Los rostros del otro. Varios autores
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Название: Los rostros del otro

Автор: Varios autores

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9789587903478

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СКАЧАТЬ su destino; tras lograr la liberación de su país de acuerdo con sus deseos debe poder tomar sus propias decisiones a su voluntad.

      Esto nos permite especificar dos elementos: primero, al pueblo palestino en función de una delimitación territorial, la Palestina del Mandato británico; y segundo, afianzar su indivisibilidad al margen de dónde se encuentre y de la continuidad de esta identidad nacional. Esto se modificó después de los acontecimientos de 1967 y la consiguiente ocupación militar. En el texto se consideró palestinos a todos los árabes de la Palestina histórica –territorio cuyos límites refieren de los del Mandato– y a sus descendientes. Asimismo, cabe puntualizar que en la Palestina mandataria habitaban árabes de religión judía, antes de la llegada de los sionistas.

      Además, la Carta precisó a quiénes se les considera palestinos: “el hijo de un palestino, naciese donde naciese junto a otros”:

      Artículo 4. La identidad palestina es una característica genuina, esencial e inherente; se transmite de padres a hijos. La ocupación sionista y la dispersión del pueblo árabe palestino, debida a los desastres que le acontecieron, no le hacen perder su identidad palestina ni su calidad de miembro de la comunidad palestina, ni los niegan.

      Artículo 5. Son palestinos aquellos ciudadanos árabes que, hasta 1947, residían normalmente en Palestina sin importar si fueron expulsados de ella o si han permanecido ahí. Todo aquel que después de esa fecha, haya nacido de padre palestino, ya sea dentro de Palestina o fuera de ella, también es palestino. (Énfasis agregado)

      Estos escritos se plantearon como solución momentánea a la circunstancia de diáspora en la que estaban inmersos. Ellos consideraban a sus hijos palestinos aunque nacieran, por ejemplo, en Jordania o Siria, dado que seguía presente la intención de poder regresar a Palestina como tales en el momento que consiguiesen su propio Estado. Por tanto, los palestinos utilizaron ese recurso con el objetivo de salvaguardar su carácter identitario. Con respecto a la cuestión de la “sangre palestina”, es decir, la pretendida transmisión genética, esta debía proteger la máxima del nacionalismo. Esta manifestaba que donde uno nace es donde siente pertenencia, está en su “patria”, en su hogar. Entonces, esto los facultó para instituir su “comunidad imaginada”. Aún estando en el contexto del no control soberano de un territorio y de no poseer instituciones estatales en sentido estricto que emitiesen documentación de identidad o pasaportes.

      En la Carta, al mismo tiempo, se observa el nacionalismo en sentido estricto. Una tesitura expresada de modo lógico: “como tenemos conexiones con esta tierra/patria debemos sacrificarnos para liberarla”. En esa etapa se habla de lucha armada: “un frente nacional trabajando por la recuperación de Palestina y su liberación a través de la lucha armada”. En el artículo 7 se manifiesta de manera textual: “Que hay una comunidad palestina y que tiene conexiones históricas, espirituales y materiales con Palestina son hechos indiscutibles”. Ellos, de acuerdo con el texto, deberían estar preparados para la lucha armada, listos para sacrificar su salud y su vida en orden a recuperar su patria y lograr su liberación.

      LA GUERRA DE 1967, AL-NAKSA (LA CALAMIDAD: LA NUEVA DERROTA)

      El 5 de junio de 1967, en un contexto de movimiento de tropas egipcias hacia sus fronteras en común, Israel invadió a sus vecinos árabes dadas las condiciones que juzgó propicias. Durante la noche, su ejército destruyó las fuerzas aéreas de Egipto, Jordania y Siria; así los dejaba sin cobertura aérea. Los combates terminaron en una semana y representaron una derrota asoladora para los Estados árabes, más aún para los seguidores del nacionalismo árabe nasserista. En la narrativa árabe, la llamada “Guerra de los Seis Días” con Israel pasó a denominarse la Naksa y complementó al-Nakba de 1948. Según el propio ejército israelí, se trató de hostilidades como continuación directa de lo ocurrido en 1948. Por tanto, en las dos décadas posteriores a este año, alrededor de tres cuartas partes de los palestinos se convirtieron en refugiados a causa de los efectos acumulativos de las políticas sionistas.

      El conflicto militar provocó una sacudida en Medio Oriente, reapareció la cuestión fronteriza, al tiempo que el interés por la llamada bíblica de la “Gran tierra de Israel”, la tierra prometida. El sionismo laico usufructuó los textos bíblicos con la finalidad de justificar sus intenciones políticas, como en el libro de Josué. Los israelíes sionistas enarbolaron sus pretensiones sobre la totalidad de lo que ellos consideraban la “tierra prometida” al invocar los siguientes asuntos: de seguridad, económicos, demográficos o religiosos (Masalha, 2002, pp. 26-28).

      Tel Aviv y Washington se propusieron debilitar a los regímenes de nacionalismo popular, desarticular la alianza con la URSS y reposicionar la región hacia los términos estadounidenses. Entonces, esta potencia consintió una nueva colonización sionista. El Estado de Israel recurrió a imágenes bíblicas con el propósito de legitimar su asentamiento en la zona. Asimismo, nombraron a Cisjordania como Judea y Samaria en su documentación oficial, con el objetivo de aumentar en forma progresiva las colonias israelíes. Además, ocupó los territorios habitados por los palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este –administrados por Jordania– y la Franja de Gaza –administrada por Egipto–, junto a la península del Sinaí egipcia y los altos del Golán sirio.

      Como contrapartida, en septiembre de 1967, en la cuarta Cumbre Árabe en Jartum (capital de Sudán) se aprobó la resolución que incluía los tres “no” a Israel: “No a la negociación, No al reconocimiento, y No a la paz con Israel”. Los Estados árabes no pudieron recuperar esos territorios, excepto Egipto que los intercambió por paz en 1977.

      Este conflicto bélico supuso otra derrota de los países árabes frente al Estado de Israel. Como resultado de ello, la reacción palestina abandonó las directivas árabes, con la dificultad imperiosa de que gran cantidad de los palestinos pasaron a vivir bajo la ocupación militar israelí. La derrota marca un punto de inflexión para la política de la diáspora palestina pues 800.000 habitantes palestinos de Jerusalén Este y Cisjordania, y 400.000 residentes de Gaza pasaron a estar bajo el gobierno militar israelí en forma directa. Pese a esto, los exiliados y las partes del movimiento lograron avanzar hacia una coordinación eficaz de sus actividades y sus objetivos. No obstante, los israelíes hicieron todo lo posible para frustrar dicha coordinación (Cobban, 2003, p. 168).

      Las particularidades de la cuestión palestina han provocado que desde al-Nakba, a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se haya ido prorrogando el mandato a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) para que prosiga con sus trabajos de apoyo humanitario y desarrollo hasta la resolución de su coyuntura. Por su parte, cabe aclarar que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) –que rige con la excepción de los palestinos– indica que los refugiados deben tener la posibilidad de decidir libremente entre: integración local, reasentamiento en terceros países o retorno a su país de origen. Esto no ha sido posible para los refugiados de Palestina, puesto que las dos primeras son inadmisibles para ellos y para los países en los que se encuentran, y la tercera es impugnada por Israel.

      Según estimaciones de la propia UNRWA, unos 400.000 palestinos fueron desplazados como resultado de la guerra de 1967, de los cuales cerca de la mitad lo fueron por segunda vez. Este número ascendió a una tercera parte de los más de 1,1 millones de palestinos que habían residido dentro de las zonas de Gaza y Cisjordania antes de la guerra. Otra situación semejante fue la de los cien mil civiles sirios desplazados de los altos del Golán después de la guerra.

      En líneas generales, las hostilidades resultaron decisivas en un conjunto de dimensiones. En primera instancia, la confrontación alteró el equilibrio de fuerzas de la región. СКАЧАТЬ