Fútbol total. Jürgen Weineck
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Название: Fútbol total

Автор: Jürgen Weineck

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия: Fútbol

isbn: 9788499108490

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СКАЧАТЬ más elevado de glucógeno antes del inicio del juego generalmente hacían recorridos más largos, especialmente en la segunda mitad del juego, y el número de acciones intensas también era superior en los jugadores con un entrenamiento de resistencia. Los jugadores que entrenan de forma intensa diariamente -esto es aplicable especialmente a los futbolistas profesionales que cada día efectúan de 1 a 3 unidades de entrenamiento- debido a su gran consumo de energía deben prestar especial atención a la sustitución tanto cuantitativa como cualitativa de las reservas de glucógeno utilizadas. Las investigaciones de Costill et al. (1971, pág. 834 s.) dejan muy claro que después de un esfuerzo intenso en el entrenamiento o en la competición las reservas de glucógeno no pueden recuperarse por medio de una comida normal; esto sólo será posible mediante una dieta rica en hidratos de carbono.

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      Unos 600 g diarios de hidratos de carbono (correspondientes al 65-70 % de las calorías ingeridas) deberían ser suficientes para evitar una pérdida de glucógeno durante el período de competición (ver Costill et al., 1981, pág. 1831).

      A pesar de este hecho aquí mencionado y conocido por todos, todavía puede observarse que hay jugadores -incluso de los más altos niveles- que aún cometen errores en lo que se refiere a una dieta rica en hidratos de carbono. La idea de que un bistec y una ensalada es lo que más «fuerza» da para un entrenamiento o un partido parece no poder desarraigarse. Tanto en las investigaciones de Schnizer/Kirchrath (1987, págs. 3-4) como en las de Jacobs et al., (1978, pág. 297) y las de Saris (1990, pág. 6) se demuestra que el futbolista ingiere insuficientes hidratos de carbono. El porcentaje de ingestión de hidratos de carbono está por debajo del 50 %, a pesar de que debería ser al menos del 55-60 % y en casos concretos (entrenamiento intensivo, partido difícil, partidos de competición) debería aumentarse hasta el 65-70 %. Esto tiene como consecuencia que los niveles de glucógeno todavía no se han recuperado al cabo de 48 horas cuando tiene lugar el siguiente entrenamiento o partido.

      En referencia al balance hídrico y de electrólitos (minerales) también puede determinarse que el peligro de una disminución de rendimiento debido a la pérdida de líquidos sólo se tiene en cuenta hasta cierto punto (ver también Rokitzki/Keul, 1990, pág. 42; Gerlach/Golf, 1990, pág. 43). Todavía hoy hay un 15 % de los jugadores que no bebe nada durante la media parte, y casi un tercio toma bebidas sin aditivos (p. ej., suplementos de minerales o de hidratos de carbono) como té. A pesar de que actualmente los equipos profesionales cuentan con buenas orientaciones y los entrenadores y cuidadores exigen a los jugadores que entiendan al máximo todas las medidas físico alimentarias, en los jugadores no profesionales todavía puede encontrarse una gran falta de información. En vista de la importancia de la alimentación para el rendimiento corporal deberán extremarse al máximo las medidas en este aspecto.

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      Tanto en los entrenamientos como en los campeonatos -especialmente en los estiramientos y en la media parte- deberían tomarse «bebidas minerales energéticas» (que contienen soluciones de azúcar juntamente con suplementos de minerales y vitaminas) para que mediante un aumento de azúcar en la sangre cada cierto tiempo, se mandasen impulsos de rendimiento al cerebro y a la musculatura (ver Diebschlag, 1988,pág.7). La ingestión de bebidas ricas en hidratos de carbono antes, durante o después del partido tiene tres grandes ventajas:

      1.Las reservas de glucógeno propias de los músculos saldrán beneficiadas. De esta forma, la segunda mitad del partido puede jugarse con reservas aumentadas de glucógeno y por lo tanto de forma más intensiva.

      2.Se utilizarán fuentes adicionales de energía cuando la reserva de glucógeno vaya disminuyendo (ver Leatt/Jacobs, 1986, pág. 86; Coyle et al., 1986, pág. 165).

      3.Después de grandes esfuerzos físicos -como por ejemplo después de un entrenamiento fuerte o de un partido- puede darse una falta de apetito, igual que en las situaciones de estrés físico, especialmente antes de competiciones importantes. Por una parte parece ser que el motivo se encuentra en el aumento de la temperatura corporal después de un esfuerzo y por otro en un aumento en la producción de las hormonas a causa del estrés (ver Canham/Consolazio, 1966, p. 64; Karvonen/Saarela/Uotila, 1978, p. 139). La falta de apetito influirá en el comportamiento alimentario general del jugador originando que no ingiera suficientes alimentos. Debido a que no se tomarán alimentos sólidos en cantidad suficiente, deberán utilizarse alimentos líquidos energéticos.

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      Ha quedado demostrado en varias investigaciones el hecho de que la ingestión de bebidas ricas en hidratos de carbono (enriquecidas con minerales y vitaminas) durante un partido tiene un efecto muy positivo en la capacidad de rendimiento psicofísica. Jakeman/Palfreeman, (1988, pág. 8) pudieron demostrar que hay una gran diferencia si durante un esfuerzo de un 75 % de ingestión de oxígeno (ver p. 68) -que corresponde aproximadamente al de un futbolista a lo largo del juego- se toman hidratos de carbono cada 20 minutos (1,2 g por kg de peso corporal/h) o se toman placebos (producto sin ningún tipo de efecto). La ilustración 18 demuestra que la reserva de azúcar en la sangre sin una ingestión adicional de hidratos de carbono va disminuyendo de forma continuada, pero en caso contrario se mantiene constante. A través del aumento de la reserva de azúcar en la sangre se conseguirá un aumento del rendimiento. Además, el esfuerzo efectuado es mucho menor.

      Coggan/Coyle (1989, pág. 59) llegaron a unos resultados similares (ilustración 19) y además pudieron demostrar que al ingerir bebidas que contenían hidratos de carbono no sólo se conseguía un aumento de azúcar en la sangre, sino también se lograba que el jugador pudiese rendir más intensamente incluso después de grandes esfuerzos.

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      En la alimentación previa a un campeonato deberá prestarse especial atención a una ingestión controlada de alimentos. Controlada porque es normal que antes de partidos importantes o de campeonato el estrés psíquico produzca una falta de apetito que puede influenciar negativamente los hábitos alimenticios (ver Canham /Consolazio 1966,64). Por lo tanto, el jugador debería prestar atención a la ingestión suficiente de hidratos de carbono para no sufrir «ataques de hambre» durante el partido (ver Inzinger 1990,10).

      Al ingerir bebidas o alimentos que contengan hidratos de carbono (azúcar) deberá tenerse en cuenta que el tiempo de absorción o la duración del efecto es diferente en todos ellos. Inzinger (1990, pág.ll) lo describe esquemáticamente de la siguiente forma:

      –Glucosa: Los hidratos de carbono van directos a la sangre después de entre 10 y 20 minutos.

      –Bebidas azucaradas y dulces: Los hidratos de carbono también pasan directamente a la sangre pasados de 40 a 60 minutos.

      –Productos de harina: Los hidratos de carbono fluyen a la sangre pasados entre 40 y 60 minutos.

      –Frutas y verduras: Los hidratos de carbono fluyen a la sangre pasados entre 60 y 100 minutos.

      –Productos integrales: Se filtran a la sangre pasados entre 60 y 240 minutos.

      Por lo tanto, el futbolista deberá prestar atención СКАЧАТЬ