Название: Viajes y viajeros, entre ficción y realidad
Автор: Autores Varios
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
Серия: Oberta
isbn: 9788437082493
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[19] Habría de retirarse la apreciación de Malcolm Letts (traducción) «in Spain he has many hints about customs restrictions» (Pilgrimage, 1946: xxxi).
[20] Halm (2001, n.º 137: 335). Cf. Hasenclever (1907).
[21] Cf. Classen (2000a: 67-69).
[22] Ya he tratado en profundidad la figura de Münzer, véanse Classen (2003b: 20-23) y Classen (2003c).
[23] Fabri (1999); véase también Classen (2005).
[24] Sobre esto, véase Classen (2004).
[25] Sobre esto, cf. Honour (1982).
UN VIAJERO ALEMÁN EN VALENCIA HACIA 1800: CHRISTIAN AUGUST FISCHER[*]
Berta Raposo Eckhard Weber
Universitat de València
El escritor y viajero Christian August Fischer, en su época autor popular de numerosos relatos de viaje, de literatura erótica de entretenimiento y de fábulas políticas, parecía hasta hace poco haber caído en el olvido. Si se consultan los diccionarios biográficos y literarios alemanes, o no se encuentra ninguna información sobre su vida y obra, o se le presenta a nivel de los conocimientos del siglo XIX, con informaciones biográficas y bibliográficas erróneas. Sólo muy recientemente ha empezado la Germanística a interesarse por él y a presentarlo al público moderno. La presentación más amplia hasta ahora es la monografía aparecida en el año 2001 «Die Einsamkeit, die Natur und meine Feder, dies ist mein einziger Genuß». Christian August Fischer (1771-1829) – Schriftsteller und Universitätsprofessor, de Josef Huerkamp y Georg Meyer-Thurow, que centra su interés en la obra de Fischer, pero sobre todo en su trayectoria biográfica, que es trazada con ayuda de numerosas cartas escritas por el propio escritor, así como de documentos biográficos propios que aparecen en sus obras.
A raíz de la presentación de su Cuadro de Valencia en este Congreso, y con el trabajo realizado por nuestro grupo de investigación de la Universitat de València, se está dando ya a conocer más ampliamente en España[1] a este polígrafo que consiguió presentar a amplios sectores del público lector alemán la España que en el siglo XVIII todavía era una gran desconocida, rodeada de exóticas leyendas.
De las diferentes etapas de su vida (años de infancia y juventud en Leipzig, la época de los viajes por el sur de Europa y su vida como escritor en Dresden, su difícil época como profesor de la Universidad de Würzburg y las últimas estaciones de su vida hasta su temprana muerte a la edad de cincuenta y ocho años) nos interesan especialmente los años 1797 y 1798, cuando viajó por gran parte de España. No cabe duda de que Fischer explotó al máximo su estancia en este país, y el resultado de ello son no menos de diez textos de distinto tipo y dimensiones.[2] En primer lugar, hay que mencionar sus grandes crónicas de todo el viaje, estructuradas a dos niveles distintos de ficcionalidad: Reise von Amsterdam über Madrid und Cadiz nach Genua in den Jahren 1797 und 1798 (Viaje de Ámsterdam por Madrid y Cádiz a Génova en los años 1797 y 1798), un relato de viaje al uso que alcanzó rápida y amplia difusión en Europa (dos ediciones en 1799 y 1801, críticas muy elogiosas, traducciones al francés, inglés y sueco); y Reiseabentheuer (Aventuras de viaje, con dos ediciones en 1801 y 1802), una crónica novelada del mismo viaje que, sin embargo, presenta en parte una trayectoria diferente a la del Viaje (en lugar de ir del País Vasco hacia el sur en dirección Madrid, da un rodeo por Santander, Asturias, Galicia y Zamora; rodeo evidentemente novelesco, pues lo más probable es que Fischer no visitara nunca esos lugares). Además, publicó una guía de conversación comercial hispano-alemana; una antología sobre temas políticos y mercantiles españoles; monografías sobre Madrid, Valencia y las Baleares; misceláneas sobre temas españoles de actualidad; traducciones, y adaptaciones de literatura española: Quevedo, Mateo Alemán y un volumen de «novelas (es decir, narraciones breves) españolas» (Spanische Novellen), cuyas fuentes no han podido ser identificadas hasta ahora. Por si esto fuera poco, tradujo y anotó los relatos de viaje de los franceses Jean-François Bourgoing y Alexandre Laborde, dos de los más difundidos y apreciados de la época, así como una obra de Pedro Estala sobre las colonias españolas de América. Fischer es el único viajero que además de relatos de viaje generales escribe monografías sobre una ciudad o zona en especial. Así, tenemos el Gemälde von Madrid o Cuadro de Madrid (traducido al inglés y sueco) de 1802, el Cuadro de Valencia de 1803 y un Cuadro de Valencia de 1809 que, pese a su título, trata de las Baleares.
El Cuadro de Valencia no es un relato compacto. Está compuesto de breves capítulos sobre los más diversos temas sin que se pueda percibir ninguna sistematización especial, lo que se confirma si damos un breve vistazo al índice: junto a capítulos sobre comercio, industria y mineralogía, se encuentran cuadros de costumbres como bodas, celebraciones de Nochebuena, fiestas acuáticas, ladrones de agua o descripciones turísticas avant la lettre sobre la ciudad de Valencia, con sus monumentos, iglesias y calles, sin poderse descubrir a simple vista ningún orden determinado. Pero este carácter de mosaico, junto con su estilo ligero y ameno, es lo que le confiere su gran atractivo. Se trata de un bien logrado ensamblaje de temas y formas que integra de manera muy armónica todas las fuentes utilizadas, que no son pocas, principalmente las Observaciones sobre la historia natural, geografia, agricultura, poblacion y frutos del reyno de Valencia de Antonio José Cavanilles (1795-1797): datos estadísticos, detalles concretos y todo lo que se requería de una crónica de viajes ilustrada. La obra de Fischer está a medio camino entre el relato de viaje empírico-cuantitativo y el subjetivo-cualitativo. Porque aparte de todos los datos contables y medibles, su aportación propia y su visión extraordinariamente personal predominan sobre todo lo demás. En este sentido, no es totalmente exacta la información dada por Huerkamp y Meyer-Thurow sobre el Cuadro de Valencia en su bibliografía de los escritos de Fischer («sobre la base de A. J. Cavanilles, Observaciones sobre la historia natural geografia, agricultura, poblacion y frutos del reyno de Valencia»[3]). Cavanilles es una fuente fundamental para Fischer, pero no la única, y además, utilizando toda una serie de bases documentales, él logra componer una obra totalmente nueva.
El hecho de que le haya dedicado un libro especialmente a Valencia puede que se deba a que con las Observaciones de Cavanilles disponía de suficiente material de apoyo para hacerlo, pero aparte de ello, indudablemente ésta fue la ciudad de España que más impresionó y más entusiasmó a Fischer. Lo expresa así tanto en el relato general de su viaje a España como en Reiseabentheuer y en el Cuadro de Valencia, llegando a extremos que hoy pueden parecernos inverosímiles. Por ejemplo, cuando hace recuento de extraordinarios casos de longevidad:
... en Valencia (...) se da con tanta frecuencia una vejez dichosa, y (...) una vejez extraordinaria no es ninguna rareza. (...) En todas partes oiréis hablar de viejos de ciento veinte años, incluso de ciento cuarenta, que todavía están alegres y activos (Fischer, 2008: 260).
Todos los elogios del clima, de la vegetación y de la fertilidad, o de la belleza y precocidad de las mujeres, que hoy pueden parecernos tópicos, entonces no lo eran, sino que constituyen una antiimagen al servicio de la antropología positiva, que pinta el hombre y el mundo no como es, sino como debería o podría ser.СКАЧАТЬ