Название: La tecnología, siglos XVI al XX
Автор: Leonel Corona Treviño
Издательство: Bookwire
Жанр: Управление, подбор персонала
isbn: 9786070254468
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Astronomía
El interés por la astronomía en el Nuevo Mundo se remite al periodo preclásico58 y frecuentemente se relaciona con la evolución de las culturas mesoamericanas. Prueba de ello se inscribe en los códices y en las escrituras de las culturas maya, mixteca, mexica y otras del altiplano central.59
Los principales cuerpos y fenómenos celestes (el Sol, Venus, la Luna, las Pléyades), así como un conjunto de estrellas, se integran a la vida religiosa y social.
Identifican mediante sus estudios, diferentes ciclos, de acuerdo con el movimiento de los astros. El ciclo de los mayas es de 104 años (el doble del de 52 años), el cual se completaba con 26 días añadidos al final. El ciclo de los aztecas, o ciclo tianquiztli, abarcaba 52 años, agregando 13 días al final.60 Existían además otros ciclos, como el de 208 años (4 veces 52) o el de 312 (6 veces 52 años del módulo del calendario maya).61 Con la llegada de los españoles y la Conquista se destruye, junto con la jerarquía indígena, esta parte de tradición científica, cultural y religiosa.
La astronomía en el periodo colonial se circunscribe a la tradición científica europea. Sus principales precursores están relacionados con países como España y Francia, por lo que, al parecer, no existe vínculo entre la astronomía precolombina y la colonial.62 La ciencia astronómica occidental adoptada por la Colonia parte del siglo XVI y se extiende al XVII, en el cual se introducen los estudios astronómicos.
En 1557 fray Alonso de la Veracruz publica Physica speculatio, donde en la parte final hace referencia a un texto astronómico. Francisco Maurolyco publica Desphaera. Líber unus, en la cual expone en forma por demás ortodoxa qué es el ciclo solar y el ciclo lunar, entre otros. Probablemente la principal influencia sea la publicación de fray Alejo García, Kalendario perpetuo, considerado un verdadero cómputo cronológico que perdura a lo largo del periodo colonial.63
Hacia el decenio de los años treinta del siglo XVII fray Diego Rodríguez hizo posible la difusión, con cierta profundidad, de las teorías matemáticas y astronómicas, mediante sus cátedras en la Real y Pontificia Universidad de México.
Otro célebre estudioso de la astronomía fue Carlos de Sigüenza y Góngora, también partidario y conocedor de Copérnico, Kepler, Descartes, Galileo y Brahe.64 Escribió en su Manifiesto filosófico contra los cometas despojados del imperio que tenían sobre los tímidos acerca del cometa de noviembre de 1680, afirmando (contra la creencia común) que no son causa de infortunio y calamidades.
Sin embargo, en términos generales hasta 1769 la astronomía en la Nueva España se sustenta en la observación de fenómenos notables, fundamentados en el tradicionalismo, que a menudo desestima los descubrimientos de Copémico. Además, sus instrumentos son anticuados.65 Es hasta la última parte del siglo XVIII cuando se da una renovación de esta ciencia.66
Entonces la astronomía colonial no sigue ni adopta parte de la trayectoria técnica prehispánica, aunque puede considerarse que de alguna manera coinciden las capacidades con un sesgo que las deja en el pasado.
En resumen, la organización económica y social construida con la conquista española, y que en lo esencial se conserva a lo largo de toda la época colonial, propicia una forma limitada de creación e introducción de las técnicas productivas. Las técnicas se adecúan a la explotación extensiva del trabajo y de los recursos naturales, mientras que la ciencia es elitista y segrega a la población indígena, a pesar de los esfuerzos por fundar algunas instituciones de enseñanza que incorporan al indígena al conocimiento occidental.
El resultado es una destrucción de capacidades técnicas, algunas de las cuales encuentran espacios marginales de sobrevivencia en la vida cotidiana. No obstante, gran parte de las costumbres y tradiciones indígenas no desaparecen; conservan y reproducen su idioma, su modo de vestir tribal y diverso, sus hábitos alimentarios (la cocina), la medicina, la construcción colectiva (como el Tequio en Oaxaca), hasta sus creencias religiosas. Otras capacidades adquieren una dinámica propia que mejora a lo largo de la historia de México: las capacidades técnicas de la agricultura, la construcción, la astronomía y la medicina, que se enlazan propiciando trayectorias con enriquecimiento del conocimiento inicial.
NOTAS
9 El ejército español de finales del siglo XV emplea armas de fuego y artillería, así como la pica de los indígenas. Se les considera los mejores soldados de la época. Sus principales armas son ballesta, arcabuz, espoda, rodela, falconetes y algunas otras piezas de artillería, mientras que el ejército indígena dispone de hondas para arrojar piedras, arco y flecha y atlatl; y la infantería orgánica de los escuadrones lanza, maza o porra, chimal, macana a manera de mandoble, macan, ichcahuipolli y maxtli (como armas defensivas). Daniel Gutiérrez, Historia militar de México, 1325-1810, El Ateneo, México, 1961, pp. 63-67.[regresar]
10 Los conquistadores usan como arma defensiva el ichcalpulli (escudo) de los indígenas, haciéndole algunas adaptaciones. Daniel Gutiérrez, op. cit., pp. 63-67.[regresar]
11 En la sociedad indígena las com unidades son tradicionalm ente gobernadas por jefes llamados tlatoque (en singular tlatoani) y subdivididas según el sistema indígena, siendo la unidad el calpulli o tlaxicalli, un grupo de fam ilias que viven en una localidad. Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español (1519-1810), 8a. ed" Siglo XXI Editores, México, 1967.[regresar]
12 La historia de la prim era generación de encom iend as es de abuso generalizado y atrocidades singulares. Los encarcelaban, mataban, golpeaban y hacían perseguir por perros. Charles Gibson, op. cit., p. 82.
[...] doce años enteros (1518-1530 ) duraron las matanzas y estragos que las sangrientas y crueles manos y espadas hicieron en cuatrocientas y cincuenta leguas en torno casi de la ciudad de México y a su rededor, donde cabrán 45 grandes reinos tan grandes y harto más felices que España [...] todas más pobladas y llenas de gente que Toledo, Sevilla y Valladolid y Zaragoza juntam ente con Barcelona [...] más han muerto a cuchillo y a lanzadas, y quemándolos [...] lo que ellos llam an conquistas, siendo invasiones violentas de crueles tiranos. No podrá bastar lengua ni noticia e industria hum ana a referir los hechos espantables [...] Bartolomé de las Casas, Brevísima relación de la destrucción de las Indias, ed. orig., Sevilla, 1552. Clásicos Uciesa Ediciones 29, Madrid, diciembre de 2000.[regresar]
13 Las 'cabezas' o 'cabeceras' son instituciones españolas que sirven para la organización política y económica colonial. La ciudad es cabeza de un distrito. Charles Gibson, op. cit., pp. 75-76.[regresar]
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