Название: Teorías del Imperialismo y la Dependencia desde el Sur Global
Автор: John Smith
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789874066046
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En este sentido, puede tomarse como ejemplo arquetípico y sintomático de toda la obra, la última página del capítulo cuarto del libro primero, donde Marx nos describe a dos personajes dramáticos, aparentemente singulares (que pasan juntos desde la esfera visible y superficial del mercado y la circulación al ámbito oculto y profundo de la producción y la explotación), tan bien retratados que parecen extraídos de una obra de teatro. Uno es un capitalista hipócrita, codicioso, egoísta y malvado, que cree en la ficción jurídica de un supuesto “Edén de los derechos humanos innatos”. El otro es un obrero humillado, derrotado, resignado y aislado, a quien van a exprimir y, en palabras de Marx, a “curtir el cuero” (Marx [1872-1873] 1988, T. 1, Vol. 1: 214). Pero ese estilo de escritura, que tanto le debe a sus admirados William Shakespeare y Johann W. Goethe, dos de sus dramaturgos más amados, no debe confundirnos. La enorme calidad literaria de la pluma de Marx no puede, bajo ningún pretexto, ocultar, desdibujar o soslayar que nos está hablando de algo bien distinto a la trama y las escenas de la célebre novela de Daniel Defoe, protagonizada por el náufrago burgués inglés Robinson Crusoe, de York, y el indígena “Viernes” del río Orinoco, dos individuos aislados (Marx [1857-1858] 1987a, T. I: 3).
Aunque allí su pluma nos pinte el retrato de personajes cuasi teatrales, presuntamente individuales (¡para otorgarle a su crítica del régimen capitalista una tensión dramática y una carga de impugnación incomparable con cualquier otro científico social de su época o la nuestra!), en El Capital Marx está tratando de construir una teoría crítica del sistema mundial capitalista, su crisis y sus relaciones sociales fundamentales, jamás reductibles ni al duelo entre un par de individuos enemistados entre sí, ni a los conflictos sociales reducidos a una sola empresa ni tampoco a las relaciones internas dentro de un estado-nación aislado, por más poderoso que este sea (para el caso, Inglaterra).
No comprender algo tan básico en el fondo presupone no entender las sutilezas de su manejo y empleo magistral de la lógica dialéctica, la articulación de lo lógico y lo histórico, su descripción de la “ruidosa esfera de la apariencia superficial” y su explicación de las profundidades esenciales que condicionan y determinan las leyes tendenciales del movimiento y el proceso de desarrollo del conjunto de la economía mundial capitalista. Lo cual deriva, no en una mala hermenéutica de una página puntual, sino en algo muchísimo más grave: en una incomprensión teórica y política de toda su obra (Lenin [1914b] 1960, T. 38: 174).
Lenin, la gestación de la teoría del imperialismo y la dependencia
Guiándose por las huellas y pistas metodológicas de su maestro, Lenin se esfuerza desde muy joven en tratar de continuar la obra inacabada de Marx. Su punto de vista no solo se ubica en “el ala más radical del marxismo” (Rosdolsky [1968] 1989: 528), sino que, además, sienta las bases epistemológicas para una crítica profunda y sin concesiones de todas las derivas occidentalistas, colonialistas y eurocéntricas que se han pretendido construir, erróneamente, bajo la sombra del prestigio, prestado y ajeno, de Marx.
El joven Lenin comienza a leer y estudiar El Capital (los dos primeros libros, hasta ese momento publicados) a los 18 años de edad y ya a los 23 años interviene en polémicas de envergadura con repercusiones a escala internacional. A medida que se van publicando otros textos inéditos del maestro, los va devorando uno a uno (desde el tercer libro de El Capital, recién publicado por Engels en 1894, hasta la Historia crítica de las teorías de la plusvalía, considerado el cuarto tomo de El Capital y publicado —con ciertos cortes y censuras realizados por K. Kautsky— entre 1905 y 1910).
Así como Marx estructura sus diversos planes de estudio e investigación siguiendo siempre el hilo rojo del método dialéctico, Lenin no quiere equivocar el camino. Por eso programa su brújula teórica con el mismo método de su guía inspirador. No es casual que, en 1914, al iniciarse la primera guerra mundial, en plena crisis capitalista y desbarajuste completo de la Internacional Socialista, prolongue esas lecturas detalladas de la obra de Marx abordando en forma completa la Ciencia de la Lógica [1812], de Hegel (haciendo extractos de la misma, agregando anotaciones y numerosas reflexiones propias). Ya no a través del tamiz unilateral de Plejanov o Kautsky (las viejas “autoridades” de la II Internacional), sino enfrentándose directamente con Hegel, de quien Marx se había declarado “discípulo de aquel gran pensador” en el epílogo a la segunda edición alemana de El Capital (Marx [1873] 1988, T. I, Vol. 1: 20).
Sus numerosos estudios realizados a lo largo de más de dos décadas, que lo conducirán en 1916 a publicar el resultado de sus investigaciones sobre el imperialismo, entendiéndolo como una nueva fase mundial del sistema capitalista, se encaminan desde lo abstracto hacia lo concreto. La misma dirección metodológica elegida por Marx para desplegar la exposición lógico dialéctica de El Capital.
Ya desde sus primeros textos, Lenin interviene en los debates formulándose interrogantes generales como las siguientes: ¿qué es el mercado? y ¿qué es el capitalismo? (Lenin [1893] 1958, T. 1: 105, 112, 120); preguntas a las que luego agrega: ¿en qué consiste el concepto de “formación económico-social”? y ¿de qué nos habla y cuál es el objeto de estudio de El Capital? (Lenin [1894] 1958, T. 1: 145-150, 152-163, 170, 174, 180, 185, 191). Partiendo de esas indagaciones todavía abstractas y genéricas se dirige, a lo largo de más de veinte años, entablando incontables polémicas económicas, políticas y filosóficas, hacia una comprensión concreta del sistema mundial capitalista, el colonialismo, el problema nacional y el imperialismo, su desarrollo desigual que divide al conjunto de las formaciones económico sociales que constituyen la totalidad de la economía mundial en centros imperialistas y países coloniales, semicoloniales y dependientes [el término específico sobre la “dependencia”, que hemos subrayado, corresponde a Lenin. N. K.] (Lenin [1916a] 1960, T. 22: 277 y Lenin [1916b] 2009: 483), sus contradicciones antagónicas e irreconciliables, las raíces más profundas de su crisis, las guerras (tanto las imperialistas de reparto del mundo, como las de liberación nacional y las guerras civiles) hasta llegar, por fin, a su principal objetivo: identificar las condiciones de posibilidad para iniciar un proceso revolucionario de aspiraciones internacionales y mundiales.
Como su voluminosa obra está plagada de infinitas discusiones y polémicas e interlocuciones tan variadas y diversas, resulta bastante fácil perderse en ese laberinto interminable sin encontrar la lógica subyacente de sus estudios, las directrices principales que va persiguiendo a lo largo de cada paso pequeño que da y las perspectivas generales de su programa de investigación que se despliega, siguiendo las enseñanzas de su maestro, desde lo abstracto hacia lo concreto.
Si tuviéramos que trazar una cartografía mínima y esquemática de todas las fases que Lenin va recorriendo hasta llegar a sistematizar su teoría madura del imperialismo, tendríamos que señalar, como mínimo, alrededor de una decena de obras suyas, que confluyen posteriormente en su libro célebre El imperialismo, fase superior del capitalismo [1916].
Esta obra constituye el sustento teórico inicial y la plataforma epistemológica a partir de la cual se despliega posteriormente la teoría marxista de la dependencia e incluso la teoría de la acumulación a escala mundial (Caputo y Pizarro [1970] 1975: 172-173; Amin [1971] 1975: 32-33; Dos Santos [1978] 2011: 357; Osorio [1994], en Marini y Millán 1994b, T. 2: 166; Ouriques [1994], en Marini y Millán 1994b, T. 2: 187; Kohan 2015a y 2015b; Osorio 2016: 52; Smith 2016: 95, 107, 188, 202, 219-220, 225-226).
Dentro de ese universo complejo y abigarrado, por momentos inabarcable, repleto de discusiones y controversias con las más diferentes tendencias e incontables interlocuciones (algunas СКАЧАТЬ