Название: Growin' Up
Автор: José Javier Torre Ruíz
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Crecimiento personal
isbn: 9788418811067
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Persigue tu sueño
Hay una canción de Elvis Presley, «Follow That Dream», que Bruce solía tocar en los conciertos de mediados de los 80. Es una canción que habla de «perseguir un sueño, donde sea que ese sueño te pueda llevar hasta encontrar el amor que necesitas». En realidad, la esencia del ser humano es esa: el cambio constante a través de una continua búsqueda de algo que nos llene, que nos sacie. Y, como dice la canción, todos tenemos al menos el derecho a perseguir aquello que deseamos y luchar por las cosas en las que creemos.
Si hay algo que compartimos todos los seres humanos de este planeta es la búsqueda de la felicidad. Es cierto que cada cual entiende el término felicidad de una forma diferente, así como que las cosas que nos hacen felices son distintas para cada persona. Como escribe Victoria Camps en su ensayo La búsqueda de la felicidad:
«Todas las personas buscan por igual la felicidad, pero cada una será feliz a su manera.
La búsqueda de la felicidad es una tarea subjetiva, resultado de las circunstancias que envuelven a cada persona».
Preguntarse cómo lograr la anhelada felicidad es preguntase cómo vivir. Por eso, más que una meta, la felicidad se presenta como un estado de ánimo o el anhelo por alcanzar una vida plena. Cada persona debe cuestionarse cómo alcanzar ese estado, qué tipo de vida le gustaría tener para lograr ese estado de ánimo caracterizado por la paz interior, la tranquilidad, la satisfacción, el equilibrio o el bienestar. Quizá este debería ser nuestro propósito de vida máximo: alcanzar este estado de felicidad, que es algo que va más allá de lograr un sueño materializado en aspectos tangibles como un buen trabajo, una relación idílica o una salud de hierro.
En cualquier caso, debatir sobre lo qué significa ser feliz no tiene demasiado recorrido, porque cada persona tiene su propia interpretación de lo que necesita para ser feliz. Podemos decir, en base a las enseñanzas que nos dejaron filósofos y pensadores, que la felicidad es el mayor bien, pero un bien que exige esfuerzo, paciencia, perseverancia y tiempo. La lección que podemos extraer de la primera etapa de Bruce es precisamente esta: su llegada a la «Tierra Prometida», expresión que repetirá de forma recurrente en sus composiciones, se produce tras un peregrinaje inicial por carreteras comarcales, tugurios poco recomendables, largas noches de práctica con su guitarra, soledad e incomprensión, etc.
Por eso, el sueño se convierte en la búsqueda de la felicidad. La felicidad por lo tanto no es un destino, ni una promesa, ni está asegurada para todo el mundo, sino que se produce en el día a día en una actitud frente a la vida y de vernos a nosotros mismos como un proceso en continuo crecimiento que nos permita ir aproximándonos a esos estados de ánimo que hemos comentado. Y este proceso no es gratuito, ni se produce por arte de magia, ni tampoco lo conseguiremos con una receta que nos expenda nuestro coach, psicólogo o terapeuta. Esta actitud se construye con voluntad y siendo perseverantes para alcanzar la vida que queremos, ya sea a través de un trabajo vocacional, una pareja idílica, una salud de hierro… Como resume Victoria Camps en su ensayo:
«La felicidad es la búsqueda de la mejor vida que está a nuestro alcance».
Es en esa búsqueda de la felicidad donde reside la esencia del cambio y la transformación. Lo que nos permite salir de la famosa «zona de confort». De hecho, nuestro cerebro está preparado para abordar las situaciones cambiantes que vivimos a lo largo de nuestra vida, como ha descubierto la neurociencia. Se ha detectado una mayor actividad del lóbulo prefrontal cuando estamos en un periodo de cambio, lo que nos permite activar nuestra capacidad de aprendizaje, desarrollar nuestro espíritu explorador, aumentar la atención en el entorno y, finalmente, despertar nuestra creatividad. Sin embargo, nos hemos acomodado. La razón es sencilla: el cerebro siempre busca sobrevivir y el mejor mecanismo para lograrlo es rodear nuestro mundo de barreras para estar seguros. Es la paradoja del cambio: buscamos mejorar, salir de nuestra madriguera para ir a otra mejor, pero no queremos correr los riesgos asociados a la aventura. Al final, la realidad te escupe en la cara que si no sales de tu celda de cristal, donde puedes vivir incómodamente acomodado, difícilmente podrás alcanzar tu sueño, como nos recuerda Springsteen en «Thunder Road».
La cuestión es recordar algo que nos dejó uno de los filósofos estoicos más destacados, Séneca: «Cambia de alma y no de cielo». Esto significa que el cambio real, el verdadero, el que da lugar a la transformación, se produce en uno mismo, y para lograrlo es necesario mostrar cierta actitud, una disposición favorable al cambio, a través de la autocrítica y la valentía frente a la autocomplacencia y el miedo. Sentir cierto espíritu aventurero y ser consciente de que las situaciones adversas nos acompañarán como parte del viaje, y que será en esas situaciones donde se ponga a prueba nuestra felicidad y nuestro compromiso con el sueño o la búsqueda de la felicidad que ahora iniciamos. En suma, un proceso alquímico que permite la transmutación o el cambio evolutivo de la persona.
Siete preguntas para actuar
1. ¿Qué vas a hacer con tu vida? ¿Qué sueños quieres alcanzar?
2. ¿Quieres «ganarte la vida» o «vivir la vida»?
3. ¿Cómo ha sido tu vida hasta ahora (profesional y personal)?
4. ¿Qué pasiones tienes?
5. ¿Qué es lo que te produce más placer y más dolor?
6. ¿Qué es para ti la felicidad? ¿Cómo consigues ser feliz cada día?
7. ¿Qué necesitas para ser feliz? ¿Qué te hace sentirte satisfecho con lo que haces o con como eres?
Cinco ideas para recordar
1. Alegoría de la caverna aplicada al cambio. Hay un mundo que vemos, lo conocido, lo que hemos aprendido… que consideramos como verdadero y la única realidad existente (nuestra zona de seguridad). Sin embargo, existe otro mundo más auténtico que no hemos descubierto por miedo, por complacencia, o porque nadie nos ha mostrado un camino para ir más allá. La esencia del cambio reside en salir de la caverna para adentrarnos y conocer otras realidades.
2. Distinción entre «ganarse la vida» y «vivir la vida». Partiendo del hecho de que tenemos cubiertas nuestras necesidades más básicas, cada persona debe decidir cómo vivir: «ganándose la vida» con un trabajo cualquiera que le permita cubrir dichas necesidades y encontrar la felicidad fuera del mismo, o «vivir la vida» con un trabajo vocacional que le posibilite disfrutar de lo que hace, dando un sentido a su vida y accediendo a los escalones más altos de la Pirámide de Maslow.
3. Reflexionar, analizar y pensar qué sucede en nuestra vida y seguir buscando con la mirada de un niño hasta encontrar nuestra pasión. Incorporar la máxima que nos dejó Sócrates: «Una vida sin reflexión no merece ser vivida», y seguir buscando nuestra pasión con la mirada de un niño hasta encontrar aquello que nos apasione, con el lema que nos dejó Steve Jobs: «Stay foolish, stay hungry» (Manteneos alocados, manteneos hambrientos).
4. Hacer uso de la libertad para perseguir nuestros deseos. Identificar qué es lo que nos produce más placer y lo que nos genera más dolor. La felicidad consistirá en maximizar el placer y minimizar el dolor, como nos enseñaron los filósofos utilitaristas J. Bentham & J.S. Mill.
5. Considerar la felicidad como una búsqueda. La felicidad no es un destino, ni una promesa, ni está asegurada para todo el mundo, sino que se produce en el día a día con una actitud frente a la vida y de vernos a nosotros mismos como un proceso en continuo crecimiento hasta alcanzar un estado de ánimo caracterizado por la paz СКАЧАТЬ