El Sacro Imperio Romano Germánico. Peter H. Wilson
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Название: El Sacro Imperio Romano Germánico

Автор: Peter H. Wilson

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788412221213

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СКАЧАТЬ Fuerte, elector de Sajonia, que se convirtió en 1697; su hijo le siguió en 1712. Sajonia, cuna del protestantismo, se hallaba ahora bajo soberanía católica.138 Cada una de estas conversiones causó tensión momentánea, pero estos problemas constitucionales fueron resueltos con relativa facilidad, lo cual indica que el imperio continuó siendo flexible hasta entrado el siglo XVIII. La revisión de los años normativos impidió a los príncipes obligar a sus súbditos a abrazar su nueva fe. Por el contrario, a la familia soberana se le permitía practicar el culto en la capilla de palacio, pero debía firmar un documento denominado Reversalien que garantizaba la gestión sin impedimentos de su Iglesia territorial luterana por cargos que hubieran jurado mantener esa fe, con independencia de las creencias del príncipe local. Estos acuerdos solían ser sancionados por la asamblea territorial y a menudo por otros príncipes protestantes. Esto ampliaba la base sobre la cual, en caso de disputas, podían presentarse alegaciones ante las cortes imperiales.139

      A pesar de las Reversalien, numerosos protestantes sospechaban que los príncipes fomentaban el catolicismo en secreto por mediación de los sacerdotes agregados a la capilla de corte. Esto ayuda a explicar el furor provocado por los acontecimientos del Palatinado, que constituyen la segunda de las dificultades mencionadas. Tras la extinción de la dinastía gobernante calvinista, en 1685 el Palatinado pasó a manos de una rama católica menor de los Wittelsbach. El nuevo elector colaboró con los franceses, que ocuparon sus tierras durante la Guerra de los Nueve Años (1688-1697), en la reintroducción del catolicismo. Acto seguido, Francia se aseguró el reconocimiento internacional de los cambios hechos en la Paz de Rijswijk de 1697, pese a que tal cosa quebrantaba el año normativo de 1624 (que Francia, como garante de la Paz de Westfalia, debía hacer respetar). El impacto lo magnificó la coincidencia con la conversión al catolicismo del elector de Sajonia y la expulsión de los hugonotes de Francia ordenada por Luis XIV, después de la revocación de sus derechos religiosos en 1685. El grado de preocupación suscitado lo evidencia el hecho de que 258 de las 750 quejas oficiales versaban en torno a esta cuestión.

      El clero, en especial en las zonas fronterizas, interpuso innumerables obstáculos a las personas corrientes que trataban de ejercer su libertad religiosa. Los matrimonios mixtos eran considerados un reino dividido y, a menudo, se presionaba a los individuos para que se convirtieran. Sin embargo, solía prevalecer el pragmatismo. En Osnabrück, una quinta parte de los matrimonios eran interconfesionales, los protestantes participaban en las procesiones religiosas de los católicos y en unas pocas comunidades las diferentes congregaciones llegaban incluso a compartir la misma iglesia. La política oficial seguía siendo soportar, no tolerar: soportar minorías se consideraba una necesidad política y legal. A finales del siglo XVIII las actitudes fueron cambiando, en particular tras la patente de José II de 1781, que concedió mayor igualdad, y que adoptó la mayoría de los gobiernos germanos entre 1785 y 1840.

      LA IGLESIA IMPERIAL A COMIENZOS DE LA EDAD CONTEMPORÁNEA

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