Название: Fotografía infantil
Автор: Manuel Santos
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: FotoRuta
isbn: 9788412251302
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Batería
Pocas personas consideran el tiempo de duración de la carga de una batería a la hora de seleccionar su cámara… ¡hasta que en medio del momento cumbre de una ceremonia de comunión salta el aviso de falta de carga en la batería! Hay diferencias importantes en la duración de la carga de las baterías entre unos fabricantes y otros, e incluso entre diferentes modelos del mismo fabricante. Además de revisar sus especificaciones, compruebe la opinión de otros usuarios o incluso alquile una para poder comprobar su duración real.
En fotografía de niños, sobre todo si es profesional y realiza también reportajes sociales, su cámara debería poder trabajar todo el día sin necesidad de cambiar de batería. En caso de que la batería de su cámara se agote tras varias horas de uso continuo, considere comprar una empuñadura que permita incorporar baterías extras para no tener que cambiarlas durante toda la sesión. Además, estas empuñaduras facilitan el disparo de fotografías en formato vertical mediante el botón disparador adicional que incluyen para esta función. Este pequeño detalle ergonómico lo agradecerá su codo y antebrazo al final del día, dado que no tendrá que elevarlo para disparar en vertical.
Sistema de flashes asociado
Toda cámara profesional usada para fotografía de niños debería contar con un sistema de flashes portátiles de altas prestaciones, que le permita complementar su iluminación siempre que lo necesite. Los principales fabricantes de cámaras profesionales incluyen en su catálogo un conjunto de flashes portátiles, que hacen posible la sincronización de la cámara a un transmisor o flash maestro, y de éste a varios flashes esclavos que se dispararán simultáneamente cuando accione el disparador de su cámara. Para poder definir una iluminación concreta a las diferentes zonas de la escena, cada unidad deberá poder ajustarse en más (+) o menos (-) sobre el valor de exposición principal. Busque también en el sistema de flashes asociado a su cámara que tenga una buena valoración de su sistema de medición TTL, en el que la cámara mide la iluminación que aportan los flashes sobre la escena y puede cortar su potencia para conseguir una exposición correcta. (Lea más adelante en este mismo capítulo la sección dedicada a flashes portátiles para una información más detallada).
Si desea avanzar a un escalón profesional en su fotografía de niños necesitará dedicar a la elección de objetivos tanto o más tiempo que el dedicado a estudiar la cámara que adquirirá… y por supuesto, asignarle un presupuesto en muchos casos similar o superior al dedicado a su cámara. ¿Por qué asignarle mayor presupuesto a su kit de objetivos que a su cámara? En primer lugar porque un objetivo profesional de gama alta logra resultados profesionales, al menos desde el punto de vista técnico (¡el artístico lo tendrá que poner usted!). Un objetivo de gama alta tiene un diseño óptico y una calidad de lentes y construcción que le permiten tener muchas de las cualidades que usted desea para su fotografía de niños. Si compara las fotografías tomadas con un objetivo de gama alta frente a uno de gama media baja observará: mayor resolución de detalles en todo el plano focal (no sólo en el centro como los objetivos de gama baja media), menor distorsión de las formas en los bordes (¡menos caras deformadas o edificios que se inflan!), mejor reproducción del color (compruebe la calidad de los tonos pasteles y saturados que puede conseguir con uno y otro objetivo) y desenfoques o bokeh mucho más suaves y con formas bonitas.
Otro punto clave que conviene considerar es su vida útil: un buen objetivo le prestará servicio durante más años que una cámara. Seguro que el sensor u otros componentes electrónicos de su cámara empezarán a fallar o su cámara estará desfasada tecnológicamente antes de que su objetivo empiece a dar problemas. Por lo que su inversión en un buen objetivo puede amortizarla durante muchos más años que la de su cámara.
Y un último argumento, no menos importante, se deriva de las exigencias de la fotografía de niños, sobre todo en eventos sociales, que requieren de una gran fiabilidad y resistencia en los equipos. Usted no puede repetir la ceremonia de la primera comunión por problemas con un objetivo de mala calidad que le falló en el momento más inoportuno. Tampoco puede retrasar una salida a realizar exteriores porque haya empezado a llover un poco. Un buen objetivo tiene componentes mecánicos de alta calidad e incluso puede estar sellado para garantizarle un funcionamiento óptimo durante años en las condiciones más difíciles (lluvia, viento, arena, etc.), sin que puedan penetrar en él polvo o agua que lo estropeen.
Los cinco objetivos fijos usados por Manuel González en fotografía de niños (de izquierda a derecha): Sigma 105 mm f/2,8 Macro, Sigma 85 mm f/1,4, Sigma 50 mm f/1,4. Canon 135 mm f/2 L y Canon 35 mm f/1,4 L.
Para fotografía de niños no es preciso disponer de un conjunto muy amplio de objetivos. Como en la mayoría de las especialidades fotográficas, en su elección debería primar la calidad de sus objetivos sobre su número. A continuación le ofreceremos algunas ideas útiles que pueden ayudarle a escogerlos. Para Pepa Valero, “en estudio e interiores resulta suficiente un pequeño conjunto de objetivos, que incluya un buen objetivo 50 mm y un tele corto entre 80 y 135 mm; personalmente me decanto por el 85 mm f/1,4 de Nikon”. Para Alba Soler; “si tuviera que escoger un solo objetivo, una lente fija que no te limite y pueda servirte en cualquier ocasión, estoy pensando claramente en un 50 mm. (Yo tengo el Sigma Art 50 mm f/1.4). Es una apertura que funciona bien prácticamente para todo y permite obtener atractivos desenfoques en los fondos. La mayor parte del tiempo trabajo en exteriores y tengo espacio de sobra para alejarme o acercarme si quiero cambiar el tipo de plano”.
El tele corto (80 a 135 mm de distancia focal) le permitirá conseguir planos medios y cortos, donde destaquen detalles del rostro y expresiones, desenfocando fácilmente el resto, para lo que debería elegir uno con una apertura máxima igual o por debajo de 2,8. Si, además, su tele corto es un objetivo macro, todavía podrá acercarse y captar planos aún más cercanos. Alba Soler tiene claro que “si queremos motivar nuestra creatividad y rodearnos de juguetes que nos hagan la vida más divertida, es cuando entran en juego otras lentes. Mi objetivo absolutamente favorito es el 85 mm f/1,2 que lleva pegado a mi cámara desde que lo compré. El 85 mm comprime el fondo de forma que no se come a la persona; encuentro que objetivos como el 50 o el 35 mm dan mucho protagonismo al entorno a no ser que la persona esté muy cerca de la cámara. Y aquellos con distancia focal superior al 85 mm hacen desaparecer demasiado el contexto de la persona, no permitiendo ver realmente donde está. El 85 mm nos sigue dando información del entorno, de sus formas y de lo que pasa alrededor, pero lo separa de la persona que cobra así mayor protagonismo”.
La fotografía superior está tomada con un objetivo 50 mm. Puede apreciar la escasa profundidad de campo al usar un diafragma muy abierto (f/2,5) si el punto de enfoque se encuentra muy cercano a la cámara. Las zonas enfocadas nítidamente se limitan a los ojos, nariz y labios, mientras que el fondo queda muy desenfocado permitiendo aminorar su importancia y reducir su visibilidad si no es muy de su agrado. Para la segunda, Alba Soler necesitó cambiar a un 135 mm para conseguir que, usando, un diafragma similar (f/2), pudiera alejarse de la niña y seguir teniendo un atractivo desenfoque en el fondo, pues si hubiera seguido usando el 50 mm tendría bastante zona enfocada por delante y detrás de ella.
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