Название: ¿Cómo enseñar a enseñar lenguaje?
Автор: Varios autores
Издательство: Bookwire
Жанр: Учебная литература
isbn: 9789561427969
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2 La conciencia de la enseñanza en educación infantil como una actividad compleja y desafiante. Comprender lo que involucra enseñar a niñas y niños pequeños en contextos institucionalizados es uno de los mayores desafíos para la formación inicial, puesto que supone la identificación y eventual transformación de ideas y creencias construidas a lo largo del tiempo profundamente arraigadas en el pensamiento de futuras educadoras y educadores a partir de imaginarios sociales que no siempre coinciden con el conocimiento actualizado disponible en el campo de la educación infantil (Saracho & Spodek, 2003; Pardo, 2012).
3 Una perspectiva de derechos de la infancia y justicia social. Esto implica reconocer a niños y niñas como actores sociales activos y entregar oportunidades de aprendizaje de calidad para todos los estudiantes, desafiando algunas prácticas que aumentan las inequidades en el aula, tales como etiquetar el comportamiento de los párvulos, restringir los espacios dialógicos y de expresión o proporcionar actividades de aprendizaje con un estándar de calidad limitado (Cochran-Smith, 2005).
4 La valoración de la diversidad humana en sus distintas expresiones. Esto supone el reconocimiento de todas las personas como legítimos otros, más allá de su edad, orientación sexual, etnia u otra característica. Las educadoras y los educadores deben estar preparados para enseñar en contextos de alta diversidad cultural, social y lingüística y comprender las implicancias que estas u otras variables juegan al momento de enseñar. Esto supone dotarlos durante la formación de la capacidad de proyectar la adquisición futura de competencias profesionales –o competencias de crecimiento– a partir de las necesidades que identifican en el contexto social y educativo en el que enseñan (Zeichner, 2016).
5 La importancia del juego en el aprendizaje y desarrollo infantil. El juego es, desde el nacimiento, una actividad fundamental para niñas y niños, el motor para las experiencias y una importante herramienta de conocimiento, exploración y categorización del mundo físico que los rodea y la cultura de la que son parte, no solo desde una perspectiva material, sino también simbólica. El juego les posibilita apropiarse de los significados sociales y desarrollar valores y actitudes (Bruner, 2006; Sarlé, Rodríguez & Rodríguez, 2010; Tomasello, 2007; 2010).
6 Un enfoque comunicativo en el que sustentar la enseñanza del lenguaje y la alfabetización infantil. La adquisición del lenguaje y la capacidad de comunicarse con otros, en tanto logro social, cultural y evolutivo, trasciende al aprendizaje del código y requiere de una genuina y fundamentada valoración del intercambio y negociación entre sujetos para la construcción de significados compartidos en la comunicación (Bruner, 1986; Nelson, 2006). La investigación muestra que los efectos positivos de los programas que se focalizan en el desarrollo del lenguaje oral y escrito de niños y niñas no solo se observan en sus aprendizajes inmediatos sino, sobre todo, en los desempeños que alcanzan posteriormente en su escolaridad (Díaz et al., 2015; Burchinal, 2002; Shonkoff & Phillips, 2000). Por lo tanto, constituye un conocimiento fundamental en la formación inicial de las educadoras y educadores para introducir a niñas y niños pequeños en las prácticas letradas, así como en el uso de lenguaje en distintos contextos de comunicación.
Las educadoras y educadores tienen un papel central en los procesos educativos que ocurren en la educación infantil, en tanto son responsables de generar interacciones pedagógicas que favorezcan el aprendizaje y el desarrollo en el aula, así como aumentar los repertorios de lenguaje e introducir a niños y niñas en la alfabetización inicial. Por ello, aportar a la formación inicial de educadoras y educadores en esta importante temática constituye la principal tarea de este libro. Creemos firmemente que el enfoque comunicativo para la enseñanza del lenguaje y de la alfabetización inicial moviliza, articula y posibilita la apropiación de los otros lineamientos señalados, en la medida en que este enfoque esté presente en las matrices interaccionales que se privilegie desarrollar en la formación inicial.
Es importante señalar que el mayor desafío respecto a estos lineamientos radica no solo en considerarlos, comprenderlos y abordarlos uno a uno, sino en resolver cómo estos pueden ser traducidos e integrados en un modelo de formación inicial. En este ejercicio articulador emergen tensiones que no necesariamente son sencillas de abordar curricularmente, como es el caso de la relación entre los aspectos disciplinares, pedagógicos y, en especial, prácticos de aprender a enseñar.
Como se ha explicitado, el debate acerca de la calidad de la enseñanza en educación infantil está requiriendo reformular los currículos de formación inicial de educadoras y educadores, situando a la práctica pedagógica en el centro de la formación. Poner el conocimiento práctico en este sitial implica enfocarse de manera rigurosa y detallada en el trabajo pedagógico, es decir, en las principales tareas que educadoras y educadores deben poner en acción para conseguir que los niños y las niñas aprendan. Por lo tanto, un programa de formación inicial docente basado en la práctica debe contar con un enfoque sistemático en el desarrollo de las habilidades para implementar con éxito prácticas que son esenciales para la enseñanza en el aula (Darling-Hammond, 2014; Grossman, 2018).
Las propuestas de formación inicial que conforman este libro y los planteamientos didácticos, prácticos y pedagógicos que las fundamentan intentan responder transversalmente a las preguntas: ¿Qué deben saber y saber hacer las educadoras y educadores de párvulos para promover el desarrollo del lenguaje y la alfabetización en los niños y niñas a los que enseñan? Y ¿cómo se asume este desafío en la formación inicial de futuras educadoras y educadores?
En los últimos años, algunas universidades que preparan educadoras y educadores han intentado avanzar en dar respuesta a estas preguntas, como lo evidencia la investigación nacional. Por ejemplo, Adlerstein et al. (2016) analizaron los currículos de formación de una decena de programas chilenos de Educación Parvularia y cómo se desarrolla en estos la enseñanza del lenguaje oral y escrito. A partir de ello, caracterizaron las dimensiones del conocimiento práctico que se intencionaban en estos programas y encontraron distintos niveles de profundidad y abordaje de estos conocimientos que, en el mejor de los casos, no alcanzaban a una tercera parte del total de la formación. Otras investigaciones, coincidentemente, han identificado la existencia de cursos de lenguaje en las mallas formativas chilenas de Educación Parvularia de manera diversa e incipiente (Díaz et al., 2015). Así, no deja de ser contradictorio el hecho de que, pese a la reconocida y fundamentada relevancia de la alfabetización inicial como tema por considerar, su presencia en la formación inicial de educadoras y educadores sigue siendo limitada.
La reforma de la Educación Superior basada en estándares ha permitido a Chile regular la formación docente, en la medida que los estándares son capaces de abarcar la diversidad de currículos de formación inicial existentes en el país. Por lo tanto, es tarea de los programas y de los formadores de profesores y profesoras traducirlos para transformarlos en prácticas y rutinas que pueden ser enseñadas y aprendidas por las futuras educadoras y educadores. Esta especificación involucra, por un lado, los conocimientos necesarios para la enseñanza y, por otro, las prácticas pedagógicas que representarían la integración del conocimiento con la acción necesaria para su realización. Este segundo aspecto posibilitaría un cambio en la forma en que educadoras y educadores aprenden a enseñar, identificando y especificando aquellas prácticas esenciales que deben ser capaces de poner en acto. En efecto, esta pedagogía para la formación inicial docente implica la integración de habilidades prácticas, conocimientos específicos y juicio profesional puestos en acción en el aula (Forzani, 2014; Grossman, 2018; McDonald, Kazemi & Kavanagh, 2013).
En ese sentido las prácticas esenciales pueden ser detalladas y utilizadas como herramientas en la formación profesional con el fin de preparar a futuras educadoras para la toma de decisiones que la profesión requiere, teniendo como objetivo central mejorar las oportunidades de aprendizaje ofrecidas СКАЧАТЬ