Teorías del Imperialismo y la Dependencia desde el Sur Global. John Smith
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Название: Teorías del Imperialismo y la Dependencia desde el Sur Global

Автор: John Smith

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

Серия:

isbn: 9789874066046

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СКАЧАТЬ una polémica sobre si Marx abandonó el plan de investigación y exposición inicial de 1857 o lo prosiguió. Uno de los primeros que llamó la atención al respecto es Henryk Grossmann en 1929. Para este integrante marxista de la Escuela de Francfort sí hay un cambio de planes que se debe principalmente a consideraciones metodológicas, explicadas por él luego de ajustar cuentas con las defecciones teóricas de Karl Kautsky y toda la Segunda Internacional (Grossmann [1929] 1984: 55 y ss.). La contestación a Grossmann vino mucho más tarde, en 1951 como ensayo y en 1970 como libro, por parte de Otto Morf. La investigación (y periodización) de Rosdolsky se sitúa en el contexto de ese debate. Para Maximilien Rubel, editor de una versión de El Capital en francés que no respeta el ordenamiento seguido por Engels, Marx no cambió el plan original. Rubel acusa a los que sostienen esa tesis de que, en el fondo, quieren dar a entender que El Capital está concluido, lo cual califica de “indecente, por no decir más”. Los editores alemanes y soviéticos del IMEL (Instituto Marx Engels Lenin) afirman que “ese plan [el de 1857. N. K.] se alteró repetidamente”. Puede seguirse todo este debate, en forma resumida y comentada por Manuel Sacristán, en la introducción del traductor, especialista y editor catalán de la edición de El Capital que en Barcelona publica Obras de Marx y Engels [OME, Grijalbo], quien traduce de la cuarta edición alemana corregida por Engels, en lugar de la segunda edición alemana [1872-1873] corregida por Marx, como hace Pedro Scaron en la versión de editorial Siglo XXI que nosotros utilizamos en este trabajo (Sacristán 2004: 158-162).

      La estructura global de su obra fue repensada y rediseñada varias veces por Marx. Sintéticamente, pueden recorrerse esos diversos planes en la siguiente secuencia (Rosdolsky [1968] 1989: 85):

      Septiembre 1857: Grundrisse: 28-29

      Octubre 1857: Grundrisse: 138-139

      Noviembre 1857: Grundrisse: 175

      Noviembre 1857: Grundrisse: 186

      Febrero 1858: Carta de Marx a Lasalle, 22/2/1858

      Abril 1858: Carta de Marx a Engels, 2/4/1858

      Junio 1858: Grundrisse: 855-859

      Enero 1859: Contribución a la crítica de la economía política, prefacio. p. II.

      Febrero-marzo 1859: Grundrisse: 969-978

      Diciembre 1862: Carta de Marx a Kugelman, 22/12/1962

      Enero 1863: Historia crítica de las teorías de la plusvalía, Tomo I: 377-378

      Julio 1865: Carta de Marx a Engels, 31/7/1865

      Octubre de 1866: Carta de Marx a Kugelman, 13/10/1866

      Abril de 1868: Carta de Marx a Engels, 30/4/1868

      A lo largo de sus múltiples variaciones, el plan de investigación empírica- redacción- exposición lógico dialéctica más ambicioso que Marx tenía en mente apuntaba a escribir originariamente seis libros, según la carta enviada a Lasalle el 22/2/1858 (Marx y Engels 1968: 69-70). Un año antes, en la “Introducción” de los Grundrisse [1857], el plan original se detallaba aún más, aunque por entonces constaba de cinco libros: “Efectuar claramente la división [de nuestros estudios] de manera tal que [se traten]: 1) Las determinaciones abstractas generales que corresponden en mayor o menor medida a todas las formas de sociedad, pero en el sentido antes expuesto. 2) Las categorías que constituyen la articulación interna de la sociedad burguesa y sobre las cuales reposan las clases fundamentales. Capital, trabajo asalariado, propiedad territorial. Sus relaciones recíprocas. Ciudad y campo. Las tres grandes clases sociales. Cambio entre ellas. Circulación. Crédito (privado). 3) Síntesis de la sociedad burguesa bajo la forma del Estado. Considerado en relación consigo mismo. Las clases «improductivas». Impuestos. Deuda nacional. Crédito público. La población. Las colonias. Emigración. 4) Relaciones internacionales de la producción. División internacional del trabajo. Cambio internacional. Exportación e importación. Curso del cambio. 5) El mercado mundial y las crisis” (Marx [1857-1858] 1987a, T. I: 29-30).

      Recorriendo cada una de las estaciones de esta abigarrada acumulación y variación de planes, resulta diáfano que todo el proyecto de Marx siempre tuvo el mismo objeto de estudio y apuntó inequívocamente en la misma dirección: hacia el mercado mundial capitalista. Comprendiendo este último como un sistema mundial (es decir, una instancia superior y más abarcadora que el mero intercambio comercial entre diversos Estados-naciones, presuntamente autónomos y recíprocamente autosuficientes). Estudio del mercado mundial que invariablemente iba acompañado, en cada uno de sus planes, de la investigación sobre su crisis.

      El recorrido por toda esa gama de planes de investigación debería ser suficiente para despejar varias incógnitas y desenredar no pocos equívocos. El principal de todos, en lo que aquí nos atañe: ese inmenso edificio lógico dialéctico sintetizado en las miles de páginas que estructuran El Capital jamás presupuso como objeto de estudio una escala nacional del capitalismo, como suele repetirse mecánicamente en la vulgata convencional académica (incluyendo dentro de ella no sólo las diatribas e impugnaciones habituales contra Marx, sino también las versiones más cristalizadas del “marxismo” eurocéntrico, apologista encubierto del occidentalismo y la modernidad etnocéntrica).

      El orden de investigación empírico y teórico y las primeras formas de redacción de los resultados no siempre coincidieron con el orden final de exposición lógico-dialéctica que adopta la versión que sale de imprenta, primero en 1867 y, luego, entre 1872 y 1873 (segunda edición alemana, corregida en vida de Marx). Tal es así que, en 1877, habiendo publicado ya dos ediciones alemanas y una francesa del libro primero, Marx escribe en su correspondencia: “En realidad, comencé a escribir El Capital, reservadamente, siguiendo el orden inverso en que la obra se presentará al público (comenzando por la tercera parte, la parte histórica), pero con la particularidad de que el tomo I, el último que abordé, fue el primero que quedó listo para la impresión, mientras que los otros dos permanecieron bajo la forma inacabada que originalmente presenta toda investigación” (Carta de Marx a Siegmund Schott, 3/11/1877, en Marx [1862-1863] 1987b, T. I: 7 y Marx y Engels 1968: 219). Es decir que Marx, según su propio testimonio epistolar, redactó El Capital primero en un orden histórico, en segundo lugar de un modo lógico dialéctico. Este último es el que irá a la imprenta, tanto en la primera versión de 1867 como en la edición corregida de 1872-1873.

      Por la forma y el estilo de escritura y por el método lógico-expositivo elegido por su autor, la lectura lineal de El Capital (principalmente si se adopta en forma aislada y descontextualizada el libro primero) puede generar el gravísimo equívoco teórico que presupone que Marx nos está hablando allí de “un empresario” individual o, a lo sumo, de un pequeño segmento de “su” clase obrera que trabaja en una sola empresa.

      Marx comienza los primeros capítulos del primer libro detallándonos el comportamiento aparentemente “individual” de un empresario, poseedor de dinero, prácticamente como si estuviera retratando al personaje de una obra de teatro. Es más, el traductor del inglés al castellano de la obra de Francis Wheen que explora la historia de la redacción de El Capital, mantiene el nombre de un supuesto “señor Caudales” para la expresión Moneybags de la edición en inglés. Marx se refiere a él con lujo de detalles, sólo le faltó detallarnos su nariz, el color de sus ojos, su vestimenta y el tamaño de su barriga. Un recurso literario que condujo al biógrafo Wheen a comparar el libro primero de El Capital con (a) una novela gótica; (b) un melodrama victoriano; (c) una comedia negra y (d) una tragedia griega (Wheen [2006] 2007: 62-67 y 95). Su inigualable estilo literario y la proliferación de expresiones metafóricas en una obra que pretende cuestionar desde sus raíces al capitalismo como sistema mundial y a toda la economía política que intenta legitimarlo, son desplegadas por Marx en función de su crítica científica. Pero no se puede responsabilizar al autor de El Capital de las desorientaciones СКАЧАТЬ