Название: Lunes por la tarde... 5
Автор: José Kentenich
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Lunes por la tarde…
isbn: 9789567598588
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ya nada hay que continúe anhelando:
lo que tú dispongas
es mi querer y mi bien».
Y ahora se resume toda la oración:
«Mi Señor y mi Dios,
toma todo lo que me ata,
cuanto disminuye mi fuerte amor por ti;
dame todo lo que acreciente el amor por ti
y, si estorba al amor, quítame mi propio yo. Amén».
Patris atque Matris sum nunc et in perpetuum, vivat sanctuarium. ¿Pueden entenderlo ahora? Estos son hombres verdaderamente libres. Hombres que son libres, que están siempre alegres, que tienen siempre paz y de los cuales dimana siempre serenidad. Pero para que nosotros, hombres que cargan con el pecado original, vivamos este «poder en blanco», para que logremos vivir a partir del «espíritu en blanco», tenemos que extender nuestras manos más hacia lo alto, hacia la inscriptio. ¿Qué es inscriptio? Quiero recitarles ahora una oración y se las explicaré más adelante. Pero tienen que escuchar bien.
«Te pido todas las cruces y sufrimientos
que tú, Padre, me tengas preparados».6
¿Qué significa: incluso te pido las cruces y sufrimientos? ¿Qué cruces y sufrimientos? Aquellos que tú, Padre del cielo, me tengas preparados. Es así: desde que tenemos el pecado original, podemos decir: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo»,7 pero cuando las cosas se ponen más duras, decimos, a pesar de todo: hágase mi voluntad en la tierra como en el cielo. Por eso tenemos que cuidar de que se supere lo que se llama miedo a la cruz y sufrimiento, una predisposición negativa. El miedo a la cruz y al sufrimiento es el gran impedimento para el sí que hemos de decir. Y hasta pido superar este miedo: si tú has previsto para mí una cruz —pero, suponiendo que la hayas previsto—, te pido esa cruz para que llegue a ser interiormente libre para tu voluntad.
Disponibilidad: para que este espíritu no quede solamente en un acto, sino que también lo vivamos realmente, tenemos que mantener un contacto constante con Dios. Esto es lo que llamamos «horario espiritual».8 ¿Qué quiere decir esto? Aquí tenemos que reflexionar: ¿qué prácticas de piedad puedo incluir a diario en mi horario como hombre casado, en mis propias circunstancias?
Ahora se plantea la pregunta: ¿qué debo hacer en ese sentido? En esto tenemos que dejar libertad a cada uno, puesto que las circunstancias pueden ser distintas. Pero, en general, tengo que incluir tantas (practicas de piedad) como sean necesarias para que pueda mantener esta relación con Dios en todas las situaciones. Estas cosas no obligan bajo pecado. No es más que una usanza. De modo que si no las hago, no peco. Solo me he perjudicado a mí mismo. ¿De qué modo me he perjudicado a mí mismo? El espíritu del poder en blanco desaparece más y más.
Aquí podemos distinguir un cierto componente básico y permanente de nuestro horario espiritual. Una de las leyes dirá: tantas prácticas de piedad como lo permitan mis circunstancias. Pero ahora tienen que mantener con firmeza: nadie me obliga a ello, yo mismo tengo que reflexionarlo. En la práctica, esto significaría, por ejemplo: tan frecuentemente como sea posible —si se puede, a diario— santa misa y comunión. Escúchenlo una vez más: si es posible. Si no se puede, entonces no se puede.
Después, en segundo lugar: cada día una lectura espiritual y, si es posible una visita.9 Son prácticas de las que se dice: si las mantengo, puedo suponer que el Espíritu de Dios me sostiene interiormente, puedo suponer que también lograré no solo sellar la alianza de amor, sino también vivir a partir de ella.
Después es costumbre entre nosotros —en determinados círculos, no en todos— dar cuenta por lo menos una vez al mes al confesor (del cumplimiento del horario espiritual), pero no por escrito. Por ejemplo: me había propuesto comulgar tantas y tantas veces, pero no lo he hecho por negligencia. Aunque no sea un pecado, me acuso para estimularme a cumplirlo nuevamente. Comprendan, por favor, lo siguiente: naturalmente, sólo con deseos no avanzamos; ahora tenemos también que «clavar la lanza».
Pienso que les he llenado la hora con todo tipo de pensamientos difíciles y también hermosos. Y ahora: Patris atque Matris sum nunc et in perpetuum, vivat sanctuarium.
Repitámoslo una vez más.10 Mis queridos alumnos, muy bien hecho.11
1 Véase Lc 15,11-32.
2 Visión beatífica.
3 Oración de la tradición popular que el P. Kentenich citaba a menudo: «Ja, Vater, ja; dein Wille stets gescheh’, ob er mir Freude bringt, ob Leid, ob Weh’».
4 Tuyo soy.
5 Véase P. José Kentenich, Hacia el Padre. Oraciones para uso de la Familia de Schoenstatt, Nueva Patris: Santiago de Chile 172013, estr. 386ss, págs. 132-133 (ed. original en alemán, 1945).
6 Ibíd., estr. 393, pág. 134.
7 Mt 6,10.
8 El horario espiritual tal como se practica en el seno de la Familia de Schoenstatt es un medio para el cultivo de la unión con Dios. Uno establece para sí determinadas prácticas religiosas que deben atravesar todo el día. En la medida en que también se controla su cumplimiento, uno se protege a sí mismo de «los olvidos, las veleidades y los cambios de humor» en la vida religiosa. Véase A. M. Nailis, La santificación de la vida diaria, Herder: Barcelona 1955 (y ediciones posteriores), pág. 88.
9 Referencia a la visita al Santísimo Sacramento, una oración frente al sagrario.
10 Los presentes repitieron el lema en común, a lo que el P. Kentenich reaccionó con la siguiente acotación jocosa.
11 A continuación, el P. Kentenich pregunta si los oyentes tienen todavía interrogantes. Uno de ellos le pregunta cómo se puede definir un instituto secular. El P. Kentenich responde: En sí es fácil exponérselo ahora a ustedes. Lo que les he expuesto, de cómo pueden aspirar a la santidad, ese es el gran ideal en nuestras hermanas como instituto secular. Nuestras hermanas viven como laicas. Primero, como comunidad no hacen oficialmente voto alguno, del mismo modo como tampoco ustedes hacen oficialmente ningún voto. En segundo lugar, ellas pueden estar solas fuera de las casas de la comunidad y no es preciso que lleven su vestido de hermana.
Sinopsis
El regalo del amor misericordioso de Dios
Renovamos hoy nuestra alianza en el sentido de nuestro lema: Patris atque Matris sum nunc et in perpetuum, СКАЧАТЬ