Название: Fútbol total
Автор: Jürgen Weineck
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Fútbol
isbn: 9788499108490
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De la comparación del test de Cooper efectuado entre estudiantes y en futbolistas de alto rendimiento pueden sacarse diferentes conclusiones: o bien la capacidad de resistencia de los futbolistas de alta categoría está insuficientemente desarrollada -en este caso debería efectuarse un entrenamiento con más elementos de resistencia- o la motivación que tienen frente al entrenamiento no es suficiente y el entrenador debería tenerlo muy en cuenta.
Para los deportes tipo juego, Hagedom et al. (1985, pág. 61) hacen una propuesta de valoración para el test de Cooper que presentamos en la tabla 16. Geese (1990, pág. 26) en la tabla 17 valora las longitudes recorridas por jugadores masculinos de primera categoría.
Si se resumen los resultados obtenidos hasta ahora junto con las tablas de valoración, deberán considerarse apropiadas las bases de valoración propuestas en la tabla 18, teniendo en cuenta un desarrollo óptimo de la resistencia en los jugadores no profesionales de clase superior y de los futbolistas profesionales.
En el área no profesional más alta y en el fútbol profesional debería obtenerse como resultado una capacidad de resistencia de 3.200-3.400 m (según la posición de juego) en el test de Cooper efectuado hacia el final del período preparatorio. Un aumento de la resistencia no tendría ningún sentido para el fútbol ya que podría ir en contra del desarrollo de otras características determinantes del futbolista, especialmente la fuerza-potencia.
Tabla 19. Tabla de valoración del test de Cooper para hombres y mujeres del fútbol sénior (según Grosser/Briiggmann/Zintl, 1986, pág. 129).
Para poder valorar la capacidad de resistencia de los futbolistas sénior de 30 a 50 años podrán utilizarse los valores de comparación de la tabla 19.
Problema de la valoración de la resistencia mediante el test de Cooper
Los resultados del test de Cooper no pueden sobrevalorarse en cuanto a su efectividad, ya que la interpretación del rendimiento en la carrera puede verse influenciada por diferentes factores. Tal como muestran diferentes investigaciones, el test de Cooper no es totalmente independiente de la motivación individual o de la capacidad de esfuerzo (Ver Gerisch/Tritschoks, 1985, págs. 44-47; Schürch, 1987, pág.4 9; Apor, 1988, pág. 101; Geese, 1990, pág. 27; Gerisch, 1990, págs. 62-63). Si se tiene en cuenta sólo la distancia recorrida -que es lo normal en la práctica del deporte- pueden darse equivocaciones de observación en la capacidad de resistencia, lo que puede llevar a errores en la estructuración del entrenamiento, ya que un jugador muy motivado agota todas sus fuerzas para recorrer una distancia mayor que un jugador no suficientemente motivado. En una serie de investigaciones los valores resultantes del test hecho a jugadores profesionales se diferencian por este motivo de los valores de jugadores no profesionales (incluso de la clase inferior).
La tabla 20 muestra los resultados del test de Cooper hecho a un equipo profesional y a un equipo de la liga regional. Los valores de rendimiento dados por futbolistas profesionales y no profesionales muestran unos valores promedio prácticamente iguales: un jugador profesional corre de promedio unos 3.019 metros, los no profesionales 3.004 metros. Debido a los resultados de las distancias recorridas debe suponerse que los profesionales y los no profesionales no se diferencian en la capacidad de resistencia y este factor por lo tanto no es de gran importancia para el fútbol (ver Sch- nabel/Kindermann/Schmitt 1981, pág. 120; Schmid et al., 1983, pág. 367; Fóhrenbach et al., 1986, pág. 116). Sin embargo, si se tienen en cuenta los valores de lactato registrados (ver tabla 20) -éstos dan información sobre el grado de esfuerzo del jugador y sobre su preparación para efectuar esfuerzos- debe determinarse que los profesionales alcanzan el mismo rendimiento con menor hiperacidez -lo que indica que están mejor entrenados-; por otro lado, en comparación con otros profesionales queda demostrado que tampoco han agotado sus fuerzas al máximo. Con esto queda demostrado que los profesionales al efectuar un test no están lo suficientemente motivados, lo que sin embargo sería de una importancia decisiva para determinar la capacidad de resistencia.
Tabla 20. Datos sobre el test de Cooper efectuado en jugadores de una liga de 1.a División (A) y un equipo de una liga de equipos (B) (según GerischJTritschoks, 1985, págs. 44-45).
Esta investigación, por lo tanto, deja muy claro que el test de Cooper no puede efectuarse en cualquier momento: después de haber perdido un partido o después de esfuerzos muy intensos en un entrenamiento, el rendimiento de los jugadores no va a ser el adecuado, y por lo tanto la evaluación del test será poco fiable.
Incluso en los registros de lactato efectuados paralelamente al test de Cooper existe la posibilidad de que se den interpretaciones erróneas, ya que los valores de lactato que se han encontrado en la sangre pueden verse influenciados por la ejecución del test de Cooper: muchas veces se avisará a los jugadores un minuto antes de iniciar la carrera de 12 minutos mediante un silbato. Dependiendo del rendimiento ya efectuado o el rendimiento que se espera de ellos (por ejemplo, un aumento considerable en comparación al test anterior) una parte de los jugadores intentará correr lo más rápidamente posible la carrera para conseguir los valores «teóricos». Estos aumentos de ritmo al final producen un incremento muy fuerte de los valores de lactato en la sangre que dificultan una valoración exacta de la capacidad de resistencia aeróbica «real».
Atención: Por lo tanto a los jugadores siempre deberá requerírseles que corran a un ritmo constante y que no terminen la carrera con un esprint final.
El test de Cooper como medio para dirigir el entrenamiento
Para obtener datos reales sobre el nivel y el aumento o retroceso de la capacidad de resistencia, el entrenador deberá probar la efectividad de sus métodos a lo largo de todo el proceso de entrenamiento -especialmente al inicio, a la mitad y al final del período preparatorio, pero también durante el período de competición (averiguará el nivel de la resistencia aeróbica). El test de Cooper solo servirá como instrumento preciso para dirigir el entrenamiento si aparte de averiguar las distancias recorridas también se pueden determinar los valores de lactato. En caso contrario los resultados del test de Cooper, si bien podrían servir para conocer más o menos estos valores, deberían utilizarse con una cierta prevención. El entrenador deberá pretender conseguir información sobre el grado de esfuerzo con el que un jugador ha efectuado un recorrido. A estos resultados pueden añadírsele un análisis objetivo (respiración, color de cara, etc.) y una serie de preguntas al jugador (¿Hasta qué punto te has esforzado?, ¿hubieras podido correr un poco más?). De todas formas este tipo de datos tiene más posibilidades de error que una medición de lactato objetiva. Si se utiliza el test de Cooper como instrumento СКАЧАТЬ