente. Por un lado, y a pesar del riesgo, su acción era relativamente segura y, por otro, cada día que pasaba la República perdía más y más la guerra. En su mentalidad no se trataba tanto de un boicot como de una labor humanitaria, si bien, una vez iniciadas las actividades, poco a poco se fueron polarizando las posturas. Los testimonios que hemos obtenido sobre este aspecto son rotundos. El relato de Juan José Pérez Gómez, quien nos explicó que salió de su escondite porque temía que su padre sufriera represalias si no acudía a la movilización de su quinta, camina en el mismo sentido.
Yo estuve de cortijo en cortijo por ahí en la Sierra. Y entonces el gobierno republicano, el gobierno republicano como llamaban a filas. (Pregunta) Sí, me comentó. (Juan José) Iba huyendo que no me cogieran pero claro al enterarme. (Mercedes) Pues con familiares y todo eso... (Juan José). De que a los padres de los soldados si no comparecían los metían en la cárcel pues pensé en mi padre y me presenté.108
A Juan José nadie le evitó la movilización, aunque él mismo pudo escaparse gracias a una confusión del propio Ejército. Finalmente fue descubierto y pasó un tiempo encerrado en los calabozos del SIM, donde ya, por fin, recibió ayuda de médicos vinculados a la clandestina. Como se puede comprobar no son actos aislados, sino que más bien son recurrencias que nos remiten a un hecho estructural: importantes sectores del funcionariado se resistían cotidianamente a la República.109
Por lo que respecta al Socorro Blanco, la tarea era bastante sencilla y ya estaba muy organizada en tiempos de Carmen Góngora. Según el guardia civil José Ferrando Segarra, simplemente consistía en
... recoger fondos entre sus amistades de derechas, cantidades que entregaba a Manzano [Manuel Rodríguez Manzano] y sabe que este, a su vez, las hacía llegar al Sr. Aramburu. Más adelante, cuando detuvieron a una mujer apellidada Amezcua [momento de caída de Carmen Góngora], también se le encomendó al dicente el repartirlo. Alrededor de unas ochocientas pts. Recogía el que declara [...] El secreto era indispensable para la buena marcha de las actividades que de ser descubiertas aparejarían muchos males.110
La organización se extendió por toda Almería, llegando incluso a implicar a más de quinientas personas en toda la capital. Este proceso lo explica con mayor claridad el propio Manuel Rodríguez Manzano:
El dinero lo recogía de personas de quienes le constaba su afección a la causa nacional, a quienes decía que se destinaba a socorrer directamente el que habla a algunas personas que habían quedado en mala situación, pero sin descubrir nunca que los fondos fuesen a parar, como así era, a la organización. Los fondos los entregaba directamente a Carmen Góngora, y cuando esta y gran parte de sus colaboradores fueron detenidos, los entregaba al Sr. Fernández Aramburu que era quien vino a sustituir a Carmen Góngora en las tareas clandestinas, remozando la organización y dándole una nueva orientación que, sin excluir el socorro blanco, se ampliaba a sectores de información, enlace con la zona nacional y otras actividades más.111
El éxito organizativo hizo que algunos pensaran en pasar a la acción aunque, finalmente, el éxito del SIM puso las cosas en su sitio. Como el propio Ferrando Segarra estimaba:
En un principio los más exaltados querían, a todo trance, lanzarse a la calle y apoderarse de la ciudad de Almería. Y hay que decir que en honor a la verdad que la cosa hubiera sido sin grandes dificultades. Pero solo se hubieran podido mantener dos o tres días porque lo lógico hubiera sido que los rojos hubiesen lanzado fuerzas sobre la capital que hubieran dado al traste con todos los sublevados.112
Ese éxito proselitista, añadido a la prolongación excesiva de la guerra, causó, en opinión de Manuel Trujillo, el fin de la Red Hataca. Cuando la clandestinidad se extiende tanto apenas es posible guardar el sigilo y la discreción necesaria, de manera que es fácil descubrirla y encarcelar a sus componentes. Eso ocurrió en diciembre de 1938, cuando se estaba produciendo un paso a zona nacional por parte de Pabilo –el enlace en la zona de Paterna–. Una vez detenido este, fueron cayendo poco a poco los grandes dirigentes: Fernández Aramburu, Manuel Mendizábal, etc. Manuel Trujillo pudo escapar porque fue avisado a tiempo por los enlaces, de manera que se apropió de la emisora de radio de Albox y huyó a la Sierra de Lúcar, donde le sorprendería el final del conflicto.113 Esta declaración coincide bastante con la versión de los hechos que ofreció Mendizábal:
La organización clandestina «Red Hataca» siguió funcionando normalmente hasta primeros de diciembre de 1938, en que fue descubierta, como consecuencia de haber sido detenido un grupo de personas que trataban de evadirse a zona nacional, así como del guía que conducía la expedición y a cuyo guía le fueron ocupados los documentos que para su entrega a las autoridades nacionales le habían sido entregados por la citada organización. Cuando esta organización fue descubierta el declarante ya tenía montadas dos emisoras clandestinas fijas, una en Albox y otra en Almería, teniendo también reunidos los materiales precisos para instalar una emisora volante habiendo sido ocupada por los foragíos rojos únicamente la volante, que el deponente tenía guardada en su despacho oficial.114
El descubrimiento del enlace para el tránsito a zona nacional y el del propio Mendizábal se realizaron cuando este último estaba llevando a cabo una de las labores más delicadas: radiotransmitir información secreta al bando nacional. Como hemos comentado, Mendizábal contaba con dos emisoras, una en Almería capital y la otra en Albox. La propia construcción de las emisoras fue todo un logro, ya que el Estado republicano puso mucho empeño en controlar las ondas radiofónicas. En la declaración de Domingo Liria Valls se puede ver cómo Mendizábal hizo uso de su amistad para pedirle que «estuviese a la escucha de los radiogramas que dirigían a Almería desde Granada y Málaga, la mayor parte de los cuales eran dados en cifra». La cosa no acabó ahí; con el tiempo, y aprovechando que Liria Valls era un técnico en radio, Manuel Mendizábal trató de comprometerle para que fabricara
... una emisora y a comunicar con ella a zona nacional, prestándose el declarante, con todos los medios de que disponía. No pudo conseguir fabricarla, pero sí dio cuantas piezas tenía al Sr. Mendizábal, enterándose luego que la emisora llegó a construirse y la manipulaba D. Adelino Martínez ignorando con qué resultado y para qué fines.115
Tanto para trasladar a gente como para desplazarse él mismo para transmitir información, utilizaba los vehículos del servicio agronómico. También usaba la propia comunicación escrita de ese servicio escribiendo con tinta simpática «al respaldo de comunicaciones de carácter oficial». El 16 de diciembre de 1938 Red Hataca era descabezada.116
Como se ha visto para los quintacolumnistas, contar con medios de transmisión y recepción de información era fundamental. En un contexto político de fuerte propaganda y manipulación, contar con vías de información alternativas a la oficial era muy importante, máxime cuando una de las principales misiones que se tenían encomendadas era la propagación de bulos y rumores contra la República. Otro cometido fundamental СКАЧАТЬ