Название: Growin' Up
Автор: José Javier Torre Ruíz
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Crecimiento personal
isbn: 9788418811067
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«Darkness Of The Edge Of Town»
El camino equivocado
Perderse en los sueños equivocados
Esta canción forma parte del disco «Darkness Of The Edge Of Town», lanzado en 1978 cuando la vida de Bruce había cambiado radicalmente. Había vivido las mieles del éxito con «Born To Run»: un millón de copias vendidas, considerado uno de los mejores discos de la historia del rock, primera aparición en Europa… Incluso había llegado a aparecer de forma simultánea en la portada de revistas como Time y Newsweek, reservada para grandes celebridades del mundo de la política, la cultura, el deporte, etc. Ahora todos esperaban más de él; no en vano había sido considerado por algunos como el «futuro del rock and roll». Pero no todo habían sido buenas noticias para Bruce. Después del premio gordo de «Born To Run» comenzó un conflicto con su manager por el control de sus canciones y los derechos discográficos de sus primeros discos. Este conflicto desembocó en un litigio que paralizó su carrera musical impidiéndole el lanzamiento de nuevos discos. Fue un tiempo de frustración, de rabia, de sentirse engañado… Además, su país vivía una crisis económica que acabó enviando al paro a millones de trabajadores, incluidos amigos y familiares.
Es aquí cuando Bruce comienza a hacerse algunas preguntas vitales, como consecuencia de esta crisis personal, profesional y por el impacto de la crisis económica y social que había sufrido su gente más cercana. Él lo explicaba así: «Empecé a pensar quién era yo y de dónde venía». Y entendió aquello sobre lo que quería escribir en sus canciones: «La gente que me importaba, y quién quería ser yo. Veía a amigos y familiares esforzándose en llevar vidas decentes y productivas, y yo sentía que en esto había una especie de heroísmo cotidiano». El resultado fue un disco que refleja una reflexión oscura y siniestra, con canciones que invitan a la celebración y otras a mantenerse en la sombra. Un disco que muestra la rabia y el enfado por todo lo que sucedía, y que inevitablemente te conduce a la introspección y a realizar tu propia reflexión. Esa es la esencia del disco «Darkness Of The Edge Of Town», probablemente mi disco favorito.
Seguramente te estarás preguntando por qué he elegido esta canción como introducción de este capítulo. Permíteme que realice un pequeño rodeo. Todos alguna vez en la vida hemos tenido sueños. Algunos los perseguimos con ahínco hasta que se cumplen y conseguimos sentirnos realizados. Pero hay otros que nos ciegan y nos llevan a tomar decisiones erróneas. Son sueños que nos deslumbran y que buscamos desde jóvenes sin preguntarnos si realmente nos hacen bien. Estos sueños pueden ser estudiar una carrera con salidas laborales, alcanzar un trabajo con altas retribuciones económicas, perseguir un amor platónico o crear una familia viviendo en un entorno ideal. Descifrar la razón de estos sueños y todas las decisiones que tomamos para lograrlos puede llevarnos al diván de un psicólogo o un terapeuta. Erramos el tiro cuando tenemos sueños donde prevalece el resultado a la intención, al propósito o al para qué hacemos lo que hacemos. Séneca lo decía así:
«En toda actividad, el sabio atiende a la intención, no al resultado».
Incluso una vez conseguidos nuestros sueños de juventud podemos perpetuar nuestro empeño en mantenerlos, aún siendo conscientes de que no era eso lo que realmente queríamos. O que eso que perseguíamos con tanta fijación nos perjudica más de lo que nos beneficia. Porque en el fondo todos sabemos que nos hemos equivocado cuando comienzan a surgir preguntas incómodas al irnos cada noche a la cama, o cuando encontramos un momento para reflexionar sobre nuestra vida y eso nos deja una sensación agridulce pese a estar rodeados de objetos, dinero o una relación aparentemente idílica. Es ahí cuando aparece el drama y nos alcanza la «oscuridad» a la que se refiere Bruce en esta canción. Cuando las respuestas a esas preguntas nos escupen a la cara cierto grado de insatisfacción con lo que tenemos, lo que hacemos o lo que somos.
Mi caso no es muy diferente al de otras personas que probaron las «mieles» y las «hieles» del triunfo y se dieron cuenta de que «eso» no era lo que realmente querían. Logré tener una vida acomodada: un trabajo en una multinacional, un buen sueldo que me permitía pagar la hipoteca y los caprichos que se me antojaban... Además, tuve la suerte de no trabajar en exceso, y solo me quitaban el sueño algunas reuniones cuando los jefes europeos nos visitaban. Sin embargo, había algo que me generaba insatisfacción, frustración o angustia: no disfrutaba de mi trabajo. Y una pregunta comenzó a instalarse en mi mente: ¿me veo haciendo lo mismo dentro de diez años?
Tomar caminos equivocados no es un fracaso, aunque la mayoría de las veces lo consideremos de este modo. Empeñarnos en mantenernos en ese camino por nuestro ego, nuestras expectativas o por la cerrazón de nuestras ideas es un error que nos conduce a la oscuridad y a perderlo todo. Podemos vivir cegados por una realidad que no nos hace bien en pos de conseguir más dinero, más seguridad, más poder, más estatus, más reconocimiento… De hecho, podemos conseguir el éxito social que trae consigo todo eso que nos afanamos en perseguir desde que somos jóvenes y que la sociedad nos ha inculcado desde niños y, pese a todo, ser auténticos desgraciados con carencias emocionales imposibles de gestionar.
Ese mundo de oscuridad es el que nos lleva a sacar lo peor de nosotros: apatía, negatividad, queja, crítica, rabia, arrogancia, prepotencia, cinismo, victimismo… Y podemos quedarnos anclados ahí, sin movernos, envenenándonos con nuestro resentimiento o instaurando un estado de resignación que nos conduzca a la depresión. Lo bueno y lo malo de esta situación es que la responsabilidad de salir o permanecer ahí la tiene cada persona. Al final, cada uno es responsable y tiene la capacidad para elegir qué actitud y qué decisión tomar ante esta situación. Porque, como dijo una vez Springsteen, «siempre hay esperanza»; incluso a pesar de que el sueño nunca se convierta en realidad, hay que seguir soñando.
Darte cuenta de tu error
«Darse cuenta» significa tomar conciencia de lo que te está sucediendo. No hay que ser una mente brillante para comprender que algo no va bien en tu vida si aparecen ese cúmulo de emociones o comportamientos a los que nos referíamos antes. Sin embargo, no es fácil aceptar que nos hemos equivocado. Que en el pasado tomamos el camino equivocado. Aparecen pensamientos y preguntas que nos incomodan, porque claro, eso significa aceptar que tenemos que cambiar y no es sencillo. Cambiar implica abandonar los hábitos, comportamientos y creencias que nos han acompañado durante mucho tiempo. Cambiar significa tomar decisiones que traen asociados riesgos y situaciones incontrolables. Cambiar trae consigo salir de nuestra zona de seguridad y ponernos a trabajar, probando nuevos caminos sin tener la certeza de si son los correctos o nos vamos a equivocar de nuevo.
Te das cuenta de un error cuando aparece una profunda insatisfacción por la situación que estás viviendo. Cuando te quejas y todo te parece negativo y te gustaría salir huyendo. Cuando lo negativo gana terreno a lo positivo. Cuando alguna de las emociones básicas, el «Big Three» de las emociones –el miedo, la ira y la tristeza–, irrumpe en tu vida. En ese momento, tu bienestar o felicidad se ven amenazados. Justo cuando Bruce estaba viviendo el conflicto con su representante y no podía grabar nuevas canciones ni lanzar un nuevo disco compuso una canción que refleja ese sentimiento de negatividad e impotencia. La canción «The Promise» cuenta una historia, con claros tintes autobiográficos, donde el protagonista que «busca la canción del millón de dólares» vive un momento en el que algo falla, «la promesa se rompió»:
«Bueno, gané a lo grande una vez y llegué a la costa
sí, pero pagué el coste.
Dentro sentí que llevaba los espíritus rotos
de todos los otros que perdieron.
Cuando la promesa se ha roto, sigues viviendo,
pero СКАЧАТЬ