Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza (Bicolor). Fernando Lampre Vitaller
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СКАЧАТЬ utilizaremos nuestras propias botas y nos quitaremos los calcetines, si no tenemos otros secos de repuesto.

      •Hay que utilizar un bastón o una rama que nos permita tanto comprobar la profundidad del cauce durante nuestro avance, como proporcionarnos un tercer punto de apoyo, formando un triángulo con nuestras piernas.

      •Hay que aflojar las correas de la mochila, y soltar la correa del cinturón de ésta, por si se nos llevara la corriente y hubiera que desprenderse rápidamente de ella.

      •Cruzaremos siempre en diagonal; si la corriente es fuerte lo haremos a favor de ella; si no es muy fuerte podemos hacerlo contracorriente.

      Otras medidas que podemos tomar son:

      En caso de serios peligros nos podemos atar una cuerda a la cintura mientras vadeamos el río, aunque algunos autores desaconsejan este procedimiento. Es preferible colocar una cuerda de lado a lado del río por encima de nosotros, para sujetarnos a ella mientras avanzamos. Otro procedimiento útil es pasar de dos en dos; para ello, nos colocaremos uno frente a otro y apoyaremos nuestras manos en los hombros del compañero; en esta posición nos desplazaremos por el cauce dando pequeños pasos transversales. Este procedimiento nos dará una mayor estabilidad.

      Figura 2.4 Dos personas juntas atravesando un río.

      En casos extremos, si tuviésemos que atravesar el río a nado, lo haremos en diagonal, a favor de la corriente y con una cuerda de seguridad.

       Medidas para atravesar un río

      •Mejor después de una curva del río que en una larga recta

      •Ponerse otro calzado

      •Utilizar un bastón como tercer punto de apoyo

      •Cruzar en diagonal, a favor de la corriente

      •Aflojar las correas de nuestra mochila, y soltar el cinturón

      •Podemos apoyarnos en los hombros de otro compañero para tener más estabilidad

      Los senderos de media montaña, por los que transitamos con normalidad en verano, durante el invierno pueden verse cubiertos de nieve. Movernos por ellos requerirá unos conocimientos técnicos diferentes, según queramos desplazarnos con esquís, raquetas o andando.

      Las disciplinas de montaña invernal, como el esquí de pista, el esquí de fondo o el esquí de travesía, son un medio interesante y atractivo para poder practicar actividades en la naturaleza con mayor o menor exigencia.

      Cuando nuestra intención sea la de andar por la montaña o por los senderos aunque estén nevados, deberemos conocer cómo se utilizan unos materiales más específicos que describiremos con más detalle en un posterior apartado.

      En primer lugar hemos de revisar nuestras botas, que han de ser impermeables, preferentemente de materiales plásticos con botín interior, si utilizamos botas de cuero o membranas impermeables; además realizaremos un mantenimiento periódico, tal y como exponemos en el apartado dedicado al material.

      El piolet es un elemento auxiliar necesario cuando nos movemos por territorios con nieve o hielo. Se utiliza como instrumento de apoyo para detenernos en caso de caída en una pendiente. Cuando lo que pretendemos es simplemente andar por la nieve, puede ser de más utilidad usar unos bastones con arandela grande. Sin embargo, el piolet es muy útil en los glaciares, como describiremos en el capítulo sobre seguridad en la montaña.

      Utilizaremos un piolet clásico, de mango algo más largo, a modo de bastón, cuando transitemos por terrenos nevados y con escasa pendiente. Lo cogeremos por la cruz con la palma de la mano apoyada en la pala y la correa auxiliar o dragonera puesta. El pico mirará hacia delante en el sentido de la marcha, y la pala hacia atrás; lo llevaremos en el lado de la pendiente que mira a la montaña, apoyando el regatón (punta de la parte más larga del piolet o mango) en el suelo cada vez que avance el pie correspondiente al mismo lado. No nos debemos olvidar de cambiar el piolet de mano cuando nos desplacemos por el otro lado de la pendiente.

      Las raquetas de nieve son uno de los complementos más interesantes para desplazarnos por la nieve. Tradicionalmente utilizadas en los países nórdicos, han tenido un nuevo auge en nuestras montañas. Su utilización no requiere ninguna técnica especial, pudiendo utilizarse en cualquier tipo de terreno nevado, incluso por el hielo, gracias a unas pequeñas cuñas fijadas a su suela. Se sujetan al pie mediante correas o fijación automática; son preferibles aquellas que permiten dejar la talonera libre. Unos bastones con arandela grande son el complemento ideal para ayudarnos a mantener el equilibrio.

      La utilización de esquís forma parte de los tradicionales deportes de invierno. Las modalidades de alpino y de fondo requieren unas pistas previamente acondicionadas y un aprendizaje técnico. El esquí de montaña o de travesía nos permitirá ascender con esquís por fuertes pendientes nevadas y deslizarnos posteriormente por ellas. Son aconsejables los esquís con fijaciones especiales y otros elementos como las pieles sintéticas que se adhieren por debajo de éstos, impidiendo que nos deslicemos hacia atrás. La simbiosis entre alpinismo y esquí hace de esta disciplina una de las más atractivas, pero también de las que requieren una mayor preparación física y técnica, así como un gran conocimiento del medio.

      Los neveros son zonas residuales de nieve, de tamaño variable, que persisten al calor del verano, generalmente situados en las zonas altas y umbrías, especialmente en la cara norte de las montañas. En nuestras excursiones veraniegas, ya dentro de la alta montaña, es frecuente que tengamos que atravesar alguno de estos neveros.

      Al introducirnos en el nevero, especialmente si está sobre terreno pedregoso o de bloques de piedras grandes, el primer pie lo situaremos lo más alejado posible del borde, para evitar que ceda la nieve, si no tiene la suficiente consistencia.

      La forma de atravesarlos dependerá del estado en que se encuentre la nieve. A la madrugada y a primeras horas de la mañana, podemos encontrarnos con la nieve helada, en estos casos y según la longitud, pendiente o la presencia de posibles huellas en el nevero, utilizaremos los crampones y el piolet. Conforme avanza el día, la nieve se ablanda, y permite realizar una buena huella que nos facilita la travesía del nevero. Es conveniente que todos los componentes del grupo vayan por la misma huella abierta por el primero, que también nos servirá para nuestro regreso.

       Utilización de un piolet a modo de bastón

      •Cogerlo por la cruz apoyando la mano sobre la pala

      •El pico del piolet debe mirar hacia delante

      •Lo cogeremos con la mano del lado de la pendiente

      •Lo cambiaremos de mano cuando giremos en la pendiente

      •Nunca olvidaremos sujetarlo con la dragonera

      Procuraremos que la huella que hagamos sea lo más profunda posible, caminando erguidos y con precaución de no resbalar, sobre todo si el nevero está en una zona con pendiente. Como previsión ante posibles caídas, deberemos llevar pantalones largos, jersey de manga larga y guantes, para evitar las heridas por abrasión СКАЧАТЬ