Название: Papel pintado
Автор: Diego Giacomini
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная деловая литература
isbn: 9789505567782
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Por otro lado, la escuela de Chicago propone un planteamiento similar a la escuela austriaca en cuanto a la organización del sistema bancario y financiero, pero mantiene al Banco Central tutelando toda la organización monetaria. ¿Qué implica? Que los referentes de Chicago como Simons, Mints, Director, Kinight; Schultz; Douglas; Douglas y Angells comprenden los problemas que trae aparejado el sistema de encaje fraccionario y la creación secundaria del dinero, pero siguen creyendo que los burócratas del Estado deben velar por la administración de la cantidad de dinero del mercado. Es decir, pretenden reducir la expansión monetaria vía multiplicador, pero continúan dejando la creación primaria de dinero fiduciario en manos del Banco Central y sus burócratas de turno, ignorando que los gobiernos y banqueros han sido socios a lo largo de toda la historia.
Nuestra propuesta de reforma monetaria y bancaria se enmarca dentro del paradigma de la escuela austriaca. ¿Por qué? Primero, porque los problemas monetarios se materializan a través de ambos canales, la creación primaria (base monetaria) y la creación secundaria del dinero (multiplicador monetario). Segundo, porque en Argentina es donde la creación primaria del dinero tiene más peso relativo en relación a la creación secundaria del dinero, ergo; no se puede dejar la emisión de base monetaria en manos de los burócratas del Estado, que siempre han emitido a mansalva para agrandar la base imponible y el producido del impuesto inflacionario. Tercero, porque los burócratas del Estado a cargo de los bancos centrales se han siempre asociado a los banqueros, brindándoles prebendas para estimular la creación secundaria del dinero a cambio de una parte de las ganancias provenientes de la intermediación financiera. Cuarto, porque en Argentina el peso no es reserva de valor, y en consecuencia siempre habrá corridas contra el sistema financiero, por consiguiente no puede haber prestamista de última instancia que socialice las pérdidas provenientes de las malas decisiones del sistema bancario y financiero.
En este marco, nosotros proponemos una reforma monetaria y financiera que elimine el BCRA y vire hacia una banca libre. La eliminación del Banco Central se terminará ejecutando estableciendo una libre competencia de monedas. La reforma bancaria y financiera establecerá dos tipos de bancos. Por un lado, habrá Bancos Almacén de Valor. Por el otro, operarán Bancos de Inversión.
En el tramo Almacén de Valor, las instituciones bancarias recibirán solo depósitos en guarda, con lo cual operarán con un encaje del 100% respetando las formas de derecho y la propiedad privada. No harán intermediación financiera, y sus ingresos provendrán solo de las comisiones cobradas por custodiar el dinero de sus depositantes. Por otra parte, el tramo Banca de Inversión operará con encaje fraccionario y sus ingresos provendrán de la intermediación financiera, pero sin BCRA que actúe de prestamista de última instancia, sus pérdidas no serán socializadas. Por el contrario, sus malas decisiones crediticias y financieras deberán ser asumidas con capital propio o con la quiebra.
Nuestra reforma monetaria y bancaria/financiera se instrumentaría en cuatro etapas. La primera etapa consistiría en separar la Banca Almacén de Valor y la Banca de Inversión. En esta etapa, los agentes económicos gozarían de un determinado tiempo para separar sus depósitos y distribuirlos entre los dos tipos de banca. El horizonte temporal de esta etapa sería establecido en función de la duración de la cartera crediticia de los bancos para minimizar el problema del descalce temporal. Luego de haber separado los dos tipos de bancos y cubiertos todos los desajustes monetarios y financieros (recordar que se trabaja con la duración promedio del sistema), en la segunda etapa se procede a eliminar toda regulación del sistema financiero.
Tercero, se lanza un sistema monetario de libre competencia de monedas en el cual los agentes económicos pueden elegir libremente cualquier moneda para hacer transacciones económicas y ahorrar. Cuarto, siguiendo el teorema de la regresión monetaria de von Mises (sostiene que una moneda se demanda básicamente porque se piensa que conservará su valor y poder adquisitivo) y la historia argentina, pensamos que los agentes económicos argentinos terminarán eligiendo al dólar norteamericano como dinero. Cuando esta (supuesta) dolarización tome lugar, se procederá a liquidar los activos y pasivo del BCRA, en donde los pasivos monetarios remunerados (LELIQ y Pases) terminarán siendo liquidados contra los créditos del BCRA contra el Tesoro, y la base monetaria irá contra las reservas de la autoridad monetaria.
En este contexto, nuestra reforma monetaria, además de defender la libertad de los individuos protegiendo su derecho a elegir y su propiedad privada, deja a los políticos sin la posibilidad de falsificar dinero y cobrar impuesto inflacionario. Se destierra la “maquinita” creadora de impuesto inflacionario. Paralelamente, nuestra propuesta deja a los banqueros sin la posibilidad de lucrar con nuestro dinero depositado en guarda, obligándolos a ser cuidadosos y responsables a la hora de prestar dinero el dinero de los plazos fijos, ya sus pérdidas deberán ser afrontadas con billetera propia y no socializadas por el BCRA. Además, se modera la creación de dinero bancario, con lo cual se reduce la creación de depósitos y crédito sin respaldo, minimizando el ciclo económico (booms artificiales seguidos de recesiones).
En este marco, se elimina la posibilidad de corrida bancaria y se crean condiciones iniciales para que aumente la cantidad de ahorro genuino. ¿Por qué? Porque si nuestra reforma monetaria y bancaria es acompañada con reformas estructurales de fondo que empiezan por una reforma del Estado que baje el gasto y los impuestos en forma permanente, gran parte del ahorro argentino en dólares volvería al sistema, propiciando un crecimiento exponencial del ahorro que se traduciría en baja (en serio) de la tasa de interés, con lo cual el crédito, la inversión, la acumulación de capital y el crecimiento podrían volar en Argentina. Más adelante en este libro vamos a ampliar la propuesta; pero antes, para entender cabalmente qué es el dinero y cómo funciona, conviene hacer un repaso de su historia.
3. Mises identifica tres motivos por los cuales la demanda de dinero puede modificarse, afectando el poder adquisitivo del dinero (valor de cambio objetivo). Primero, cuando determinados bienes son desmonetizados, o sea, pierden su demanda como dinero. Esto le sucedió a la plata a final del siglo XIX. Segundo, cuando los individuos suben su demanda de dinero como resultado de un aumento de la incertidumbre y por ende, una mayor aversión al riesgo. Esto es lo que sucede con las deflaciones post burbujas ocasionadas por la exuberancia monetaria y borrachera crediticia, como en Lehman 2008 y/o ahora en 2020. Tercero, aumenta la población, la producción y la extensión de los intercambios transaccionales. Claramente, esta es el motivo “estructural”.
4. Ver “Las raíces totalitarias del fracaso argentino” de Meir Zylberberg; Editorial Union
5. No se considera dentro del promedio a 1991, primer año de la Convertibilidad. La convertibilidad baja la inflación de 2314% (1990) a 84% (1991) en su primer año.
6. Los datos de Inflación se calculan a partir de los datos de INDEC hasta 2006. Se utiliza IPC Congreso en 2007/2016. Se vuelve a utilizar INDEC para 2017/2019.
2. LA HISTORIA DEL DINERO
a) Cómo se discutieron los modelos de sistema monetario
Tendemos a creer que el sistema monetario siempre funcionó como ahora. Es decir: con un Banco Central monopólico, casi siempre cien por ciento estatal, que falsifica papel moneda fiduciario sin respaldo, y un sistema bancario con encaje fraccionario que multiplica depósitos, crédito y dinero artificial sin ahorro genuino de respaldo. Pero no es cierto.
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