Название: El arte de educar jugando
Автор: Silvia Álava
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Tu vida en positivo
isbn: 9788412361681
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3. Igualmente, aprendiendo canciones, poesías, adivinanzas o trabalenguas (mejorando al mismo tiempo la capacidad de expresarse mediante el lenguaje, el razonamiento lógico o el ritmo).
Cuándo. Cada vez que leamos un cuento o veamos una película o escuchemos una canción juntos.
Discriminación de letras y sonidos
Para qué. Para una adecuada adquisición de la lectoescritura, es fundamental que los niños sepan percibir y discriminar adecuadamente las letras visualmente, así como reconocer los sonidos auditivamente para luego poder asociar los sonidos con las letras (asociación fonema-grafema). Por ello, es conveniente hacer ejercicios de este estilo con los niños ya que también trabajamos de forma indirecta la atención y la memoria.
Cómo
1. Pediremos al niño que esté muy atento a un determinado sonido, por ejemplo, »a», y que levante la mano cada vez que lo oiga mientras vamos diciendo en alto distintas letras o palabras.
2. Otra actividad puede consistir en decirle al niño pares de palabras y que el niño nos tenga que decir si son iguales o diferentes. Por ejemplo: «paño-pato», o bien «horquilla-hormiga», «loro-loro»…
3. Para trabajar la discriminación visual de las letras, se puede usar una ficha con distintas letras y pedirle que repase con un lápiz una letra determinada, de este modo trabajaremos también su coordinación ojo-mano y su capacidad de escritura.
4. Asimismo podemos pedirle que copie con plastilina algunas letras o que recorte la letra que le pedimos entre otras letras para trabajar también su destreza manual.
5. Cuando caminamos o paseamos por la calle, es posible jugar a identificar alguna letra concreta entre los carteles de la calle.
Cuándo. Se puede realizar esta tarea en momentos cotidianos como pasear, en ratos de ocio o en el tiempo de deberes.
El cerebro en los niños de 6 a 9 años
Para conocer mejor cómo funciona el cerebro, podríamos compararlo con una orquesta de músicos. Así, los distintos procesos cerebrales serían los distintos músicos de la orquesta (el lenguaje, la memoria, la percepción, la coordinación motora, etc.) y la parte del cerebro que está justo encima de los ojos (lóbulos prefrontales) sería el director de la orquesta, que se encargaría de recibir y coordinar la información que viene de otras partes del cerebro para conseguir una meta común (planificar lo que vamos a hacer, revisar cómo nos está saliendo lo que hacemos, tomar decisiones, reflexionar antes de dar una respuesta a una pregunta que nos han hecho, buscar distintas estrategias para resolver un problema y evaluar cuál es la más eficaz…). En esta etapa evolutiva, a partir de los 6 años, empiezan a producirse grandes avances en el director de orquesta del cerebro, permitiendo que los niños a esta edad ya sean capaces de elaborar estrategias para realizar actividades de forma eficaz y planificar tareas simples y buscar nuevas y variadas soluciones a sus problemas y a los errores que cometen.
A partir de los 6 años se producen grandes avances en la zona del cerebro que se encarga de buscar soluciones.
Entre los 7 y los 9 años comienzan a tener un pensamiento más guiado por la lógica, aunque todavía está muy centrado en lo que pueden percibir de forma concreta por los sentidos. Por otro lado, empiezan a ser capaces de representarse mejor el presente y el futuro al mejorar su capacidad de orientarse en el tiempo. También mejora la capacidad para ordenar secuencias de hechos.
La mejora en el director de orquesta del cerebro en esta etapa igualmente permite que a partir de los 7-8 años comiencen a utilizar estrategias de memoria para recordar mejor la información. Por otro lado, en esta etapa también se produce un gran desarrollo en el conocimiento matemático debido a la evolución de otros procesos como el razonamiento, la capacidad de planificarse y evaluar la propia conducta y la mejora en el lenguaje, lo que ya les permite hacer cálculos mediante operaciones matemáticas simples.
Buscando estrategias de memoria
Para qué. Coincidiendo con el incremento brusco que se da en esta etapa en la actividad cerebral de los lóbulos prefrontales (el director de orquesta del cerebro), comienzan a utilizar de manera espontánea estrategias de aprendizaje y de memoria. Sin embargo, estas estrategias requieren trabajo y esfuerzo, ya que dependen del control consciente del niño, por lo que podemos enseñarles algunas de ellas para favorecer sus aprendizajes en estas edades.
Cómo
1. Es posible enseñarles a elaborar la información, pensando en ejemplos de esa información para que la recuerden mejor. Los niños a esta edad también aprenden mejor utilizando el contexto. Por ejemplo, recuerdan mejor una palabra cuando la dicen en una frase que cuando se les da una definición.
2. También les facilita aprender algo el hecho de construir una imagen de lo que están aprendiendo. Por ejemplo, cuando se aprenden las horas, les pedimos que se imaginen o que miren la foto de un reloj en las doce en punto y que nos expliquen cómo es.
3. Otra estrategia que beneficia la memoria es la organización de la información que tienen que aprender. Por ejemplo, si se deben aprender los tipos de seres vivos, es más fácil recordarlos si se clasifican por determinadas características similares o diferentes que si los tienen que recordar únicamente por su nombre.
4. Sin olvidar el repaso, dado que la repetición consciente de la información que se han aprendido los niños permite aumentar el tiempo en que se mantiene en la memoria. Sin embargo, el repaso como mera repetición no funciona; lo aprendido debe estar elaborado a través de estrategias como las anteriores.
Cuándo. Esta actividad es posible utilizarla siempre que tengan que estudiar para un examen. También se puede usar cuando los niños nos pregunten sobre el significado de alguna palabra que no conocen o cuando tengan curiosidad por aprender algo nuevo del entorno.
El encargado de la compra
Para qué. Los padres no tenemos que ser la memoria externa de los niños ni sus agendas, por lo que desde pequeños deben aprender a planificarse adecuadamente y acordarse de sus rutinas cotidianas. Hacer la compra es una buena oportunidad para poner en marcha la función ejecutiva y la memoria de nuestros hijos, haciendo que no se aburran y que utilicen también los números y el razonamiento matemático.
Cómo
1. Antes de hacer la compra, explicaremos a nuestros hijos que ese día van a ser los «encargados de la compra».
2. Para ello, antes de salir de casa nos tienen que ayudar a revisar la nevera y los armarios de la cocina para ver qué es lo que hace falta y elaborar la lista de la compra.
3. Ya en el supermercado, nos tienen que ir dirigiendo hacia los pasillos correspondientes para recoger los productos.
4. Comparar los productos y los precios será la principal tarea a la que nos tienen que ayudar. Para ello, les iremos pidiendo que cojan la leche más СКАЧАТЬ