Название: La vida de José
Автор: David Burt
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9788412243543
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Es completamente comprensible que los hermanos reaccionaran negativamente contra el favoritismo de Jacob. Se sentían rechazados y dolidos. Pero quizás existiera en ellos también un motivo más mundano: puede que temieran que el amor de Jacob, simbolizado por la túnica regalada a José, acabaría en su exclusión, o al menos su perjuicio, en el momento del reparto de la herencia familiar. A fin de cuentas, si Jacob empleó la manipulación y el engaño para hacerse con la primogenitura, bendición y herencia que pertenecía a Esaú, no tendría remilgos en quitarles a ellos la herencia y dársela a José.
Además, es posible que Rubén, el primogénito, hubiera perdido el derecho a la primogenitura. Este era el probable significado de su ultraje en 35:22, tal como se nos explica en 1 Crónicas 5:1-2: Rubén… era el primogénito, pero, habiendo profanado el lecho de su padre, su primogenitura fue dada a los hijos de José ben Israel. Los hermanos ya sospechaban que la túnica era evidencia de que eso iba a ocurrir: al más joven de los once, Jacob pensaba concederle la primogenitura como hijo de la esposa amada.17 Los otros hermanos, naturalmente, se sentían desacreditados e injustamente ofendidos.18
Así pues, en 37:2, José logró ofender a sus hermanastros Dan, Neftalí, Gad y Aser, hijos de las concubinas, al delatarlos ante su padre. Ahora, ha logrado ofender a los hermanastros Rubén, Simeón, Leví y Judá, hijos de Lea, al vestir una túnica que simbolizaba su probable adquisición de la primogenitura. De hecho, tendrían que haber odiado al padre, no al hijo; José no les había hecho nada injusto. Pero la gente suele convertir en cabeza de turco al más débil. En todo caso, aquí vemos a José en su doble papel de hijo amado y hermano aborrecido. ¿Nos recuerda a alguien?
3. Los sueños de José (37:5-11)
Y soñó José un sueño, y lo declaró a sus hermanos, diciéndoles: Oíd este sueño que he soñado (37:5-6).
La tercera causa de la animosidad de los hermanos hacia José se encuentra en los sueños que tuvo. Como es frecuente en esta clase de relato bíblico, el autor nos ofrece primero un resumen (37:5) y luego una explicación más extensa (37:6-8).19
¿Les contó el sueño a sus hermanos por malicia o por ingenuidad? Parece que lo segundo. La Biblia nunca sugiere lo primero y es una lectura completamente arbitraria la que da a las palabras de José un tono orgulloso o altanero. En cambio, el texto constata explícitamente la maldad de la reacción de los hermanos. Si hubieran tenido un mínimo de sensibilidad espiritual, si hubieran admitido lo que era una creencia de aquel entonces: que los sueños pueden ser un medio de revelación divina, habrían debido reflexionar que Dios es libre de comunicar el mensaje que quiera, y también para elegir al mensajero.20 Es una necedad cargarte al mensajero únicamente porque no te gusta el mensaje.
He aquí, estábamos atando gavillas en medio del campo, y he aquí, mi gavilla fue levantada y se mantenía erguida, mientras que vuestras gavillas, puestas alrededor, se postraron ante mi gavilla (37:7).
El sueño tiene un significado tan obvio que el texto bíblico no necesita darnos la interpretación. Por supuesto, con el tiempo iba a cumplirse a la perfección (42:6, 9).
Aquí empieza una serie de sueños en la historia de José, siempre en parejas: los dos de José, el del copero y el del panadero, y los dos del faraón.
También comienza aquí una serie de asociaciones entre José y el grano, que actúa como una especie de hilo conductor para dar unidad a todo el relato de la historia de José:
1 Los hermanos, al echarlo al pozo, se sientan para comer pan (37:25).
1 En la cárcel de Egipto, José conoce al panadero y escucha su sueño acerca de canastillos de pan (40:16-17).
1 El segundo sueño del faraón consiste en siete espigas gordas y siete menudas (41:5-7, 22-24).
1 En 41:35-37 y 49, José recomienda medidas para el almacenamiento del grano.
1 El nombre de Efraín significa fructífero (41:52).
1 En toda la tierra de Egipto había pan (41:54).
1 José es el encargado de la venta del grano (41:55-57).
1 Jacob se entera de que hay “grano” en Egipto (42:1-2).
1 Los hermanos bajan en busca de grano (42:3).
1 José manda llenar sus sacos de grano (42:25).
1 Los hermanos cargan el trigo (42:26).
1 Les falta otra vez el trigo (43:2).
Y, naturalmente, podríamos alargar mucho más esta lista con todas las referencias a las gestiones de José como administrador de los graneros de Egipto.
Como acabamos de decir, los hijos de Jacob eran pastores, no agricultores. Por tanto, el presente sueño parece “fuera de contexto”. ¿Por qué no soñó José con que las ovejas de sus hermanos se postraban ante el cordero de José? Desde luego, el contenido del sueño se ajusta mejor al ambiente de Egipto, casi como si Dios ya anunciara que el cumplimiento del sueño iba a tener lugar en aquel país.
Y le dijeron sus hermanos: ¿Acaso pretendes reinar sobre nosotros, o te enseñorearás tú de nosotros? Y lo odiaban aún más a causa de sus sueños y de sus palabras (37:8).
El relato del sueño por parte de José puede no haberse debido más que a la ingenuidad impulsiva de un adolescente, pero los hermanos lo toman a mal. José se lo cuenta como si preguntara inocentemente: ¿Qué pensáis vosotros que esto puede significar?, pero los hermanos dan por sentado que él sabe perfectamente lo que significa y que se lo ha contado con mala intención, para exasperarlos y provocarlos a celos con pretensiones de soberbia y señorío.
Por supuesto, no quieren de ninguna manera que su hermano menor ejerza autoridad sobre ellos, que nos recuerdan enseguida lo que dijeron los hombres de la parábola contada por Jesús en Lucas 19:14 y 27: No deseamos que este llegue a reinar sobre nosotros. El heredero es rechazado (cf. Mateo 21:33-39). Los hermanos reaccionan con indignación ante la sola idea de tener que subordinarse a José: ¿Reinarás tú, que eres uno, sobre nosotros, que somos muchos? ¿Tú, el más joven, sobre nosotros, los mayores?21 Quizás esta sea una reacción natural, pero es una que se oponía a la clara revelación de Dios y a sus propósitos en la salvación. ¡Todo un ejemplo de qué atrevido es resistir a las autoridades puestas por Dios (Romanos 13:1-2)!
La resistencia y el rechazo van dando su fruto: la primera reacción primaria de los hermanos hace crecer el espíritu de envidia y aborrecimiento: lo odiaron aún más por causa de sus sueños; y este espíritu, a su vez, engendrará violencia en el futuro inmediato.
Y soñó otro sueño y lo refirió a sus hermanos, СКАЧАТЬ