Название: Mitología griega
Автор: Javier Tapia
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Colección Mythos
isbn: 9788418211126
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Zeus, por tanto, parece ser más antiguo que la propia mitología que lo arropa situando su nacimiento en Creta, como tercer hijo de Urano y Rea.
Su padre, Urano (el Saturno romano y también el propio Cronos griego que se genera a sí mismo), tras los primeros y horribles partos de Rea, acostumbra a matar a sus vástagos, y cuando Rea le da los primeros hijos aceptables, decide devorarlos por temor a ser derrocado por ellos.
Rea, al ver cómo devora a Hades y a Poseidón (Plutón y Neptuno en Roma), esconde a Zeus para salvarle la vida.
Zeus, auxiliado por las tres Moiras (una hila, otra mide y otra corta la vida), logra engañar a Urano y le da a beber un vomitivo para que expulse a sus hermanos. Urano los vomita, y cuando se sienta a descansar el esfuerzo, Zeus toma una hoz y lo castra, acabando así con su reinado, simbolizando con ello que todo lo que empieza, acaba, incluso para los dioses.
Zeus vivió una existencia de lujos y placeres, burló toda vigilancia y toda limitación para lograr sus objetivos. A la luz de nuestra moral, su vida sexual fue más que licenciosa, lujuriosa y promiscua; se convirtió en ave para seducir a su hermana Hera, en ganso para poseer a Leda, en toro para raptar a las Europas, en hormiga para medrar en Egina; tuvo amantes de todos los sexos entre dioses, titanes y humanos, regando su simiente divina por todos lados. Al mismo tiempo, impuso leyes para que los humanos no hicieran lo mismo que él, argumentando que él, como dios que era, podía asumir las consecuencias de sus actos, así como responsabilizarse de sus hijos y de sus obras, algo que no podían hacer los humanos por sus imperfecciones y defectos, su falta de honor, su ausencia de poder y su corta vida.
Las tres Moiras o Parcas
Hera, o las esposas y descendientes de Zeus
Cuando Zeus desposa a Hera (la Juno romana), última representante del matriarcado, simboliza la llegada del patriarcado al mundo, un patriarcado que se va a ver minimizado en muchas ocasiones por el matriarcado que queda dentro del hogar y del matrimonio.
Hera es hija de Rea y Urano, por tanto hermana de Zeus, y aunque no es la primera mujer en la vida del dios, sí se convierte en su pareja de vida y esposa oficial, denotando el eterno femenino que hace contrapeso a los atropellos de la masculinidad, con las armas y los dones que tiene a mano.
En su juventud y antes de casarse, Hera fue la diosa de las vírgenes en varias regiones cretenses, como en Argos, donde las doncellas casaderas renovaban la certificación de su virginidad anualmente, hasta que se convertían en esposas.
Una vez casada, fue la diosa del hogar, la maternidad y el matrimonio, esposa casta y fiel, amante de su esposo, y obediente en muchos casos, pero nunca sumisa y siempre con criterio y peculio propio, perfectamente capaz de salir adelante a pesar del abandono o la viudez, y perfectamente capaz de sobreponerse a un abandono, con lo que también era la diosa matrona de la viudez y la separación.
Zeus podía hacer lo que quisiera, pero si Hera no estaba de acuerdo no lo secundaba en absoluto, e incluso hacía todo lo posible por sabotear los mandatos de su marido. Por supuesto, si los actos de Zeus le complacían, no tenía reparo en apoyarlos. Desde entonces y hasta este momento, los dioses pueden mandar en el mundo y en el universo, pero mandan en su propia casa.
Hera no fue siempre fiel, y si Zeus tuvo descendencia sin contar con ella, ella tuvo a Hefesto y a Tifón sin contar con él.
Busto de Hera
Hades, señor del inframundo
Hades es el señor del Hades, porque tanto el dios invisible del infierno griego como el Averno llevan el mismo nombre. Hades está en el Hades, según algunas fuentes, por una estratagema de Zeus, al que no perdonará nunca su condición e intentará arrebatarle el trono del Olimpo.
El Averno, o inframundo griego, es un lugar gris y triste según el héroe de Homero, Odiseo, que al igual que Orfeo, Teseo, Piritoo y Heracles, es uno de los pocos seres que bajan hasta ahí sin estar muerto, y logra huir y burlar la vigilancia de Cerbero.
Tras la muerte, la mayoría de los seres humanos iban a parar al Averno, pero no como un castigo por sus pecados, sino como un paso natural después de haber vivido, y acudían ritualmente a esta cita, si no contentos, sí con tres monedas para pagarle al barquero Caronte el transporte entre tierra firme y el Averno, a través del lago Estigia. No se especifica qué pasaba con los muertos más pobres que carecían de las tres monedas, que en todo entierro griego colocaban sobre los ojos y la boca, o dentro de la boca del fallecido.
Tras cruzar el lago, del otro lado los esperaba el terrible can de tres cabezas, Cerbero, que dejaba que entraran, pero que no permitía que salieran.
Odiseo hace el viaje y encuentra en el Averno a su padre, quien le confiesa que la existencia en ese lugar es gris, triste y aburrida, nada más, un lugar más parecido al limbo o al purgatorio semítico, que a un verdadero infierno. Odiseo escapa y sigue su búsqueda de Ítaca, la isla que es su hogar, perseguido por las maldiciones de Hades que complicarán un poco más su regreso.
Hades, hermano de Zeus, es el hijo mayor de Cronos y Rea, el primero con buena forma que nace de dicha unión, por tanto, digno descendiente de sus padres, y quien por ley natural estaba destinado al trono.
En su juventud, y junto con Hera y Poseidón es devorado por su padre, para ser salvado más adelante por el joven Zeus.
Hades, Dios del Inframundo
Como dios tiene muchos dones y poderes, es rico y héroe de mil batallas contra los titanes, querido y respetado por los habitantes del Olimpo y los habitantes de Gea, su aspecto es bello y grandioso, pero no puede abandonar, al menos no del todo, su residencia.
Cuando lo hace rapta a Perséfone en lo que hoy es Sicilia, hija de Zeus y de la diosa Deméter, y tras raptarla la hace su esposa y cohabita con ella solo un tercio del año, el que corresponde al invierno, para dejarla en libertad de volver a la Tierra y convivir con los suyos durante la primavera, el verano y el otoño.
Aunque Deméter no estuvo contenta al principio y arrasó Sicilia en venganza por el rapto de su hija, al final aceptó el pacto.
En algunas versiones, Perséfone vuelve siempre al Averno para comer el fruto de la dulce granada, y en otras lo hace simplemente porque es la orgullosa esposa de uno de los más poderosos de los dioses, y lo hace en invierno, para recordarle a la humanidad cuál es su verdadero destino.
Hades, en sus excursiones por la Tierra y en ausencia de su celosa esposa, Perséfone, perseguía ninfas y mujeres, como cuenta el poeta Ovidio, que relata que Hades tuvo relaciones con las ninfas Mente y Leuce, más tarde la planta menta y el árbol álamo respectivamente, por hechizo y venganza de Perséfone.
Para algunos Hades era estéril y no tuvo nunca descendencia a pesar de sus aventuras amorosas, pero para otros es padre de Macaria, la que apagaba las velas de la vida, y de Melione, СКАЧАТЬ