Los rostros del otro. Varios autores
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Название: Los rostros del otro

Автор: Varios autores

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9789587903478

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СКАЧАТЬ país con la finalidad de asimilarlos. En el caso de los kurdos, las autoridades buscaron marginarlos, enemistarlos (entre ellos y con los otros grupos) y literalmente “borrarlos del mapa” pues, como sucedió en Turquía, la Constitución nunca reconoció su existencia como grupo étnico-lingüístico distinto al predominante (en este caso el árabe). Como consecuencia en Siria, tal y como sucede en Iraq hasta hoy, hay una estratificación social y una política demográfica con base étnica que beneficia a los árabes, considerados por el Estado como ciudadanos de primera, sobre algunas minorías cristianas (armenios, circasianos, asirios, entre otras) y la población kurda.

      La división provincial siria incluyó a las regiones del norte, de mayoría kurda, dentro de otras provincias más grandes, de tal manera que en ninguna de ellas hubiera un grupo mayoritario que no fuera árabe para así poder asimilarlos más fácilmente, un proceso muy semejante al de la provincia de Kerkûk. Además, esta división fragmentó el territorio kurdo (ya de por sí fragmentado) en una serie de bolsones poco ligados entre sí, para que se hiciera más difícil su cohesión regional interna.

      Aunado a esto, inmediatamente después de la declaración de independencia siria, alrededor de 200.000 kurdos fueron despojados de sus papeles de identificación y, por consiguiente, fueron declarados apátridas (Egret y Anderson, 2016, pp. 20-21). Fue en gran medida un acto de venganza por la colaboración de ciertos jefes tribales de la zona de la Jazīra con las autoridades francesas. Esto se repetiría en 1962, en la provincia de al-Hasaka (Hesîçe), cuando les fue retirada su ciudadanía siria a entre 120.000 y 150.000 kurdos que fueron declarados como “ciudadanos extranjeros” so pretexto de ser todos refugiados procedentes de Turquía (o Iraq) que atentaban contra el proyecto nacionalista árabe-sirio. Desde sus primeros años, el nuevo gobierno central llevó a cabo una serie de políticas lingüísticas y territoriales muy parecidas a las aplicadas en Turquía que provocaron la migración de miles de kurdos hacia las grandes ciudades de Siria y hacia el extranjero. El uso de toponimias kurdas fue remplazado por nombres en árabe; las organizaciones políticas, las prácticas culturales kurdas e incluso el hablar kurdo en actos públicos quedaron prohibidos, y un proceso de expropiación gubernamental de tierras y colonización fue puesto en marcha más tarde. Finalmente, en la década de los cincuenta, las autoridades sirias ubicaron a una primera ola de beduinos árabes en el Rojava y les dieron tierras, armas y entrenamiento militar para que fungieran como fuerzas paramilitares (Roussel, 2012, pp. 85-86), un proceso parecido a la política israelí en Cisjordania.

      Vemos, pues, que para la década de los ochenta los kurdos en Turquía, Siria e Iraq se enfrentaban a políticas demográficas (deportaciones e instalación de colonos) y lingüísticas muy parecidas; al tiempo que las organizaciones políticas kurdas comenzaban también a consolidarse y a emerger como nuevos actores políticos para tomar seriamente en consideración. Si bien estas dos corrientes surgieron en el Bakur y en el Başur, es en el Rojava donde su lucha por la hegemonía política local se ha visto más marcada desde el comienzo de la guerra civil en Siria en 2011.

      LA EVOLUCIÓN DEL PKK Y EL GIRO AL CONFEDERALISMO DEMOCRÁTICO

      Durante los primeros años de acción del PKK, Öcalan solamente pudo agrupar a unos cuantos seguidores (Apocular) bajo su esfera. Sin embargo, tras el golpe militar liderado por Kenan Evren en 1980, y la represión generalizada que le acompañó, la mayor parte tuvo que huir a las montañas de Qandil en el Başur o a Siria. Al principio, Barzanî toleró su presencia dentro del territorio que logró controlar de facto durante la guerra iraní-iraquí, pero al poco tiempo el PDK y el PKK rompieron relaciones pues la dirigencia del PDK comprendió sus objetivos antagónicos y comenzó una estrecha alianza con Ankara. Por otro lado, las tensiones políticas entre Siria y Turquía, ocasionadas en cierta medida por la construcción del Güneydoğu Anadolu Projesı (GAP)11 en la parte alta de la cuenca y la ocupación siria del Beqā‘a en Líbano, favorecieron a los Apocular ya que ahí pudieron establecer sus bases de operación y contar en ciertos periodos con el apoyo armamentístico del régimen sirio. A partir de 1984, el PKK inició formalmente sus operaciones en el Bakur. Dada la efectividad de sus acciones y su propuesta política subversiva, finalmente se transformó en un movimiento de masas capaz de mantener alianzas con otras organizaciones de izquierda (TİKKO, THKP-C, Devrimci Sol, entre otras) (Zürcher, 2004, p. 317) que poco a poco se contagió hacia las otras regiones del Kurdistán (particularmente el Rojava) y el oeste de Turquía.

      La implacable respuesta militar de Ankara, la creación de las Köy Korucuları (Guardias de los Pueblos) en 198612 y los ataques de los Bozkurlar y de grupos islamistas suníes, irónicamente beneficiaron el crecimiento de la base social del PKK debido a la polarización del escenario político. Al igual que en tiempos de la masacre de Dêrsim, el Estado puso en marcha políticas lingüísticas y demográficas; cambió las toponimias de miles de pueblos y aldeas del Bakur y provocó desplazamientos forzados de zonas rurales a urbanas. Esto último también fue contraproducente para el régimen ya que provocó el esparcimiento de la actividad y “la palabra” del PKK por toda Turquía e incluso Europa.

      El punto más alto de la represión del Estado turco y de las organizaciones paramilitares contra el PKK y el movimiento kurdo en general (movimiento que no solo agrupa kurdos) se dio durante los primeros años de la década de los noventa; torturas, violaciones, encarcelamientos y más de 3000 pueblos y ciudades fueron atacados o arrasados. Además, decenas de partidos políticos ligados (o no) al PKK fueron prohibidos, la censura aumentó exponencialmente y la persecución política trascendió los límites fronterizos del Estado. Finalmente, tras varios intentos frustrados por comenzar un proceso de paz y tras su expulsión de Siria, Öcalan sería capturado (con apoyo de la CIA) en 1999 en Kenia y encarcelado en la isla de İmralı. Este fue un duro golpe para el PKK; sin embargo, contrario a lo que Ankara pensó, no acabó con el partido. Durante las dos décadas de combate su base social y organizativa se fortaleció y se consolidó más allá de las fronteras del Kurdistán. No obstante, la organización no permaneció estática ante este suceso ya que modificó su estrategia e incluso su ideología. Las hostilidades se reanudaron durante 2004 y, al año siguiente, Öcalan anunció desde prisión el cambio de paradigma de la organización hacia el confederalismo democrático.

      Uno de los puntos más relevantes de la transición del marxismo-leninismo al confederalismo democrático radicó en que a partir de ese momento el PKK anunció que establecer un Estado kurdo no era más uno de sus objetivos. En su libro Confederalismo democrático (2012), Öcalan hace una dura crítica al Estado-nación y al sistema capitalista. Para él, el paradigma de la nación es la religión que permite al Estado posicionarse como el dios de nuestros días.

      En resumen, el confederalismo democrático basa su proyecto en ideales contrarios al centralismo, al autoritarismo del Estado, y al nacionalismo ya que abraza la diversidad étnica, cultural y política, y las estructuras de toma de decisión horizontales no centralizadas. Como consecuencia, internacionalizó al movimiento al dejar de ser eminentemente kurdo. Esta característica pudo observarse empíricamente durante la Revolución del Rojava (2012), pues todos los grupos locales (incluidos los árabes y los turcomanos) pudieron formar parte de las asambleas comunitarias que constituyen el proyecto. Milicias kurdas (YPG-J) y árabes combatieron juntas al Estado Islámico, al régimen sirio y las recientes incursiones de Turquía en el Rojava, hasta que finalmente quedaron agrupadas en la alianza militar de las Fuerzas Democráticas Sirias13.

      En el contexto actual, el proyecto del Rojava se ve amenazado seriamente debido a las ofensivas de Turquía sobre el cantón de Afrîn y, desde finales de octubre de 2018, en partes del cantón de Kobanê (ver mapa 4). Anteriormente, Ankara ya había atacado esbozos del proyecto confederalista en el Bakur, destruyendo СКАЧАТЬ