Camino al colapso. Julián Zícari
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СКАЧАТЬ que la Alianza era más bien un matrimonio por conveniencia y que a sus miembros no los unía el amor a un proyecto común, sino el espanto de nuevas victorias peronistas18. Igualmente, y a pesar de estos bemoles, también debemos decir que la imagen global pareció clara: si se suman los diputados conseguidos donde se formó la Alianza (47) y los que obtuvieron por separado la UCR (12) y el Frepaso (3), se totaliza en 62 bancas, lo que alcanzó para superar las 50 que obtuvo el PJ en esa elección, como también para obtener un millón y medio de sufragios más que aquel y conquistar así el 45,54% de los votos del país (un 9% más que el peronismo); con lo cual, de repetir estos guarismos en 1999, los aliancistas podían soñar con hacerse del gobierno nacional sin mayor dificultad.

      CUADRO 2.1. RESULTADOS DE LA ELECCIÓN DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN DE OCTUBRE DE 1997

Partido Políticovotos%bancas
Alianza6.313.67736,60%47
Justicialista6.267.97336,33%50
U.C.R.1.201.9046,97%12
Acción por la Republica662.4033,84%3
Frepaso339.2491,97%3
Alianza opositora73.2340,42%1
Fuerza republicana247.1291,43%2
Demócrata228.2911,32%2
Frente partido nuevo223.6601,30%2
Demócrata progresista159.0350,92%1
Desarrollo y justicia77.4760,45%1
Alianza P.A.L. - P.D.P. - U.Ce.De.77.2190,45%1
Mov. Popular Neuquino42.7010,25%1
Mov. Popular Fueguino10.7400,06%1
U.Ce.De32.6430,19%
Otros1.294.1027,50%
Votos positivos17.251.48493,39%
Votos en blanco958.6735,19%
Votos anulados262.2161,42%
Diferencia actas3620,00%
Total votantes18.472.735127

      Fuente: Ministerio del Interior de la Nación.

      De esta manera, el camino de la Alianza hacia la presidencia de la Nación parecía relativamente despejado, aunque para asegurar esto debía terminar de consolidarse como espacio político y ofrecer una significativa unidad que le permitiera mostrar una imagen de opción de gobierno sólida y no solamente de oposición electoral. Puesto que, de no lograr suturar las diferencias que la habitaban, podría costarle muy caro. Así, existían varios dilemas políticos que debía sortear en relación a ello y con vistas a su futuro. El primero se refería a encontrar una forma de estructurar y definir las candidaturas del espacio sin entrar en una confrontación que lo disolviera, ya que el riesgo de generar heridas que luego no pudieran sanar era grande, como también lo era el de poder integrar con cierta armonía las heterogeneidades que existían en la coalición. Una parte importante del problema ya estaba resuelto previamente cuando se negoció inicialmente la conformación de la Alianza y se estableció que un miembro de alguno de los dos partidos de la coalición encabezaría la boleta presidencial, mientras que el otro partido encabezaría las boletas de los candidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires, a jefe de gobierno porteño y que completaría la fórmula presidencial con el vice, y que se intercalarían las postulaciones a los ejecutivos y legislativos entre una y otra fuerza. Sin embargo, el gran dilema pendiente que restaba por resolver entonces era sobre qué mecanismos se definiría el primer lugar de la fórmula. Las opciones que se barajaron fueron tres. La primera de ellas era hacerlo por consenso y según los números que mostraran las encuestas. Este mecanismo, si bien ofrecía la posibilidad de generar menor desgaste interno y una baja confrontación entre dos partidos que debían funcionar como aliados, permitiéndole al Frepaso compensar su debilidad institucional frente al radicalismo, guardaba la dificultad de que había dos candidatos en la Alianza que eran igual de potentes según los sondeos (tanto De la Rúa como Fernández Meijide se imponían sobre cualquier candidato del PJ)19, como además era una forma de sentar sospechas y de ser, como en el Pacto de Olvidos, un acuerdo cerrado solo entre elites, sin representar la transparencia que los miembros de la Alianza deseaban proyectar. De esta manera, las otras dos opciones que existían eran realizar elecciones internas, ya sea cerradas (solo para miembros de la UCR y del Frepaso) o bien abiertas (incluyendo también a quienes estuvieran afiliados a otros partidos políticos y los independientes). Siendo esta última opción la que se escogió y en la que se estableció como fecha de votación fin de noviembre de 1998.

      Del mismo modo, el camino a dicha elección interna final también dejaba abiertos otros problemas, especialmente por las diferencias internas que atravesaba la UCR. En este caso, porque en contraste con lo que ocurrió con el Frepaso –que designó sin dificultad a Fernández Meijide como su candidata partidaria para la interna–, el radicalismo debió batallar en varias oportunidades para presentar un candidato de unidad, puesto que Terragno –presidente de la UCR– estaba decidido a competir contra De la Rúa por esa candidatura. A su vez, el partido también tenía que terminar de alinear a los sectores díscolos del interior del país que no aceptaban conformar la Alianza en sus distritos. El caso más notorio al respecto era el de Ramón Mestre, gobernador de Córdoba (segunda provincia en importancia en el país), que era inclaudicable al respecto20. No obstante, en estos dos casos la UCR logró finalmente avanzar bastante: por presión de Alfonsín y de los gobernadores, Terragno terminó por declinar su candidatura en pos de De la Rúa, mientras que se logró que la Alianza se conformara esta vez en 21 de los 24 distritos electorales (las excepciones terminaron por ser sólo Córdoba, Catamarca y Santiago del Estero)21.

      Asimismo, y para asegurar un compromiso todavía mayor en la conformación de la Alianza, desde el “grupo de los 5” se presentó el programa de gobierno que llevaría a cabo la Alianza en caso de llegar a la presidencia, el cual se denominó “Carta a los Argentinos”, oficializado en un acto a mediados de agosto de 1998 –tres meses antes de la interna partidaria–. La Carta, sin embargo, más que un programa de gobierno, era una laxa declaración de buenas intenciones, puesto que era un documento muy escueto y redactado de modo suficientemente ambiguo para no establecer compromisos firmes ni propuestas claras, lleno de mensajes generales y de afirmaciones incluso contradictorias entre sí. Esta imprecisión fue un objetivo deliberado por parte de ambos partidos para lograr la flexibilidad suficiente durante la campaña y también para no desatar conflictos internos, ya sea entre los partidos socios o bien al interior de ellos. Así, aunque la Carta buscó acentuar en su plataforma sus propuestas económicas es poco lo que finalmente se afirmaba al respecto. Por ejemplo, se defendía a la convertibilidad, aunque aclarando que solo sería posible conservarla si se puede “consolidar la economía en diferentes frentes”; se hacía énfasis en eliminar el déficit fiscal, pero sin explicar cómo y, al mismo tiempo, se hablaba de aumentar fuertemente el gasto público en infraestructura; se proclamaba por casi duplicar las exportaciones en apenas cuatro años aunque reconociendo que con la caída de los precios internacionales sería muy difícil hacerlo. Cuando se asumía posiciones tajantes, las mismas resultaban ser muy livianas en sus consecuencias: no proponía aumentar el gasto social, sino distribuirlo; señalaba que las empresas privatizadas eran monopólicas, generaban concentración de la riqueza y perjudicaban la equidad, pero no proponía revisar o anular sus contratos, sino fortalecer los entes reguladores (Pousadela, 2003). En fin, las propuestas parecían simplemente asegurar el neoliberalismo y proclamar la intención general de “trasparentar las instituciones” y de “gobernar sin corrupción”, pero sin señalar cambios de peso, lo que permitiría improvisar las medidas sobre la marcha en función de lo que marcasen las encuestas o de lo que la agenda periodística de coyuntura pudiera imponer.

      Por su parte, y con respecto a la resolución perentoria entre Fernández Meijide y De la Rúa, el debate entre ambos se terminó por centrar en una confrontación mesurada y sin agresiones, y en la cual no asomaron diferencias muy claras por parte de uno y otro candidato22. El resultado final resultó ser no obstante perfectamente previsible: СКАЧАТЬ