Название: Cuente las estrellas en un cielo vacío
Автор: Michael Youssef
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781646911097
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¿Ha escuchado a Dios llamándolo a la tierra prometida? ¿Ha dado el primer paso? ¿O aún se encuentra en Ur? O tal vez salió hacia la tierra prometida, pero se ha atorado en Harán. ¿Qué le impide llegar a la tierra prometida con Dios?
Si nunca ha dado el primer paso de fe, si nunca ha confesado sus pecados a Dios ni le ha pedido que lo perdone a través de la sangre de Jesús, puede hacerlo hoy, justo ahora, antes de que dé vuelta a otra página de este libro. Puede ser eternamente salvo y ser bendecido con la presencia de Dios. Puede ser lleno de la persona y el poder del Espíritu Santo. Ya conoce el punto de vista de Dios. Si ha escuchado la voz del Espíritu Santo, si Él le ha hablado a través de su Palabra, no espere otro momento. Responda ahora.
1 Nota del traductor: AARP es una organización estadounidense, independiente y sin fines de lucro, que busca satisfacer las necesidades e intereses de las personas mayores de 50 años.
¿Un peregrino... o un vagabundo?
John Bunyan escribió su novela alegórica, El progreso del peregrino, mientras cumplía una condena en la prisión del condado de Bedfordshire. Su crimen: predicar el evangelio sin autorización. Era contra la ley realizar servicios eclesiásticos que no estuvieran autorizados por la iglesia establecida por el estado, la Iglesia de Inglaterra. El progreso del peregrino ha seguido en imprenta continuamente desde que fue publicado por primera vez en 1678, y ha sido traducido a más de doscientos idiomas. La primera vez que lo leí era un niño de doce años en Egipto.
El libro cuenta la historia de un hombre llamado Cristiano que progresa a lo largo de la vida en su travesía hacia el cielo, su destino final. A través de su camino, encuentra muchos peligros, desafíos y tentaciones, tal como nosotros hoy. También halla lugares de reposo, tal como Dios nos provee a nosotros.
En un momento dado, Cristiano se encuentra en una ciudad llamada la feria de Vanidad. William Makepeace Thackeray escribió una novela con ese título acerca de la sociedad victoriana inglesa, y una revista americana, llamada Vanity Fair trata de asuntos de moda y cultura; ambas recibieron su nombre de esta escena de El progreso del peregrino. La feria de la Vanidad es una ciudad edificada por el demonio Belzebú. Y todas las cosas que los humanos desean y se mueren por tener se venden cada día en el mercado de la feria de Vanidad: «Casas, tierras, negocios, colocaciones, honores, ascensos, títulos, países, reinos, concupiscencias y placeres, y toda clase de delicias, como son rameras, esposas, maridos, hijos, amos, criados, vidas, sangre, cuerpos, almas, plata, oro, perlas, piedras preciosas y muchas cosas más».1
Bunyan nos dice que hay tres características que distinguen a los creyentes como Cristiano de la gente mundana de la feria de Vanidad. Primero, los peregrinos cristianos parecen extraños para los ciudadanos de la ciudad mundana. Segundo, los cristianos hablan un idioma diferente, el «idioma de Canaán»2, el idioma de la tierra prometida. Ese no es el idioma local de la feria de Vanidad. Tercero, los cristianos tienen diferentes valores a los de la gente de la feria de Vanidad, y no muestran interés en el materialismo ni la búsqueda de placeres que se acostumbran en la feria de Vanidad. ¿Por qué los cristianos son diferentes de la gente mundana de la feria de Vanidad? La diferencia en la vestimenta habla del hecho de que los cristianos usan un manto de rectitud, el cual Jesús da a todos los creyentes y el cual la gente de la feria de Vanidad no tiene. El manto de rectitud, que fue comprado por la sangre de Jesús, hace que la gente inicua de la feria de Vanidad se amargue y se enoje.
El idioma que habla el cristiano es el idioma de Dios, no obstante, el problema de comunicación no es causado simplemente por una diferencia de idiomas. Los cristianos ni siquiera hablan de los mismos asuntos que los ciudadanos de la feria de Vanidad. Ellos hablan acerca de intereses espirituales, acerca de asuntos cercanos al corazón de Dios. La gente de la feria de Vanidad habla solamente cosas mundanas, desde un punto de vista mundano.
Los valores de Cristiano y otros creyentes son completamente ajenos a los valores de la gente de este mundo, cuyo dios es Satanás y quienes únicamente están interesados en la gratificación y elevación de ellos mismos. ¡Si tan solo los cristianos del siglo xxi fueran tan distintos del mundo como los peregrinos de El progreso del peregrino!
Rumbo a Canaán
Hebreos 11 nos dice que Abraham, Sara y los otros héroes de la fe fueron «extranjeros y peregrinos sobre la tierra».3 ¿Qué es un peregrino?
Es importante tener una definición precisa en mente. Un peregrino no es una persona que deja su hogar y vaga sin dirección; un peregrino no es un vagabundo. Un peregrino es una persona que viaja con un destino claro en mente. Un peregrino tiene una visión por conseguir, una meta por alcanzar, un destino planeado. Un peregrino está determinado a alcanzar su destino sin importar las dificultades, los obstáculos o el sufrimiento. Debido a su visión, debido a esta meta, debido a su determinación, un peregrino sostiene todo lo demás en la vida (posesiones, ambiciones terrenales e incluso gente) con las manos abiertas.
Hay pocas cosas más desgarradoras que observar a un peregrino espiritual convertirse en un mundano vagabundo. Hay pocas cosas más trágicas que ver a alguien que prometió mucho como cristiano, alguien que salió con Dios de Ur rumbo a Canaán, perderse a lo largo del camino. He conocido personas que comenzaron como peregrinos y se convirtieron en vagabundos, y mi corazón se rompe por ellos.
En este tiempo crucial de la historia humana, Dios está buscando peregrinos auténticos y sinceros que caminarán en medio de este mundo de Vanidad sin ser corrompidos por él. Sin importar nuestra edad o nuestra posición en la vida, Dios nos llama para ser sus peregrinos en este mundo turbulento y cargado de pecado. Eso es lo que Dios nos enseña a través del peregrino llamado Abraham.
Génesis 12 nos cuenta cómo Abram (es decir, Abraham) y su esposa Sarai, partieron de Harán, con rumbo a Canaán. La Biblia no desperdicia palabras. Es importante notar los detalles de este relato:
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron (vv. 4, 5).
Cuando Abraham dejó Harán, se llevó consigo una gran cantidad de riquezas acumuladas. En este momento, Abraham tenía 75 años. Para un hombre que viviría hasta los 175, esto era la mediana edad. Las posesiones que Abraham había adquirido durante su estancia en Harán no lo detuvieron de ser un genuino seguidor de Dios. La riqueza es una trampa para muchos creyentes. Pero en las manos de un sabio y generoso discípulo del Señor, la riqueza es una fuente de bendición y ministerio. En mis casi cincuenta años de ministerio, he conocido una cantidad de gente que ha sido bendecida por Dios en lo material, pero que nunca ha hecho de las riquezas un ídolo. Usaban su riqueza para servir a Dios y a otros. Abraham era ese tipo de discípulo.
Abraham, Sara, Taré y Lot habían viajado una distancia de setecientas millas, viajando hacia el norte por el noreste, para llegar desde Ur hasta Harán. Después de vivir en Harán por cinco años aproximadamente, el padre de Abraham, Taré, murió. Después de sepultar a su padre, Abraham reanudó su peregrinaje hacia СКАЧАТЬ