El Sacro Imperio Romano Germánico. Peter H. Wilson
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El Sacro Imperio Romano Germánico - Peter H. Wilson страница 25

Название: El Sacro Imperio Romano Germánico

Автор: Peter H. Wilson

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия:

isbn: 9788412221213

isbn:

СКАЧАТЬ en el pasado, los pontífices pronto vieron cómo los angevinos (la casa de Anjou) escapaban a su control, pues sumaron Sicilia y Nápoles a sus posesiones de Provenza. La revuelta de las vísperas sicilianas provocó la pérdida de la isla a manos del rey de Aragón en 1282. Esto cortó el vínculo entre Sicilia y Nápoles que había existido desde la conquista normanda de 1070 y liberó al papado de la amenaza de cerco.129 Sin embargo, los angevinos seguían siendo poderosos e incluso ejercieron a partir de 1313 un protectorado sobre el papado que se prolongó veinte años. Además, los papas tenían que enfrentarse a monarcas occidentales cada vez más osados, como fue el caso de los reyes de Francia. Estos, embarcados en una prolongada serie de guerras con Inglaterra, se quedaban con las tasas anuales que su clero pagaba al papado. Ante tales problemas, a los pontífices les volvía a parecer una opción atractiva un emperador fuerte pero casi siempre ausente.

      La implicación de los franceses continuó la pauta iniciada en 1170, como mínimo, de abrir las disputas papado-imperio a influencias externas. Francia obstaculizó las negociaciones de forma reiterada, pues el enfrentamiento le permitía prolongar el, en palabras de Petrarca, «cautiverio babilónico» de Aviñón. La imposición por parte de Juan de un entredicho que suspendía los servicios religiosos en Alemania fue motivo de amplio resentimiento e ignorado, además de costarle un elevado precio moral, pues parecía como si quisiera castigar al común de los alemanes. En 1300, los principales señores germanos habían rechazado el intento papal de extender su disputa con el rey Alberto I y, en 1338, apoyaron el decreto Licet iuris de Luis que respaldaba de manera explícita la antigua idea de los Hohenstaufen de que el monarca alemán era ya emperador, con derecho automático de ejercer prerrogativas imperiales una vez elegido. Por una vez, un intelectual influyó de forma directa sobre los hechos históricos: Lupold de Bebenburg proporcionó los argumentos legales e históricos del decreto de Luis. Su programa fue continuado por Carlos IV, aspirante al trono de Luis y luego sucesor y culminó en la bula de oro de 1356, que excluía por completo al papa de la elección del rey germano (vid. págs. 300-301 y 306).

      Los Luxemburgo y el papado