Manual ACSM para el entrenador personal (Color). American College of Sports Medicine
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      21. U.S. Department of Health and Human Services. The Surgeon General’s Vision for a Healthy and Fit Nation. Rockville, MD: U.S. Department of Health and Human Services, Office of the Surgeon General, January 2010 [Internet]. [cited 2010 Jan] Available from: http://www.surgeongeneral.gov/library/obesityvision/obesityvision2010.pdf

      22. U.S. Department of Health and Human Services. 2008 Physical Activity Guidelines for Americans. At-A-Glance:A Fact Sheet for Professionals [Internet]. [cited 2008 Oct 7] Available from: http://www.health.gov/Paguidelines/factsheetprof.aspx

CAPÍTULO2Trayectoria profesional para entrenadores personales

       OBJETIVOS

       Los entrenadores personales deben ser capaces de:

      • Analizar las expectativas habituales de los clientes en lo que respecta a su entrenador personal.

      • Examinar los potenciales puntos de partida y trayectorias profesionales.

      • Destacar las opciones de formación continuada y desarrollo profesional.

      • Identificar las expectativas profesionales del entrenador personal.

      El emblemático Jack LaLanne fue, sin duda, uno de los principales entrenadores personales profesionales que dio una dimensión de masas al entrenamiento personal a través de la televisión. Fue, de hecho, el primero en constituirse en imagen pública identificable como experto y motivó a millones de personas para que hicieran ejercicio gracias al poder de ese medio de comunicación. Ciertamente aprovechó un éxito que lo llevó, a lo largo de una carrera profesional de 74 años, a crear una extensa red de gimnasios y a comercializar productos tan diversos como combas de salto o licuadoras de zumos.

      Aunque se popularizó a finales de los años setenta, cuando comenzaron a dar a conocer su actividad los entrenadores personales de celebridades del mundo del cine o de famosos tenistas, el entrenamiento personal adquirió notoriedad como actividad profesional por sí misma a través del trabajo de los pioneros en este ámbito, localizados fundamentalmente en Nueva York y Hollywood, California. Estos precursores crearon centros de entrenamiento personal, que solían impartir clases de 30 o 60 min de entrenamiento de fuerza y resistencia. Trabajaban para figuras conocidas del mundo del espectáculo, campeones de tenis, presentadores de televisión, reputados hombres de negocios o afamadas bailarinas. El planteamiento personalizado de la mejora de la condición física tuvo tanto éxito que los equipos de deporte profesional comenzaron a contratar especialistas en entrenamiento de fuerza (lo que conduciría a la formación de la National Strength and Conditioning Association, en 1978). Actores y actrices contrataban los servicios de entrenadores personales para que trabajaran con ellos en los rodajes y las grandes empresas hacían lo propio con entrenadores personales a domicilio para que trabajaran con sus ejecutivos.

      Al mismo tiempo, en gimnasios, centros de entrenamiento y ámbitos deportivos de todo tipo, el público comenzó a concienciarse a nivel mundial de las ventajas que supone contar con los servicios específicos de un profesional del acondicionamiento físico debidamente formado (1). El entrenamiento personal pasó a convertirse, como era previsible, en una actividad profesional en toda regla. Se trataba de una actividad que permitía a los expertos en ejercicio, a los entrenadores persistentes y a los instructores tenaces ganarse la vida mediante el asesoramiento a sus clientes, con el fin de conseguir un conjunto específico de objetivos que, en definitiva, les proporcionarían una mejor forma física y, lo más importante, una mejor salud.

       EXPECTATIVAS DEL CLIENTE EN LO QUE RESPECTA A SU ENTRENADOR PERSONAL

      La mayoría de las valoraciones de los servicios profesionales se basan en la percepción de la persona en lo que respecta a sus expectativas. Si los entrenadores personales no saben lo que se espera de ellos, es virtualmente imposible que cumplan –no ya que superen– tales expectativas. El contexto y el grado de acuerdo entre quien presta el servicio y su cliente se definen en función de la determinación clara de objetivos y de un «intervalo de resultados» aceptable. Los capítulos de este libro ofrecen antecedentes e información referidos al modo de ayudar a los clientes a conseguir los mejores resultados (fig. 2.1).

      FIGURA 2.1. Primer encuentro de un entrenador personal con su cliente.

       Conocimiento del objetivo

      Según define el modelo transteórico de cambio de comportamiento formulado por James Prochaska (5), es característico que los clientes que reciben entrenamiento personal lleguen a él en la etapa de «acción» (v. capítulo 7 para más información sobre las etapas del cambio). Han decidido que van a llevar su comportamiento en cuanto a actividad física a un nuevo nivel y contratan los servicios del entrenador personal, en su calidad de experto que les oriente en el camino hacia el éxito. Se trata de una tarea importante y ciertamente difícil de conseguir. La puesta en práctica de un cambio de comportamiento duradero resulta compleja, incluso cuando las circunstancias son óptimas.

      Los objetivos pueden analizarse como parte del proceso de adquisición de información y constituirse como base para la definición de los propósitos específicos y de la finalidad general.

      Los objetivos pueden analizarse como parte del proceso de adquisición de información y constituirse en fundamento de la definición de los propósitos específicos y de la finalidad general. El acuerdo contractual que los entrenadores personales establecen con sus clientes refleja tales objetivos en lo que respecta a los aspectos siguientes:

      • Número de sesiones.

      • Coste de cada sesión.

      • Duración de la sesión.

      • Necesidades de entrenamiento no supervisado entre las sesiones.

      • Duración del acuerdo.

      • Pautas de cancelación del acuerdo.

      • Directrices de refinanciación.

      • Garantías de resultados.

      Por ejemplo, si el entrenador personal trabaja con un cliente para que este participe en un maratón, se debe establecer un programa inverso desde el día de la carrera hasta el comienzo del entrenamiento. Las sesiones individualizadas pueden ser más frecuentes al principio, en los momentos de diferenciación críticos en lo que respecta al kilometraje, en los momentos bajos en el ciclo de motivación del paciente o en otras situaciones de ajuste del entrenamiento que las dos partes consideren adecuadas. En cambio, el entrenamiento para reducir el peso 9 kg requiere un programa muy diferente, que incluye evaluaciones nutricionales, pesajes y combinaciones rigurosas de entrenamiento de alta intensidad supervisado con ciclos de ejercicio aeróbico parcialmente supervisados. Cada situación está condicionada por el objetivo. Una vez establecidas las pautas de mantenimiento de la seguridad y el bienestar del cliente, la СКАЧАТЬ