Argumentación y pragma-dialéctica. Jesús Zamora Bonilla
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Название: Argumentación y pragma-dialéctica

Автор: Jesús Zamora Bonilla

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9786077423348

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СКАЧАТЬ siglos más tarde, la transformación del parlamento que comienza bajo Enrique VIII y con las reformas de Thomas Cromwell, y que se iría perfeccionando al paso de los años en dirección hacia la democracia moderna, crea la ocasión para prácticas retóricas que en su momento demandarán reflexión y elaboración teórica. Una vez más son las falacias lo que da el impulso. Son dos las obras pioneras aquí: la Parliamentary Logick del honorable William Gerard Hamilton, miembro del parlamento británico, y el Book of Fallacies del reformador Jeremy Bentham. La primera, publicada póstumamente en 1808, está orientada a la instrucción de los colegas legisladores en todos los trucos del oficio de manipular al público y vencer al adversario; la segunda, publicada en1816 en traducción francesa (Traité des sophismes politiques; edición póstuma en inglés de 1824 bajo el título A Book of Fallacies) y con muchas modificaciones respecto del original, tenía como propósito contrarrestar la obra de Hamilton e instruir a los ciudadanos para defenderse de las manipulaciones de los políticos. Con el paso del tiempo, se dio en pensar que aprender a debatir a la manera parlamentaria debería ser parte de la formación de todo ciudadano en una democracia. Así surgió en los países anglosajones la teoría del debate que se enseñaba a los adolescentes y se practicaba en forma de certámenes públicos entre escuelas. Una vez más tenemos una teoría de la argumentación que dista también mucho de ser general, como puede constatar cualquiera que se asome a los numerosos manuales para aprender a debatir.7 Por no tomar sino el aspecto más obvio, la administración del tiempo en los distintos formatos para el debate que se han propuesto constituye una limitación artificial que no vale para la mayoría de las discusiones humanas.

      Ahora bien: si se mira con cuidado esta estructura teórico-empírico-aplicada de la pragma-dialéctica, se verá que no es legítimo objetar que la teoría no es general. En vista del carácter dinámico del programa pragma-dialéctico de investigación, podemos decir que se trata de una teoría general en construcción. La estrategia científica seguida por van Eemeren y sus colaboradores es la de partir de un modelo ideal de argumentación que, justamente por ser ideal, representa una simplificación de lo que ocurre. Pero no se trata, y nunca se trató, de que la cosa quedara allí. Este modelo ideal va haciéndose progresivamente menos ideal y sin prisa ni pausa se va enriqueciendo según se le van incorporando poco a poco elementos adicionales, concretamente la perspectiva retórica (en la pragma-dialéctica extendida), la investigación empírica (análisis lingüístico y experimentos cognitivos) y los estudios aplicados de dominios argumentativos específicos con sus variadas instituciones comunicativas (el derecho, la política, la medicina, los medios, la academia). Esta estrategia científica de aproximaciones sucesivas al fenómeno de la argumentación es, a lo que veo, la misma que han seguido la física, la biología, la economía y la lingüística: modelos sencillos que se van enriqueciendo al contacto con los datos empíricos. No hay, a lo largo y a lo ancho de los estudios sobre argumentación, ningún otro programa de investigación tan duradero y persistente como la pragma-dialéctica.

      ¿Significa eso que la pragma-dialéctica es inmune a objeciones? De ninguna manera; y todos son bienvenidos a plantearlas y contribuir a la mejora de la teoría. Lo importante es que, al objetar, procuremos conocer primero bien el objeto que atacamos. Mi impresión es de hecho que la teoría no ha tenido críticos más severos que los propios pragma-dialécticos. Si no fuera así, no existirían las modificaciones constantes a la teoría al contacto con los diversos aspectos que se han ido añadiendo y la han ido complejificando. Espero y confío en que la lectura de los capítulos 1-10 despierten la curiosidad de los lectores por informarse más en detalle acudiendo a las ricas fuentes de todo el programa de investigación.

      Lo que debe quedar claro es que el programa pragma-dialéctico, como todo programa serio de investigación, no constituye un dogma. Prueba de ello es que van Eeemeren con frecuencia invita a investigadores con otras perspectivas teóricas a estancias en Amsterdam y, de ser posible, a proyectos colaborativos. Un excelente ejemplo es la obra conjunta de van Eemeren, Grootendorst, Jackson y Jacobs (1993), por la que podemos decir que inicia el giro descriptivo, más allá de lo normativo, en el programa pragma-dialéctico. Un ejemplo diferente es la investigación doctoral de Lilian Bermejo-Luque, cuyos resultados fueron publicada subsecuentemente en una de las colecciones que edita van Eemeren (Bermejo-Luque, 2011): aunque altamente críticos, han sido realizados con conocimiento de causa del programa que critica, y al menos en mi opinión son en principio un aporte valioso que modifica, pero no destruye, la teoría. Una versión breve de este aporte crítico es el cap. 11 de este libro, con que abre la primera sección de la segunda parte de este libro. Los capítulos 11 a 16 sugieren, cada uno a su manera, revisiones, modificaciones u objeciones a la teoría pragma-dialéctica. En cambio, los capítulos 17 a 22 de la segunda sección se limitan a ofrecer posibles aplicaciones de la teoría.