Название: Fotografía infantil
Автор: Manuel Santos
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: FotoRuta
isbn: 9788412251302
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Manuel González coincide en estas apreciaciones sobre el 85 mm y añadiría también entre sus favoritos al 135 mm, además de un zoom 24-70 mm f/2,8 para ocasiones donde no tenga tiempo de cambiar de objetivo. Por regla general Manuel tira toda su fotografía de estudio con el 85 mm, nos comenta que “aunque los entendidos en la materia dicen que lo más parecido al ojo humano es el 35 mm o 50 mm, en la práctica y según mi criterio lo más fiel a la realidad de lo que estoy fotografiando cuando trabajo en el estudio es el 85 mm. Dependiendo de cómo usemos los ángulos en la toma, el 50 mm distorsiona la realidad y si hablamos del 35 mm mucho más. Además al usar el 85 mm consigo guardar la distancia de seguridad para no invadir los espacios de los sujetos fotografiados. En cuanto a exteriores, aparte del 85 mm, también utilizo el 135 mm, porque tiene un bokeh especial. El 50 mm y 35 mm lo uso para grupos puesto que carezco de espacio amplio en mi estudio para estas instantáneas. El 105 mm macro lo utilizo exclusivamente para detalles en fotografía de recién nacido”.
En el mismo escenario Pepa Valero suele efectuar fotografías con un 35 mm (arriba) y un 85 mm (abajo). En la foto tomada con el angular se puede identificar el lugar donde se tomó la imagen. Sin embargo, el ángulo más estrecho del teleobjetivo combinado con su menor profundidad de campo logra que el fondo de cañas y hojas aparezca mucho menos definido en la fotografía captada con el teleobjetivo. Además, al situarse la fotógrafa en un punto de vista más bajo para la toma logra transformar un paisaje convencional en un lugar mágico donde la niña aparece como en un sueño.
Arriba: Nikon D800, Sigma 35 mm f/1,4, ISO 200, f/2,8, 1/160 s.
Abajo: Nikon D800, Nikkor 85 mm f/1,8, ISO 100, f/2,2, 1/160 s.
Pepa Valero indica que “a veces puede ser necesario un 35 mm; sobre todo lo uso en estudio para grupos porque no tengo demasiado espacio. También tiendo a usar la combinación del 35 mm con el 85 mm en exteriores, porque me agrada el ángulo más amplio que me ofrece el 35 mm y la pequeña distorsión que añade. En fotografía infantil cada edad tiene sus peculiaridades. Los bebés los trabajo casi siempre con el 50 mm aunque últimamente voy utilizando más el 35 mm, casi siempre con diafragmas muy abiertos para conseguir desenfoques y, por supuesto, el 60 mm macro para detalles. Para los bebés más mayores y niños hasta unos 5 años uso el 85 mm y el 50 mm en estudio y exterior. Normalmente suelo trabajar casi siempre con diafragmas bastante abiertos, menos los grupos. Y para niños de 6 hasta 8 años, en estudio y exterior trabajó con la combinación de 35 mm, 50 mm y 85 mm, aunque con la variante que decía antes: uso más el 85 y 50 en estudio y 85 y 35 en exteriores”.
Situándose a la misma distancia del sujeto pero con objetivos de diferente distancia focal, transformará por completo los retratos que fotografíe. Aquí puede comparar una imagen tomada con un objetivo de 35 mm de distancia focal (izquierda) y otra con un 85 mm (derecha). En la tomada con el 35 mm destaca el entorno, mientras que en la del 85 mm la niña se convierte en la protagonista indiscutible.
Canon 5D Mark II, Canon 35 mm f/1,4, ISO 400, f/2,8, 1/160 s.
Canon 5D Mark II, Canon 85 mm f/1,2, ISO 400, f/2,8, 1/160 s.
Zoom versus focal fija
Un buen objetivo de distancia focal fija con una excelente calidad de imagen y pocas distorsiones y aberraciones resulta mucho más fácil de diseñar y más barato de fabricar que un objetivo de distancia focal variable (zoom). La mayoría de las fotografías en este libro están tomadas con objetivos de distancia focal fija, principalmente 35 mm, 50 mm y 85 mm con aperturas máximas de f/1,4 o f/1,2. Para Alba Soler “hace años que descubrí la gran diferencia entre ópticas zoom y ópticas fijas, y decidí que nunca más compraría un zoom. Cierto es que siempre trabajo en entornos controlados en los que puedo tomarme el tiempo de cambiar de una óptica a otra. Mi fotografía es muy pausada y controlada, por lo que casi nunca sucede algo que no supiera que fuese a suceder. No ocurre lo mismo en la fotografía de bodas por ejemplo, donde hay veces que no hay tiempo para cambiar de objetivo y está más justificado el uso de zooms”.
Considere que hay excelentes objetivos de focal fija (35 o 50 mm) que le costarán menos de la cuarta parte de un objetivo zoom de calidad. Algunos objetivos de distancia focal fija ofrecen una relación entre calidad y precio increíblemente alta, podríamos mencionar entre ellos: Nikkor 35 mm f/1,8 G-ED (sobre 530 euros), Canon o Nikkor 50 mm f/1,4 (sobre 380 euros), Canon 100 mm f/2,8 macro (sobre 490 euros) y Canon 200 mm f/2,8 (sobre 690 euros). Estos objetivos de precio ajustado no suelen llevar un sellado contra inclemencias del tiempo, pero por su coste más reducido no le dolerá reemplazarlos si se estropearan algún día.
Otro problema de los objetivos zoom es su mayor peso, Pepa Valero resume sus pros y contras: “tengo un zoom 70-200 mm f/2,8, maravilloso en cuanto a calidad de imagen pero muy pesado, por lo que lo uso poco. También un 24-70 mm que utilizo cuando hay niños que son muy movidos o se cansan y enfadan rápido. No quiero perder ningún gesto ni cansarlos mucho; con esta tipología de niños hay que ser muy rápido y aprovechar el tiempo y el cambio de objetivo me hace perder tiempo y comunicación con el niño”.
Pepa Valero incluye un zoom Nikkor 24-70 mm f/2,8 en su conjunto de objetivos habituales para su cámara Nikon. Montado en la cámara se encuentra el Sigma Art 50 mm f/1,4 y de izquierda a derecha: Nikkor 24-70 mm f/2,8, Sigma Art 35 mm f/1,4, Nikkor 85 mm f/1,8 y el objetivo de tipo macro Micro Nikkor 60 mm f/2,8.
Por tanto, si se encuentra con un presupuesto ajustado, quizás debería considerar comprar dos objetivos fijos de calidad que cubran la gama aconsejada (24-200 mm), por ejemplo un 35 mm o un 50 mm y un 135 mm, y su coste estará todavía por debajo del importe de dos objetivos zoom de gama profesional. Ahora bien, tenga en cuenta que elegir distancias focales fijas implica no poder cambiar rápidamente de ángulo de cobertura, lo que le obligará en algunos momentos a cargar con dos cuerpos de cámara, cada uno con un objetivo fijo diferente para poder realizar tomas más amplias o de detalle desde el mismo punto. Si prefiere un equipo más ligero cuando su sesión transcurre en exteriores, le resultará más cómodo un único cuerpo con un objetivo zoom adecuado a su método de trabajo.
Respecto al coste total del equipo deberá considerar si la mayor parte de sus reportajes son en estudio o exteriores, pues en este último caso tendrá la necesidad de duplicar al menos el cuerpo de cámara, por si uno de ellos se estropeara fuera del estudio. Evidentemente, si usted es el fotógrafo de sus hijos puede optar por no duplicar el equipo, dado que siempre podrá volver con ellos a realizar otra sesión similar. Por tanto, si piensa dedicarse profesionalmente a la fotografía de niños, en sus consideraciones económicas debería comparar el coste de dos configuraciones mínimas de equipo:
• Dos cámaras con dos objetivos zoom que cubran la gama de distancias focales aconsejadas (24 a 200 mm), por ejemplo: un objetivo 24-70 mm y otro 70-200 mm.
• Dos cámaras combinadas con un conjunto de dos o tres objetivos fijos, por ejemplo: un 35 mm, un 50 mm, y otro en la gama de 85 a 200 mm.
Apertura máxima
La apertura máxima aparece junto a la distancia focal en las especificaciones de los objetivos e indica el diafragma más abierto que puede usarse. Al principio todos los fotógrafos hemos tenido problemas con la escala de diafragmas, porque un número más pequeño no indica una diafragma más pequeño sino al revés, uno más grande. De modo que un objetivo 35 mm f/1,4 será capaz de recoger más luz que un objetivo 35 mm f/2. Para empezar a СКАЧАТЬ