Actividades físicas y deportes adaptados para personas con discapacidad. David Sanz Rivas
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Actividades físicas y deportes adaptados para personas con discapacidad - David Sanz Rivas страница 8

Название: Actividades físicas y deportes adaptados para personas con discapacidad

Автор: David Sanz Rivas

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия:

isbn: 9788499104140

isbn:

СКАЧАТЬ que tenga una amputación simple al nivel de una falange de uno de los dedos de sus manos presenta evidentemente una deficiencia, sin que ello le suponga una discapacidad (no la limita para hacer las actividades consideradas normales en su caso) ni una minusvalía (no va a encontrar el rechazo del entorno que la rodea ni va a estar limitada su participación en él).

      Si analizamos las diferencias entre estos términos bajo el parámetro de la socioafectividad, nos encontramos que, en el caso de los dos primeros, no podemos intervenir, es decir, en la deficiencia y la discapacidad. De hecho, sólo podríamos hacerlo mediante estrategias de intervención basadas en la prevención y/o rehabilitación, puesto que es algo propio del sujeto que puede condicionar su desarrollo socioafectivo. Sin embargo, el término minusvalía refleja claramente una situación desventajosa que la propia sociedad hace evidente y relevante, por lo que constituye un elemento de incursión directa en el desarrollo de relaciones del sujeto con el resto de la población. Aquí sí podemos intervenir y procurar que la desventaja se iguale, de forma que desaparezca lo que podríamos considerar como “minusvalía social”. Un caso práctico lo puede constituir un lesionado medular que utilice la silla de ruedas, a quien consideraríamos minusválido si para acceder a su puesto de trabajo dependiera de los demás para subir las escaleras, pero, si por el contrario contamos con una rampa de acceso al edificio, el sujeto será autónomo y no dependerá de los demás, pese a tener una discapacidad.

      Figura 1.5. Diferenciación terminológica y su descriptor más característico aplicado a la deficiencia musculoesquelética (Reina, Sanz y Mendoza, 2003; pág. 20).

      Extrapolando esta diferenciación terminológica a la propuesta por la OMS con la International Classification of Impairments, Disabilities and Han dicaps de 1999 (ICIDH), encontramos un claro paralelismo con la terminología expuesta anteriormente, de manera que (Reina, Sanz y Mendoza, 2003; pág. 21):

      • Impairment = deficiencia. Hace referencia a la función y estructura del sujeto, siendo toda pérdida o anormalidad de la estructura del cuerpo, o de las funciones psicológicas o fisiológicas.

      • Activities = actividades. Hace referencia a la limitación en la actividad por parte del sujeto, pudiendo estar limitadas en su naturaleza, duración o calidad, al igual que en la naturaleza y funcionamiento a nivel de la persona.

      • Participation = participación. Hace referencia a la restricción en la participación, de manera que la naturaleza y la extensión de la persona están relacionadas con las situaciones de su vida en relación con las deficiencias, condiciones de salud y factores contextuales. La participación puede estar restringida en su naturaleza, duración y calidad.

      En 2001, la OMS desarrolla la International Classification of Functioning, Disability and Health (Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud), a la que nos referiremos como ICF (OMS, 2001), y que citamos brevemente en el epígrafe anterior. El objetivo principal de esta nueva clasificación es brindar un lenguaje unificado y estandarizado, y un marco conceptual para la descripción de la salud, el bienestar y los estados relacionados. Debemos tener presente que la ICF no versa únicamente sobre personas con discapacidades, siendo válida para todas las personas, considerándose de aplicación universal (Bickenbach, Chatterji, Badley y Ünstün, 1999). Ha pasado, pues, de ser una clasificación de “consecuencias de enfermedades” (versión de 1980) a ser una clasificación de “componentes de salud” (versión de 2001).

      Esta clasificación está en clara consonancia con un concepto actual de salud, cercano a las ideas de bien integral y equilibrio personal, social y ambiental. Por lo tanto, pensamos que la concepción actual de salud guarda una estrecha relación con la adopción de un estilo de vida saludable, en el que la realización de la actividad física esté adaptada a las posibilidades de práctica de la persona, respondiendo, a su vez, a sus necesidades e intereses. Ello contribuirá, unido a otros factores, como una correcta alimentación o el descanso adecuado, a incrementar la calidad de vida de la persona (Sánchez Bañuelos, 1996). A su vez, Devís (1998; pág. 369) indica que hemos pasado “de una actividad física relacionada con la salud… de higiene, a la noción de bienestar”. Coincidimos, pues, con Devís en que “la salud es el logro del elevado nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento, así como del reducido nivel de enfermedad que permitan los cambiantes y modificables factores políticos, sociales, económicos y medioambientales en los que vive inmersa la persona y la colectividad” (Devís, 2000; pág.16).

      Siguiendo a Generelo (2001; pág. 117), hemos pasado de una concepción tradicional de la salud, que compete exclusivamente al sector sanitario, a una perspectiva de miras mucho más general, y que abre las competencias a equipos multiprofesionales, en los que deben tener cabida los profesionales de las CAFD (figura 1.6). Así, la salud será uno de los componentes esenciales de lo que denominamos comúnmente “calidad de vida”, que incorpora un conjunto de aspectos psicoafectivos (bienestar o salud mental), físicos (autonomía), sociales y cognitivos (autopercepción de la salud y de la enfermedad).

CONCEPTO RENOVADOCONCEPTO TRADICIONAL
PositivoNegativo
Dinámico (se construye continuamente)Puntual (presencia o no de enfermedad)
Perspectiva integral (más general)Perspectiva parcial
Competencia multiprofesionalCompetencia del sector sanitario
El sujeto participa en la construcciónEl sujeto es pasivo, “paciente” de la enfermedad

      Figura 1.6. Diferencias entre la concepción tradicional y la actual de salud (Generelo, 2001; pág. 117).

      Volviendo a la propuesta del ICF (OMS, 2001), se presentan dos listados básicos de dominios o componentes que hacen referencia a la salud de la persona: a) funciones y estructuras corporales, y b) actividades-participación. El concepto de funcionamiento acuñado en el título de la clasificación se puede considerar como un término global, que hace referencia a todas las funciones corporales, actividades y participación, de manera similar a como la discapacidad engloba las deficiencias, limitaciones de la actividad o restricciones en la participación, tal y como vimos en la clasificación anterior. Una de las principales aportaciones de la ICF reside en la identificación de una serie de factores contextuales que interactúan con el resto de constructos (figura 1.7).

      Veamos y analicemos cada uno de los elementos que se contemplan en esta nueva clasificación de componentes de la salud. Cuando seguimos hablando de deficiencia, hacemos referencia a problemas en las funciones3 o estructuras corporales4, ya sea por una desviación significativa respecto a la “norma”, ya sea por la pérdida de alguna de esas funciones o estructuras (figura 1.8). Dichas deficiencias deben ser parte o una expresión de un estado de salud, pero no indican necesariamente que esté presente una enfermedad o que el individuo sea considerado un enfermo. Los componentes actividades y participación cubren el abanico completo de dominios que indican aspectos relacionados con el funcionamiento, tanto desde una perspectiva individual como social. Por un lado, la actividad es la realización de una tarea o acción por parte de un individuo, por lo que una limitación de la actividad estaría constituida por las dificultades que ese individuo puede tener en el desempeño o realización de determinadas actividades. Por su parte, la participación sería el acto de involucrarse en una situación vital, de manera que una restricción en la participación estaría constituida por los problemas que un individuo puede experimentar al involucrase en determinadas situaciones, en las que la actividad física y deportiva será considerada como una más. Por lo tanto, la mayor o menor afectación de alguna o varias de esas estructuras o funciones es lo que va a determinar la menor o mayor capacidad para que el individuo pueda desempeñar las actividades que son normales en su caso, así como su participación en ellas.

СКАЧАТЬ