Miyamoto Musashi. Kenji Tokitsu
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Название: Miyamoto Musashi

Автор: Kenji Tokitsu

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

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isbn: 9788499101378

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СКАЧАТЬ claro cuando lo comparamos con los escritos de los contemporáneos de Musashi y, por lo que respecta al contenido, sólo un gran adepto del sable pudo escribirlo. Como escribe Musashi: “Aplicando el principio del sable a las otras artes, ya no necesito maestro en los otros ámbitos”. La calidad del conjunto de su obra parece indicar que sólo podía destacar en el arte del sable.

      Mi manera de presentar a Musashi parte de una investigación histórica pero difiere un poco del trabajo de los historiadores, porque yo interpreto los documentos a partir de mi experiencia del arte marcial para intentar sacar enseñanzas relativas a la práctica.

      ¿Cómo apreciar la práctica del sable de Musashi?

      En aquella época los duelos con sable entre adeptos de diferentes escuelas significaban en la mayoría de los casos la muerte. La decisión de desafiar o de aceptar un desafío requería una extrema prudencia. La simple bravura no bastaba para sobrevivir a un duelo a muerte; era necesario tener un nivel comparable al del adversario. Ahora bien, es innegable que Musashi nunca se equivocó en la estimación justa de la fuerza del adversario, lo que le evitó combatir contra un adversario capaz de vencerlo. El término mikiri

se ha estabilizado para calificar la agudeza particular de la percepción de Musashi. Se le atribuye el origen de dicho término, pero yo no lo he encontrado en sus escritos. La traducción literal es mi, mirar o ver, y kiri, corte, lo que quiere decir ver con una minucia cortante o cortar con la mirada, es decir, discernir el estado de las situaciones o de las cosas con un rigor cortante. Creo que ese discernimiento riguroso caracteriza el sable de Musashi tanto como su expresión estética. Si considera que su adversario puede ser superior, evita combatir. Un discernimiento de un rigor cortante es, para Musashi, la base de la estrategia individual o colectiva. El mikiri condensa en una palabra una de las enseñanzas de Sun-Tseu: “Si te conoces a ti mismo y conoces a tu adversario, no perderás un combate de cien”.

      Para Musashi, ser simplemente fuerte a título individual no tenía tanto valor, puesto que sabía que la fuerza de una sola persona es limitada y que incluso carece de importancia en una gran batalla, como aquellas en las que participó en varias ocasiones a lo largo de su vida. Habría podido desplegar del todo su talento a mayor escala, ya que creía haber encontrado un principio aplicable a todos los fenómenos de la vida.

      Desde el final de la adolescencia, Musashi comenzó a viajar y los duelos se multiplicaron. La edad de treinta años marca una inflexión en su vida: continúa viajando a fin de profundizar en su arte, pero ya no busca duelos de la misma manera que antes. Al mismo tiempo, buscaba un señor que le encargara elaborar estrategias a gran escala. Sin embargo, algunas veces el rigor de Musashi resultaba inquietante, como el filo de su sable, lo que más de una vez puede verse también en sus obras de arte. Sin duda es una de las razones por las que no pudo alcanzar la posición que habría deseado al servicio de uno de los grandes señores feudales. Estoy convencido de que Musashi era un gran adepto del sable, pero creo también que, en la historia del sable japonés, varios adeptos alcanzaron un nivel equivalente o superior al suyo.

      Para apreciar en su justa medida el arte y la personalidad de Musashi, me parece indispensable situarlos en la historia del arte del sable en Japón. Puesto que –la obra de Musashi es testimonio de ello– a partir de su época es cuando el arte del sable pasará a ser de forma progresiva un elemento estructurante de la vida de los guerreros japoneses desde el punto de vista técnico y moral.

      De acuerdo con los usos de la época, Musashi utiliza para designarse a sí mismo el término bushi , guerrero, que significa adepto a las armas. Este término hace referencia a la división de la sociedad japonesa en cuatro órdenes sociales jerarquizados (guerrero, campesino, artesano y comerciante) que el gobierno de los Shôguns Tokugawa ya había institucionalizado de forma estable en la época de Musashi. Con la palabra bushi los guerreros designan su lugar en esta jerarquía. Este término apareció en el período Nara (siglo VIII) y poco a poco fue sustituyendo al término más antiguo mononofu que designaba a quienes sabían utilizar las armas y eran valerosos.

      Samurái viene de saburai, forma nominal del verbo saburau que significa servir o permanecer al lado de una persona importante, siendo saburau una forma evolutiva del verbo más antiguo samorau. Esta palabra designa, a partir del período Heian (794–1185), a los guerreros que están al servicio de los nobles. Poco a poco, será utilizada por los miembros de los otros órdenes para designar a los guerreros en general. Sin embargo, en el orden de los guerreros, sirve para designar a los que están más arriba en la jerarquía. Por ejemplo, los ciudadanos podían llamar samuráis a todos los que llevaban los dos sables, pero entre guerreros no se llamaba samuráis a los que ocupaban la parte inferior de la jerarquía (106).

      El poder de los guerreros se afirma durante el período Heian, sobre todo a partir del siglo X, cuando el poder gubernamental se debilita fuera de la capital. Las familias poderosas gô zoku empiezan a luchar para defender y ampliar el territorio adquirido. Desarrollan su capacidad militar a fin de gobernar ellas mismas a los campesinos locales y de protegerse frente a las fuerzas de la competencia y de los representantes del Estado. Se constituyen en grandes grupos unidos por vínculos de sangre y, también, por los que consiguen entrar en el grupo, mediante una gran conciencia de pertenencia a éste. Esos grupos armados, llamados bushi dan, se establecen en las provincias. Sus valores morales se basan en el culto a los ancestros y los vínculos familiares, que se amplían hasta la pertenencia a un clan jerárquico, y también en el valor personal de los combatientes.

      La moral de los guerreros adoptará más tarde, a partir del siglo XVII, una forma más rígida, con la introducción del confucionismo, que se integrará en esta base antiguamente constituida.

      El arte de los guerreros, aquel del que depende su identidad, fue en principio el tiro al arco. Yumiyatoru mi, literalmente “el que sabe tirar al arco”, designaba a los hombres de guerra del período Kamakura. Yumi no ie designaba una familia que destacaba en el arte del tiro al arco, por lo tanto, una familia de guerreros. Éstos combatían a caballo, principalmente con arco. Cuando la utilización del sable a caballo se extendió, trajo consigo la modificación de los sables, que adoptaron una forma curva. El tipo de combate fue evolucionando y en los siglos XIV y XV el sable ocupó el primer lugar entre las artes de los guerreros, convirtiéndose en su arma emblemática. Sin embargo, no sería justo considerar que el arte del sable japonés se desarrolló en secreto, porque la metalurgia llegó de China, pasando por Corea, y porque más tarde las interacciones fueron muchas (ver Anexo 3).

      En la época de Musashi impera el arte del sable y son muchas las escuelas que enseñan sus técnicas. Parece pues necesario, para comprender bien el recorrido de Musashi, fundador de una escuela de la que existen todavía en la actualidad varias ramas, situar a aquél en la historia de las escuelas de sable japonés.

      1. El período de formación (siglos XV-XVI)

      Es una época decisiva de formación y evolución de la vía del sable, que va desde finales del siglo XIV hasta comienzos del siglo XVII. Más adelante, los adeptos del sable se referirán a ella con frecuencia.

      Por supuesto, el arte del sable es mucho más antiguo en Japón. En el siglo X la forma de los sables se modifica y el sable de punta curva va sustituyendo poco a poco al sable recto. Esta evolución es testimonio de la elaboración de las técnicas en que el gesto de partir de un tajo ocupa un lugar creciente. El ascenso de la situación social de los guerreros corre parejo con el desarrollo y la evolución de las técnicas de combate. Por ejemplo, a partir del siglo XI, la forma y la técnica del sable japonés comienzan a transformarse. Con anterioridad, la fuerza militar estaba compuesta masivamente СКАЧАТЬ