El huésped. Sok-yong Hwang
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Название: El huésped

Автор: Sok-yong Hwang

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Colección literatura coreana

isbn: 9786077640165

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СКАЧАТЬ los llegados en el barco no les dejó hacer todo lo que querían. El 16 de julio tomaron como rehenes a los integrantes del séquito del ministro que intentaban impedir la repartición de biblias y los encerraron en el barco.

      Este hecho también es diferente según lo cuentan los protestantes. El misionero Thomas explicó de nuevo a la delegación del ministro el objeto de su reiterada visita:

      —Nuestra presencia no tiene otro fin que ofrecerles tres propuestas: transmitir el cristianismo a su pueblo, intercambiar recíprocamente mercancías de buena calidad y conocer los preciosos montes y los sitios famosos.

      Según el alegato de los evangelistas, los documentos que llevaba el alto funcionario público del gobierno provincial incluían la orden de hacer bajar del barco a toda la tripulación para matarla, por lo que explotaron en ira y encerraron al séquito del ministro a bordo.

      El gobernador provincial, perplejo, mandó a un subalterno a negociar con los occidentales del barco la liberación de su gente. Por otra parte, aquéllos insistieron continuamente en comerciar sin obtener una respuesta positiva. En la mañana del 19 del mismo mes, el barco subió más por el río y llegó a Hwanggangchong, donde echó anclas. Después bajaron del barco una lancha en la que fueron a Kamagyoul, aguas arriba. En las orillas del río se reunieron los pobladores sorprendidos y furiosos por las insolentes acciones de los occidentales. Les gritaron que liberaran al séquito del ministro y empezaron a apedrear a los intrusos. En esto eran famosos los de Pyongyang desde la antigüedad. Las tropas gubernamentales se unieron a ellos lanzando flechas y disparando rifles. De esta manera estalló la guerra. En el caos, el ministro se escapó del barco como pudo. Mientras tanto, los occidentales, en vez de retirarse, atacaron bruscamente las casas de la orilla del río, saquearon alimentos y animales domésticos y mataron a gente inocente.

      En la mañana del 22 de julio las tropas oficiales de Choson empezaron a disparar al barco, y el General Sherman respondió con dos cañonazos. Así estalló un combate de cañones. Los del Sherman extendieron una red para protegerse de los cañones de las tropas gubernamentales y dispararon con rifles y cañones desde el barco. Pero el Sherman, limitado en pólvora y fuerzas militares por el combate de todo un día, empezó a retroceder río abajo a la mañana siguiente. Sin embargo, en la parte baja del río las tropas de Choson, bien atrincheradas, atacaron sin interrupción. Además, las aguas del río —anteriormente crecidas por la temporada de lluvias— se redujeron cada vez más, por lo que el Sherman encalló en un arenal y combatieron a lo largo de tres días. El pueblo de Pyong-yang envió entonces por el río, estratégicamente, barcos en llamas. El Sherman se incendió y los tripulantes aparecieron en la proa pidiendo ayuda. Hubo una explosión de pólvora y los barriles de aceite se prendieron violentamente. La tripulación se lanzó al río, donde algunos se ahogaron y otros llegaron nadando a la orilla. La gente enfurecida que los esperaba los mató con espadas o lanzas.

      Por su parte, los cristianos recuerdan el martirio del misionero Thomas de la siguiente forma:

      Se esforzó en ofrecerle al pueblo coreano las biblias, en lugar de huir para salvar su vida. El misionero Thomas escapó del fuego con una caja que contenía biblias y llegó a un cerro cercano a la orilla. Él sacaba biblias de la caja y las lanzaba al pueblo coreano: “¡Oh!, Dios mío, apiádate de este pobre pueblo que todavía no escucha tu evangelio”.

      Cuando el misionero Thomas, ya prisionero, era conducido a la isla de Yanggak, campo de ejecución, decían que gritaba ininterrumpidamente “Jesucristo”. A la hora del crepúsculo del 6 de septiembre fue decapitado el misionero a los 27 años. Ésta fue la primera semilla del cristianismo que cayó en la provincia del noroeste. El capitán de las tropas militares oficiales de Choson que lo decapitó, se arrepintió más tarde y fue bautizado. Fue el primer creyente cristiano en la ciudad de Pyongyang. Esto está escrito en la historia del cristianismo.

      En 1880 se construyó el primer templo cristiano en la provincia de Hwanghae de Choson. Los misioneros protestantes que se habían quedado en China empezaron sus actividades de evangelización en Euchu. El primer creyente cristiano, Seo Sangliun, que había penetrado al pueblo donde vivían sus parientes y evitado la represión oficial contra el cristianismo, fue el primero que construyó un templo protestante.

      Solnae, pueblo de Changyon, es una hermosa aldea con un bosque denso, junto a Kumipo, cubierto de arenas de oro y plata, con un pantano llamado Sol que corre al mar después de bajar de Hunam. En Solnae había 58 viviendas, 50 de las cuales se volvieron cristianas. En 1887 el misionero Underwood visitó Solnae, eligió a siete creyentes y los bautizó. A partir de entonces, los aldeanos se propusieron construir un templo a lo largo de siete años. Al final, levantaron el primero en Choson.

      En una foto se ve una casa de tejas de tres o cuatro habitaciones. Delante de la reja cubierta con papel coreano, en lugar del portal había una entrada de techumbre pequeña. La gente entra al templo después de quitarse los zapatos debajo de aquel techo. Detrás de la casa había un gran árbol de zelcova, tan alto que cubría el tejado. ¿No habría sido este árbol un símbolo de la aldea? En la parte delantera del patio quedaban en pie, ordenadamente, muchas plantas.

      Después de Underwood, el misionero Appenzeller pasó por la aldea Solnae en viaje de evangelización por el noroeste. Luego se quedó por allí el misionero Gale con la intención de aprender la lengua y costumbres de Choson, y también lo hizo el misionero Moffett. El misionero que se quedó a vivir para siempre en Solnae se llamaba Fenwick, y el que se relacionó íntimamente con la familia del señor Liu, Mckenzie; éste trabajaba en una iglesia presbiteriana en Rebrado y, por casualidad, llegó a Choson en el otoño de 1893.

      El señor Cho Bansok, compañero del abuelo de Yosop, era tres años mayor que éste; había nacido en 1877. La familia del señor Cho fue arrendataria desde el principio, y pescaba en Yonpyong, cerca de la isla Baekryong, así pudo comprar un barco de pesca, sementeras de arroz, campos, etc. Se convirtió en un próspero agricultor. Después de la visita del misionero Underwood, el padre del señor Cho llegó a creer en Cristo y fue uno de los constructores del templo. Según se dijo, fue bautizado en cuanto se concluyó la edificación. Cuando los misioneros Fenwick y Mckenzie decidieron residir en Solnae, el señor Cho Bansok solía visitarlos, se encargaba de sus recados y estudiaba la Biblia con ellos. El abuelo de Yosop conoció al señor Cho a propósito de las nuevas técnicas agrícolas; éste había aprendido el cultivo del tomate y la col al acompañar al misionero Fenwick cuando evangelizaba cerca de Changyong; allí enseñaba un nuevo método de cultivo y repartía biblias. El abuelo de Yosop también se interesó en la nueva educación occidental, por eso seguía con entusiasmo al señor Cho Bansok, considerándolo como su hermano mayor.

      —Oye, Samsong, ¿no quieres visitar mi aldea?

      —¿De verdad? Hermano mayor Bansok, quiero ir a la iglesia de Solnae.

      El abuelo sentía grandes deseos de conocerla porque allí vería el cuadro de Jesucristo, el globo terrestre en que se observa el mundo entero de un vistazo y la figura de la cruz donde estaba clavado Jesús.