Название: El Sacro Imperio Romano Germánico
Автор: Peter H. Wilson
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9788412221213
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Dalberg salvó su principado gracias a que ejercía de cabeza visible de los 16 príncipes que abandonaron el imperio en julio de 1806 tras pactar con Napoleón, lo que precipitó la abdicación del emperador Francisco II tres semanas más tarde (vid. Lámina 31). Dalberg fue recompensado con más territorio y el título de gran duque de Fráncfort, pero fue obligado a aceptar que el hijastro de Napoleón, Eugène de Beauharnais, fuera designado su sucesor. Austria asumió el título del gran maestre de la Orden Teutónica. En cuanto a los caballeros sanjuanistas, ya en 1805 habían quedado por completo eliminados como elemento político. Dalberg se convirtió en el liquidador del imperio y trabajó con denuedo para reorganizar la Iglesia católica y redefinir sus relaciones con los principados, ahora soberanos. Las leyes aprobadas por el Reichstag en 1803 obstaculizaron su labor, pues estas eximían a Austria y Prusia de futuros concordatos imperiales con el papado. Prusia se anexionó la mayor parte de los obispados westfalianos en 1802 y los reorganizó sin consultar con el pontífice. El papado, por su parte, rechazó las propuestas presentadas por Dalberg en 1803 en nombre del resto del imperio, pues le consideraban el continuador del febronianismo. Baviera atizó las sospechas papales; con ello, esperaba obtener la autonomía de la que ya disfrutaban Austria y Prusia. Otros príncipes establecieron sus propios acuerdos, lo cual redujo los apoyos de Dalberg a aquellos príncipes cuyas tierras eran demasiado pequeñas o demasiado pobres como para mantener obispo propio. El proyecto fracasó. El fallecimiento de Dalberg, en 1817, le allanó al papado el camino para establecer concordatos con los Estados soberanos supervivientes. Al adaptarse a la federalización de Alemania, el papado contribuyó así a la desaparición del imperio, pues este había quedado desprovisto de una Iglesia nacional.155 No obstante, esto no fue del todo negativo, pues la destrucción de la Iglesia imperial liberó energías y recursos que alimentaron el dinamismo del catolicismo germano durante el siglo XIX.
1 Hay, D., 1968, 16-36, 52; Guenée, B., 1985, 1-9; Bartlett, R, 1993, en particular 250-255, 292-314.
2 Scales, L. E., 2012, 396, 414-415.
3 La visión diferenciada es evidente en los relatos cristianos de la época acerca de las creencias eslavas, por ejemplo, el de Tietmaro de Merseburgo, vid. Warner, D. A., 2001, 252-254. Véase también Angenendt, A, 2005, 32-46; Třeštík, D., 1995, 7-59.
4 Barkey, K., 2008, 109-153.
5 Huntington, S. P., 1996.
6 van Engen, J., 1986, 519-552.
7 Según afirma McKitterick, R, 2008, capítulo 5.
8 Reuter, T., 1985, 75-94; Laudage, J. et al., 2006, 166-172.
9 Collins, R., 1991, 321-322.
10 Reuter, T., «Carolingian and Ottonian warfare», en Keen, M. (ed.), 1999, 13-35, 31.
11 Lawrence, C. H., 1989, 71.
12 Vid. el relato de Berthold, amigo y biógrafo de Hermann, en Robinson, I. S. (ed.), 2008, 108-112.
13 Innes, M., 1997b, 201-216; Coupland, S., 1998, 85-114. Para un panorama más general, vid. Reuter, T., «Charlemagne and the world beyond the Rhine», en Story, J. (ed.), 2005, 183-194; Costambeys, M. et al., 2011, 80-153.
14 McKitterick, R., 1983, 109-124; Lawrence, C. H., op. cit., 22, 74-82.
15 Hammer Jr, C. I., 1980, 5-17.
16 Wood, I., 2001.
17 Angenendt, A. (ed.), 1998, I, 131-143.
18 Kohl, W. (ed.), 2000, 1-24; Weiers, H. J., 1984, 3-19. Además de Angenendt, A, 2005, véase también Senger, B., 1984; Isenberg, G. y Rommé, R. (eds.), 2005.
19 Althoff, G, 2005, 17-18.
20 Con respecto a la petición de Otón I de reliquias romanas para apoyar las misiones de Germania, vid. Warner, D. A. (ed.), op. cit.
21 Althoff, G, 2005, 151. Tietmaro de Merseburgo narra la destrucción del alzamiento eslavo en Warner, D. A. (ed.), op. cit., 141-143. Acerca de Crotone, vid. 299, 314.
22 La dimensión política de esta y la experiencia paralela de Hungría se describen en Warner, D. A. (ed.), op. cit., 204-207.
23 Stiegemann, C. y Wemhoff, M. (eds.), 1999.
24 Bohemia había sido asignada al obispado de Ratisbona en 950. Con respecto a la creación de Magdeburgo por obra de Otón, vid. Althoff, G., 2005, 119-122, 128-133; Becher, M., 2012, СКАЧАТЬ