Название: Abriendo la caja negra
Автор: Leonardo Palacios Sánchez
Издательство: Bookwire
Жанр: Медицина
Серия: Medicina
isbn: 9789587845693
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La influencia y perdurabilidad de esta obra fue enorme, pues durante unos 300 años fue el libro de texto de las principales universidades europeas (8).
Una de las principales características de este período, de este ‘renacer’ intelectual, fue dejar de lado los viejos dogmas expuestos en los textos clásicos, para pasar a explorar, analizar, diseñar, publicar y crear nuevo conocimiento, al igual que extraordinarias obras de arte que hoy siguen causando la más grande admiración.
En el contexto de la anatomía, es indispensable mencionar a Leonardo da Vinci (1452-1519), quien encarna de manera excelsa al hombre renacentista. Además de ser uno de los más grandes artistas de la historia de la humanidad, se interesó por la ciencia, la ingeniería, el diseño de artículos que hoy conocemos como el helicóptero o el submarino, varios siglos antes de que llegaran a convertirse en realidad, y demostró un gran interés en la anatomía. Como muchos otros artistas del renacimiento, Da Vinci se interesaba en la anatomía del cuerpo humano para poder dibujarlo o esculpirlo a la perfección, pero Leonardo fue mucho más allá, hay evidencia de que llevó a cabo por lo menos 30 disecciones anatómicas en Florencia, Milán y Roma (5, 18).
Es bien conocido que tuvo la intención de publicar un enorme tratado de anatomía con la colaboración de Marco Antonio de la Torre, no obstante, la vida no le alcanzó para culminar este y muchos otros proyectos. Dejó más de 1500 dibujos y un gran número de textos sobre el cuerpo humano en los que hay descripciones en el campo de la osteología, miología, sistemas cardiovascular, digestivo, genitourinario y nervioso. En relación con el cerebro, realizó algunos dibujos de este órgano que no se limitaron exclusivamente a su anatomía, sino que hizo algunos aportes sobre su fisiología. Además, ideó un sistema para inyectar cera en los ventrículos, lo cual le permitió, posteriormente, dibujarlos. También llevó a cabo trabajos de anatomía comparada y experimentos con animales que, entre otras cosas, le permitieron afirmar que en el cordón o médula espinal se encontraba el centro de la vida (18).
En términos de fisiología del cerebro, retomó con mínimas variaciones la doctrina galénica y en uno de sus dibujos retomó la idea secular de la existencia de tres ventrículos y la rete mirabile (red milagrosa) (5, 18).
Andrés Vesalio y el De humani corporis fabrica
Vesalio de Bruselas (1514-1564) fue uno de los más grandes anatomistas en la historia de la medicina, siendo considerado como el padre de la anatomía moderna. Inició estudios de anatomía en la Universidad de París, en donde no encontró eco a sus ideas sobre la forma de explorar el cuerpo humano y enseñar anatomía, por lo que partió a Italia, estableciéndose en Padua. Durante el viaje tuvo un encuentro con Jan Stefan van Kalkar (1499-1546), discípulo de Tiziano (1488-1576). Ya en la Universidad de Padua fue nombrado profesor de anatomía y puso en marcha una novedosa forma de enseñanza que consistía en que él mismo hacía las disecciones del cadáver, con sus alumnos como ayudantes y otros como espectadores. Adicionalmente, gracias a sus habilidades artísticas, dibujaba frente a los alumnos sus principales hallazgos y en 1540 decidió hacer un gran tratado de anatomía que culminó en agosto de 1542 y cuya primera edición fue publicada en 1543 bajo el título de De humani corporis fabrica (5, 8, 14).
El libro estaba organizado de la siguiente forma: 1) huesos y cartílagos, 2) ligamentos y músculos, 3) venas y arterias, 4) nervios, 5) órganos de la nutrición y la generación, 6) corazón y las “partes” que lo auxilian y 7) sistema nervioso central y órganos de los sentidos. Como podemos apreciar, dos de las siete secciones de la obra estaban dedicadas a la neurociencia; la cuarta, a los nervios; y la séptima, al sistema nervioso central (19).
En este contexto, Vesalio hizo algunos aportes con relación a la anatomía del sistema nervioso. Entre ellos se destaca una excelente descripción de los cuatro ventrículos, opuesta a la existencia ya mencionada de tres. Diferenció claramente la sustancia blanca y la sustancia gris, y dejó muy buenas imágenes de la glándula pineal y de los colículos cuadrigéminos (20). Sin embargo, en relación con el sistema nervioso periférico, la descripción de los nervios no fue tan detallada: siete pares craneanos y el glosofaríngeo, que consideró una rama del neumogástrico o vago (20).
Es importante mencionar que se opuso a la doctrina cavitaria, ya que pudo identificar en muchos animales la existencia de ventrículos en el cerebro, muy parecidos a los que tenemos los seres humanos y, dado que los primeros carecen de un nivel de desarrollo de funciones mentales como las que tenemos los seres humanos, no podían ubicarse allí esas actividades tan especiales (16).
Descartes y el sistema nervioso
El filósofo francés René Descartes (1596-1650) fue considerado el ‘padre del racionalismo’. A diferencia de varios médicos y científicos mencionados en los párrafos anteriores, se trata de un pensador, que nunca llevó a cabo disecciones anatómicas o cirugías, pero que, con un rigor extraordinario, realizó aportes significativos en muchas áreas, incluida la neurociencia. En medio de una época en la que predominaba el concepto ‘mecanicista’ para explicar el funcionamiento de muchos elementos de la naturaleza, por ejemplo, el movimiento de los astros se asimilaba a la más compleja maquinaria de un reloj, así se consideraba que algo similar ocurría con el cuerpo humano (8, 21).
En relación con el sistema nervioso, el autor del Discurso del método compartía con sus predecesores la afirmación de la existencia de los espíritus animales, que se albergaban en los ventrículos cerebrales, y el hecho de que circulaban por el cuerpo por medio de los tubos huecos que eran los nervios, acorde con los principios de la hidráulica. Consideró que estos espíritus se producían en la glándula pineal, ya conocida desde la Antigüedad, y que debe su nombre a su similitud con la piña del árbol de pino. No obstante, erróneamente la ubicó en el interior de uno de los ventrículos, y le atribuyó como una de sus funciones filtrar la sangre proveniente del corazón para, a través de este proceso de tamizaje, dar origen a los espíritus animales (8, 21). Para el filósofo, esa glándula era además la sede del sentido común, de la imaginación, de la memoria y la estructura que daba origen al movimiento corporal (5).
El ventrículo en el cual estaba suspendida la glándula pineal se encontraba comunicado con los nervios y tenía poros que permitían que a través de ellos СКАЧАТЬ