El Sacro Imperio Romano Germánico. Peter H. Wilson
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Название: El Sacro Imperio Romano Germánico

Автор: Peter H. Wilson

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788412221213

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СКАЧАТЬ que pontífices rivales consagraban obispos diferentes para la misma sede episcopal. La reforma quedó en entredicho cuando el pontífice vendió patrimonio de la Iglesia para financiar su guerra contra el emperador. El papado se hizo cada vez más monárquico: a partir de mediados del siglo XI comenzó a imitar el uso de la púrpura y las complejas ceremonias de coronación del imperio. Un siglo más tarde, los papas asumieron el título de vicario de Cristo, que había sido usado por los reyes salios, pero que ahora se empleaba para afirmar la autoridad pontificia sobre todos los monarcas. El territorio papal se expandió: el papa se hizo con el control de Toscana tras la muerte de Matilde de Canosa. La Iglesia latina quedó sometida a un mayor control central, respaldado por la expansión de la administración papal y por el establecimiento de la Inquisición, en 1231, para vigilar creencias. En torno a 1380, la libre elección de abades y obispos había cesado casi por completo, toda vez que los sucesivos papas utilizaban su derecho de vetar candidatos y aprobar nombramientos.

      Los Hohenstaufen y el papado

      El papa tampoco era reacio a cooperar con el emperador para escapar a la opresiva influencia normanda, la cual le había obligado a elevarlos al estatus de reyes de Sicilia en 1130. En 1130-1139, normandos y franceses habían provocado un primer cisma mediante su interferencia en la política romana y en 1159-1180 unieron fuerzas para apoyar a un candidato a papa contra el antipapa apoyado por el imperio, lo que provocó un nuevo cisma. Barbarroja, al igual que Enrique IV, también fue excomulgado, pero al contrario que el emperador salio, acabó por aceptar un compromiso en el Tratado de Venecia de 1177. La presencia de representantes italianos y sicilianos en las negociaciones revelaba la internacionalización de los asuntos italianos, pues era evidente que habían dejado de ser una cuestión interna del imperio. Barbarroja, a pesar de las importantes concesiones que hizo a la Liga Lombarda, fue reconocido soberano de Italia del norte.

      Entre 1184 y 1186, Barbarroja pudo regresar a Italia, esta vez sin un ejército, y consolidar la paz por medio de un acuerdo con los normandos, que preveía el matrimonio del hijo de Barbarroja, Enrique, con Constanza de Hauteville, hija del rey de Sicilia. La inesperada muerte, en 1189, del rey normando abrió la posibilidad de que los Hohenstaufen se hicieran con el control de Sicilia y de sus dependencias, más tarde conocidas como Nápoles, en la Italia meridional. El momento favorecía a los Hohenstaufen, pues la victoria sarracena en Hattin en 1187 y la subsiguiente caída de Jerusalén distraía al papado, que además necesitaba apoyo imperial para la tercera cruzada que planeaba. A pesar de la oposición de numerosos señores normandos, alrededor de 1194 el hijo de Barbarroja, Enrique VI, se había hecho con el control de Sicilia. Sus éxitos dispararon sus ambiciones. En 1191, Enrique rechazó la pretensión papal de soberanía sobre Nápoles con el argumento de que este quedaba bajo jurisdicción imperial. Enrique planeaba, en menos de cinco años, integrar el antiguo reino normando en el imperio y convertir la monarquía germana en una posesión hereditaria СКАЧАТЬ